30 años ofreciendo calidad en el sector de la estética.

A la izda., antigua plantilla de Bellorita en la actualidad y, sobre estas líneas, la fundadora e hija, Marga Sánchez y Esther Rubio en la primera tienda del actual centro en 1997.

La fundadora e hija, Marga Sánchez y Esther Rubio en la primera tienda del actual centro en 1997.

Esta historia se remonta a 1987, cuando Margarita Sánchez Pérez decide abrir su propio negocio como distribuidora de productos de estética profesional al por mayor. Marga es una esteticista innovadora que se dio cuenta de las carencias y necesidades que había en la zona sur de Madrid dentro de este sector. Por aquella época, las esteticistas tenían que desplazarse a Madrid para comprar su material de trabajo, al darse cuenta de eso, abre una oficina de distribución en la C/ Capellanes, nº 1 de Getafe con el nombre Bellorita.

Bellorita significa margarita en griego, de ahí viene el nombre empresarial del centro. En un principio, se llamaba distribuidora de productos de estética Bellorita que con los años pasó a ser Centro de Estética Bellorita, que es como se le conoce hasta nuestros días. Al año de abrir la distribuidora, su hija Esther decide incorporarse a trabajar junto a su madre, como representante en tareas comerciales en toda la zona sur de Madrid.

Estuvieron diez años como distribuidoras, vendiendo al por mayor a peluquerías, centros de estética y esteticistas que trabajan a nivel particular en sus casas. Cuando el volumen de trabajo empezó a crecer, tuvieron que incorporar más profesionales a la empresa, un total de cinco comerciales en la zona sur de Madrid, que hicieron que se convirtieran en la nº1 en ventas de ese sector en aquella época.

Tras diez años como distribuidoras, madre e hija se dan cuenta de la necesidad de hacer un cambio en la empresa, deciden comprar su propio local y ofrecer sus productos de cara al público y a título particular. Es entonces, en 1997 cuando se trasladan a la C/San José de Calasanz, 10, hasta nuestros días. Ese proyecto comenzó con una cabina para tratamientos, una esteticista y una sala para hacer demostraciones para las profesionales y enseñar todos los productos. Según aumentaba el volumen de trabajo tuvieron que hacer remodelaciones, se ampliaron a cuatro cabinas, seis y así hasta las once cabinas de estética que tienen a día de hoy, hubo hasta doce personas trabajando en el centro hasta el año 2007. Actualmente son tres personas las que se ocupan del centro y están más enfocadas al público en general.

Al principio, solo para profesionales

En los primeros años de vida, Bellorita ofrece todo tipo de productos de estética como productos de facial y corporal, líneas de color, ceras, accesorios, mobiliario y aparatología, todo lo que pudieran necesitar en aquellos tiempos. Era una tienda exclusivamente para profesionales al por mayor. Cuando llegaron a José de Calasanz se abrieron dos zonas de tienda, una para el público y otra zona en el interior para la venta a profesionales y más adelante se unificó todo. En cuanto a la forma de trabajar también ha ido cambiando progresivamente, pero sí que es verdad que en Bellorita siempre han estado al día de todo, incorporando las últimas novedades en aparatología en base a la formación e información que busca su actual gerente, Esther Rubio, “es muy importante estar al día y dar a los clientes novedades constantemente”, comenta.

La Bellorita, antes y ahora

Izda., la primera tienda en C/Capellanes,1, en 1987, cuando era distribuidora. Dcha., la tienda hoy día

En los primeros años, de aparatología tenían lo típico: para hacer la cera, un vapor y unos electrodos y luego se empezaron a incorporar la presoterapia, la radiofrecuencia, ultrasonidos, mesoterapia, cavitación, sauna, láser, etc. La forma de trabajar antes era más manual, las máquinas de ahora fa cilitan el trabajo y hacen que sea más efectivo el tratamiento porque facilitan el proceso. Por ejemplo, las ondas de las máquinas expanden y penetran el producto, cosa que con las manos no se puede conseguir, por lo que antes las esteticistas estaban muy limitadas con lo que hacían.

En el año 98 incorporan la depilación definitiva por láser, con el alquiler del equipamiento de un Light-Sheer sir. Más adelante, al crecer el volumen de clientes hace que compren su propio aparato láser de diodo Milesman, se forman y se titulan como técnicos de láser de diodo. La depilación láser es de lo que más caracteriza al Centro de Estética Bellorita, porque se encargan de trabajarlo muy bien y de conseguir los resultados esperados con una calidad basada en la excelencia, fruto de la investigación y la formación.

La historia de Bellorita empezó en 1987 en un primer piso de la calle Capellanes. Tenían dos oficinas de 250 m2 con una exposición de productos y aparatología donde se hacían demostraciones de los productos, tenían la parte de venta al por mayor a profesionales y el almacén.Con el paso de los años, en 1997 deciden comprar el local actual, situado en la C/ San José de Calasanz, 10. Este establecimiento tiene 180 m2, está dividido en cabinas que se fueron ampliando desde los inicios hasta ahora. Se hizo una reforma y modernización de las instalaciones en 2007, donde se redujo los metros de tienda, se hicieron más cabinas, y además se cambió el color corporativo, pasó de ser verde hoja y naranja al turquesa con plateado.

En la actualidad, el centro cuenta con once cabinas para tratamientos, una sala de  espera, dos cuartos de baño, un office, un despacho, almacén y la tienda de venta al público. Las cabinas son para depilación con cera y eléctrica, facial con ultrasonidos, mesoterapia, corporal con vacumterapia y radiofrecuencia, presoterapia, sauna y bronceado DHA, otra para cavitación y plataforma, rayos uva verticales, depilación láser y micropigmentación. Lo último que se ha incorporado es un láser para eliminar manchas y tatuajes que está en proceso de estudio con pruebas, primero ven cómo funciona el aparato y luego se lanza. Son trabajos que hay que estudiarlos de una manera continuada para garantizar la efectividad antes de ofrecerlo al público.

Marga Sánchez, la fundadora, se jubiló hace cinco años y se quedó como única administradora su hija Esther, la cual le ha acompañado desde los inicios y han ido trabajando mano a mano y tomando todo tipo de decisiones en conjunto. Marga, al ser esteticista, siempre ha estado en cabina haciendo tratamientos y llevando la dirección, y Esther con la dirección y como técnico de láser, micropigmentación y tatuajes.

El éxito de mantenerse en el tiempo está basado en la buena calidad, una buena imagen, un buen servicio y mucha profesionalidad. La seguridad y la confianza que han ido depositando en sus clientes han hecho caracterizarles dentro del sector y ser queridas y demandadas por su público. El futuro de Bellorita es seguir trabajando, innovando y aportando la mejor calidad para garantizar los servicios que les son solicitados.

Texto: Natalia Sánchez Martín-Albo
Fotos: Centro de estética Bellorita