Más de 40 años de trabajo y constancia con la mejor calidad.
El 17 de marzo de 1973 Don Pedro Segado Jiménez abrió por primera vez las puertas de Pastelería Segado, en la calle Batres número 9 de Getafe (hoy número 5). El origen de la empresa fue abrir una tienda de pastelería con obrador propio, junto a sus dos hermanos varones, Diego y Francisco. Pedro tenía otras miras empresariales y un proyecto de lo que quería construir, así que decidió tomar las riendas del negocio él solo. En 1985 el volumen de negocio había crecido y es entonces cuando se constituye en sociedad y toma el nombre de Pastelería Segado S.A.
Pero la historia de Pedro Segado se remonta años atrás, él venía de trabajar en la pastelería de su tío en Villaverde. A finales del 72 se va a vivir al obrador junto a su familia, depositó todos sus ahorros para emprender esta aventura. El local tenía unos 118 m2 y cuando la tienda y el obrador se empezaron a quedar pequeños, vio otro edificio aledaño al negocio con unos 380 metros, en la C/ Batres 17 (hoy Batres 9), donde abre en el año 82. En este momento como novedad incorpora la Boutique del Pan (zona de panadería) para ofrecer al cliente diferentes variedades de pan, siendo una de las primeras que se abre en Madrid.
Además, fue el primer panadero de Getafe en abrir los domingos, lo que provocó que multitud de clientes se acercaran a comprarle el pan y los pasteles. Esto triunfó mucho y tuvo mucho éxito, la pastelería adquirió un nombre reconocido por la forma de trabajar y las fórmulas que le dieron éxito por la constancia, algo que se mantiene en el tiempo, de hecho queda algún trabajador desde los inicios y siguen tratando al cliente con la misma filosofía. Por aquellos tiempos llegaron a tener en plantilla tres panaderos, seis pasteleros y cuatro personas repartiendo.
A finales de los 80 se abre una segunda tienda, ésta en el centro de Getafe, justo en la C/ Jardines con C/Magdalena (hoy en día es una reprografía). En ésta ofrecían los mismos servicios pero con la novedosa incorporación de una barra de degustación, donde poder degustar sus productos con infusiones, cafés, solubles y refrescos. En ese momento se da cuenta de que funciona y al año siguiente automáticamente reforma la pastelería de Batres, 9, deja de ser sólo una tienda de pastelería-panadería y pasa a ser una tienda con barra de degustación, similar a una cafetería. En 1997 se traslada a la calle Magdalena, 18, pero en 2009 esta tienda tuvo que echar el cierre a causa del volumen de trabajo por la adquisición de una empresa de catering dos años antes.
En el año 93, Don Pedro sigue con miras empresariales y le ofrecen una tienda-obrador en Collado Villalba, compra una sociedad llamada Boutique del Pan López S.L., y la transforma en Pedro Segado S.L., esta empresa tiene su propio obrador y fabricación, es un clon de Pastelería Segado S.A. pero en la sierra de Madrid. Actualmente suministra cuatro pastelerías: dos en Collado Villalba, una en Alpedrete y otra en San Lorenzo de Escorial, gestión que va de la mano del hijo mayor, Francisco.
En el año 2002 Pedro Segado empieza a desconectarse del negocio, y su hijo Cristóbal que había estudiado Empresariales adquiere más responsabilidades, hasta que en 2007 se jubila definitivamente y toma la determinación de delegar en sus hijos Joaqui y Cristóbal. Los hermanos Segado, al ver que las cosas iban bien, compran una empresa de catering para ampliar su gama de productos, con licitaciones para llevar las cantinas y comedores de la base aérea de Getafe. Después de 6 años, ven que ha decaído el servicio y deciden dejarlo en 2014.
Tres tiendas de Pastelería Segado SL
Paralelamente a esto, en 2010 ACOEG pone en marcha el mercadillo de Navidad, y la pastelería se suma a esta iniciativa, aquello tuvo un éxito enorme, vendieron multitud de productos navideños. Y se dieron cuenta de que la gente les recordaba de cuando estaban en el centro, por lo que se plantearon abrir una nueva tienda por la zona, proyecto que ha visto la luz recientemente.
Pero antes de esto, en 2014 abren una nueva tienda en el Bercial, en la calle Guanabacoa, 8, esquina con calle Uruguay. Se trata de un barrio muy especial con gente muy joven y hábitos totalmente distintos a los del casco antiguo de la localidad, donde los clientes demandan galletas para los niños, productos sin gluten y alérgicos, muchas tartas de cumpleaños y pan de pueblo.
En 2016 los hermanos encuentran un local pequeñito de 35 m2 muy bien situado en la C/San Eugenio 9, a 20 metros de la Cibelina. Tras las reformas oportunas, el 26 de octubre se abre la tercera tienda de Pastelería Segado que sirve en la actualidad, con los mismos servicios de panadería, pastelería y barra de degustación que en las otras, y cuando llegue el buen tiempo se podrá habilitar una terraza.
Las fórmulas para elaborar los productos no han cambiado, a la hora de adquirir materias primas exigen a los proveedores el certificado de calidad suprema, harinas sin aditivos, aceites de calidad y todo lo que se utiliza para la transformación, con el objetivo de sacar el mejor producto, basados en la profesionalidad contando con personal cualificado y experimentado en saber transformar los productos.
Antiguamente el panadero empezaba a trabajar a las doce de la noche y los pasteleros sobre las cinco de la mañana, hoy por hoy, todos van a las cinco, y esto es debido a las cámaras de fermentación controlada que permiten agilizar el proceso.
El volumen de fabricación es algo que también ha cambiado, antes había más cantidad de cada producto pero menos variedad, es por eso que llegaban a fabricar 600 cruasanes al día, ahora se hacen menos cantidades pero de más variedades, donde encuentras napolitanas, palmeras, bambas, ensaimadas, pepitos…
El secreto de llevar 43 años en el mercado está basado en el trabajo, la constancia y la forma tradicional de hacer los productos adaptándolos a los tiempos modernos pero basados en un control de calidad extremo para conseguir un excelente producto final, con el objetivo de dar al cliente la personalización que busca y merece. El futuro de Pastelería Segado es seguir creciendo profesionalmente y poder abrir más puntos de distribución para estar al alcance de cualquier getafense.
Texto: Natalia Sánchez Martín-Albo
Fotos: Pastelería Segado y N.S.