57 años siendo testigo de lo que pasa en Getafe y al servicio de los getafenses.

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Plantilla actual del Bar la Plaza

El 11 de mayo de 1959 Don Jesús Sacristán Butragueño fundó el Bar Plaza junto a su mujer Doña Julia Redondo Martín, situado en pleno centro de la ciudad de Getafe, en la Plaza de la Constitución, frente al Ayuntamiento. Por aquel entonces Jesús Sacristán era concejal en el Ayuntamiento y seguidamente fue presidente del club de fútbol de Getafe.

Antes de que Jesús Sacristán tomara las riendas de este bar, en ese mismo local había una pequeña taberna que gestionaba una prima de su mujer, junto a su marido, ellos eran los propietarios de toda la vivienda, Ángel Garcerán y Pilar Paredes, los cuales al morir dejaron como herederos a Julia y seguidamente a sus hijos.

La idea de crear este negocio viene de un local anexo, el Bar Nacional, fundado en 1939, que era propiedad de los padres de Julia, “el nacional de Juanito” era como lo conocían, y el cual era gestionado por el hermano de Julia y su marido, Jesús Sacristán. Pero, en 1959, dejó solo a los mandos a su cuñado para centrarse en su propio negocio familiar en la misma calle, pero en el número 12, 10 números más allá.

Segunda y tercera generación

En 1990 Jesús Sacristán se jubila y toman las riendas del negocio sus tres hijos, en la actualidad están al mando dos de ellos, ya que el primogénito, Jesús, está jubilado. Y se han quedado Miguel y Mario. Desde muy pequeñitos los tres hermanos ayudaban en el negocio familiar. Su padre les ponía el mandil y les mandaba a limpiar mesas, a recoger las cosas o a hacer algún recado. A día de hoy, les sigue la tercera generación, Mario y Javier, un hijo de cada uno de ellos que ya forman parte de este negocio familiar.

El local ha evolucionado y ha sufrido varias reformas en sus 57 años de vida, sobre todo en ampliaciones. En origen contaban con unos 40 metros y ahora tienen casi 200. El Bar Plaza ha ido creciendo, con una planta arriba que era una vivienda y se convirtió en un salón, abajo más espacio y salón, y en la parte exterior con una gran terraza que albera veinte mesas.

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Miguel y Mario al mando del bar hoy en día

En cuanto al entorno de su Plaza, ha sufrido hasta tres cambios en medio siglo de existencia. La primera pasaba la carretera por el medio, la cual generaba dos triángulos; luego, al quitar el paso de la carretera se hizo una redonda ajardinada y ahora ya no existe el jardín y hay una piedra con el nuevo edificio del Ayuntamiento.

Los usos y costumbres que se le dan a un bar cafetería también han cambiado. Antes de los 60, generalmente, era gente trabajadora de las grandes fábricas la que se acercaba al Bar Plaza a consecuencia de que la parada del autobús quedaba justamente en la puerta; los obreros tomaban un café o algún licor por la mañana y se convertía en bar freiduría por la tarde. Era el punto central del pueblo, todo lo que pasaba se hacía aquí. Por aquellos años, las calles Madrid y Toledo eran dos vías de tránsito importante, un sitio de paso, ya que era la antigua carretera nacional de Toledo N-401 en el punto kilométrico 13.

A día de hoy, cuenta con clientes de toda la vida, como un tío de los propietarios con 91 años que todavía se sigue acercando a tomar el café, o primos suyos que iban de pequeños mandados por sus padres a por vino a la cueva del bar. Una cueva llena de tinajas de barro de 300 litros con un grifito y el propio cliente bajaba a por su frasquita de ½ litro que costaría unas 4 pesetas para consumir en sus casas.

La demanda de consumo desde los inicios ha cambiado, normalmente antes se pedía un chato de vino que costaba alrededor de una peseta; café, licores, copas de anís, copas de suave. Las cosas que había por aquel entonces, y no había más. Si querían tener barriles de cervezas
tenían que ir a Madrid, y Jesús se acercaba con una moto y un carro para cargar barriles de cerveza, ahora los camiones van repartiendo. Por aquel entonces no había refrescos como los de ahora, y los niños no iban a los bares, aunque podían tener mirinda de las de antes. Pero las cosas han cambiado y mucho, ahora ofrecen una carta con más de trescientos productos entre comida y bebida. El producto estrella que tenían eran los calamares, algo que se conserva hasta la fecha de hoy. Además de tener hamburguesas, solomillo, sándwich, etc. La resolución del negocio resultaba mucho más sencilla, pero ni había tantos medios ni la gente demandaba tantas cosas.

En los años 70 el Bar Plaza sufrió una remodelación, como novedad en Getafe se creó el primero disco-bar, local con música pero sin cobro en la puerta, no era una discoteca. La gente joven iba a bailar, a tomar cerveza y a comer perritos calientes y hamburguesas. Esto era sólo por la tarde, por la mañana seguía siendo cafetería. Así, hasta principios de los 80, que ya volvieron a ser cafetería.

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En el futuro, el Bar Plaza desaparecerá y será una calle que lleve el nombre del fundador como se muestra en la placa.

El Bar Plaza tiene 57 años de historia, por lo que ha sido testigo de diversos eventos, actos y actividades. Entre ellas, cabe destacar la visita del Rey Don Juan Carlos el 12 de febrero de 1997 cuando se inauguró el último edificio del Ayuntamiento de Getafe. Y visitas estelares de ministros y alcaldes de Madrid y Getafe, como Pedro Castro y Ángel Arroyo en los 80 que iban acompañados de distintas autoridades.

Con el tiempo, el Bar Plaza tiende a desaparecer, no se sabe de aquí a cuantos años, pero todo es debido al plan de reordenación de la zona centro en un futuro para hacer pisos, locales comerciales, calles y plazas de garaje. Así, el Bar Plaza quedará en la memoria y el recuerdo de todos aquellos clientes que lo vieron nacer y crecer. Y este punto de encuentro que ha sido tan importante desde sus inicios hasta el día de hoy, será una calle dedicada a la memoria del fundador Jesús Sacristán Butragueño.

La satisfacción que le queda a sus propietarios es haber sido un negocio familiar que ha trabajado de manera constante y profesional, dedicado a esto durante toda la vida, porque lo difícil no es llegar sino mantenerse y ser una cafetería-bar de toda la vida. Y lo mejor de todo esto, es que el Bar Plaza ha tenido los ojos para ver Getafe crecer.

Texto: Natalia Sánchez Martín-Albo
Fotos: Bar Plaza