De fábrica de tractores a centro puntero de componentes.

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Ricardo Medem con Bob Hanson -vicepte. de la división de ultramar de Deere-

A sus 63 años de funcionamiento, John Deere Ibérica ha estado y sigue estando muy presente en la vida y el progreso de Getafe, en el que miles de familias y varias generaciones (padres, hijos y nietos) han formado parte de esta puntera empresa de maquinaria agrícola, líder indiscutible del mercado español desde hace más de cuarenta años. La historia de la fábrica de John Deere Ibérica (JDI) va unida indefectiblemente a la historia de Getafe, estableciéndose una relación familiar como indicaba gráficamente Ramona Carrasco en el libro del 50 aniversario (1953-2003): “Lo mejor de esta empresa es esta empresa. Yo puedo protestar si no estoy de acuerdo en algo porque esta es mi casa, pero cuando salgo a la calle, John Deere es John Deere y que nadie me la toque”.

La premiada como Mejor Fábrica de Europa ropa en 2011 (la primera fábrica española que consiguió el ‘Industrial Excellence Award’ de las mejores escuelas de negocio) ha sabido combinar calidad, servicio, formación e integridad estando siempre a la vanguardia en tecnología e innovación.

El origen de John Deere en España (ya sabemos todos que John Deere se creó en Illinois, EE. UU., en 1837) se remonta a 1953 gracias a un empresario de espíritu generoso, inteligente y visionario llamado Ricardo Medem Gonzálvez, que comenzó como vendedor ambulante de fertilizantes por tierras valencianas. Viendo la gran necesidad de mecanización del campo español y las trabas para importar maquinaria agrícola, Medem funda Lanz Ibérica S.A. contando con el apoyo de Mannheim (Alemania) y una inversión de 100.000 euros de la época para construir una fábrica de tractores en Getafe tafe de la marca alemana Lanz. Esos primeros años, los aprendices recibían 9 pesetas a la semana de sueldo y se fabricaban unos diez tractores diarios. Existían asimismo puestos hoy impensables como el encargado de llevar el botijo a los operarios de fábrica. Nueve años más tarde, en 1962, John Deere salta el océano para crecer en Europa, y adquiere las operaciones de Lanz en Alemania y Lanz Ibérica. El primer tractor John Deere sale al mercado desde Getafe en 1963, un modelo 505 con motor Standard Triumph pero será en 1969 cuando salen los primeros tractores John Deere ‘íntegramente verdes’, de la serie 20, los llamados Pro-España, además de cosechadoras y empacadoras. La producción fue creciendo y en la década de los 70 España era el mayor mercado de John Deere en el mundo, con una fabricación en Getafe de hasta 10.000 tractores al año y 1.700 personas en plantilla. “Una de las claves del éxito del tractor John Deere hecho en España es que estaba diseñado y se pr0ducía para el mercado local con una agricultura de especialidades (frutas y hortalizas, olivo, viñedo…)”, comenta Mario de Miguel, actual director general. Las instalaciones también fueron creciendo progresivamente, de los 10.654 m2 y una sola nave de Lanz Ibérica a los actuales 63.000 m2 bajo cubierta y una superficie total de 205.000 m2.

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Mario de Miguel, director general de John Deere Ibérica

El último tractor en 1994

En los 80 cae mundialmente la demanda de maquinaria agrícola. Algunos ya daban por cerrada la Fábrica de Getafe, hubo huelgas, hasta que otro gran hombre de empresa, José Ramón Escudero, hizo de la necesidad virtud. Dejan de fabricarse tractores para producir componentes y transmisiones para otras fábricas John Deere en el mundo. En 1994 sale el último tractor John Deere de fábrica modelo 2650M (con un bagaje histórico de más de 180.000 unidades). En el libro del 50 aniversario, el propio Escudero lo recuerda así: “Nosotros hacíamos un producto -tractores- que vendíamos íntegramente en España. Hoy tenemos productos que exportamos al 100% y clientes en todos los países. Ha sido un cambio total de cultura y ese cambio dificilísimo lo han hecho los trabajadores y la dirección de John Deere Ibérica trabajando juntos”. Hoy día, esos tractores se cotizan muy alto en el mercado de segunda mano, ya que son de alta durabilidad y muy por encima de la calidad y fiabilidad estándar de la época, “llevamos más de 20 años sin fabricar tractores y por el campo se ven algunos de 30 y 40 años funcionando sin problema”, explica Mario de Miguel. Otra importante transición en JDI ha sido el Centro de Excelencia Mundial de transmisiones y cajas de cambio siendo referente mundial en diseño e ingeniería de componentes de maquinaria agrícola, “nuestras claves de supervivencia están en el valor añadido que damos al producto porque diseñamos lo que el cliente necesita y además con un alto contenido tecnológico que nos permite competir de igual a igual con cualquier otro fabricante o país del planeta”, explica de Miguel. Actualmente, exportan componentes a EEUU, Alemania, Brasil, Méjico y Francia entre otros.

¿El futuro? “Positivo gracias a la automatización de los procesos, una mejor maquinaria y regeneración de la plantilla realizada en la etapa del director Joaquín Fernández en los años 2000”, advierte el director. Modernización que continúa hoy día siendo punteros en tecnología y el área digital.

Junto a la Fábrica estaba lo que se conoce como La Comercial, el área responsable de distribuir por España los tractores que se fabricaban, que auspiciaron asimismo la creación de una extraordinaria red de concesionarios, el primero en 1964. Actualmente sus instalaciones están en Parla, con un centro de formación y un campo de pruebas.

Muchos más han formado y seguirán formando parte de esta empresa; vaya a todos ellos nuestro reconocimiento.

Texto: Oliva CarreteroFotos: Cedidas por JDI de ‘John Deere Ibérica, 50 años juntos’