Virginia Núñez de Arenas Soriano / Mediadora de conflictos

Los conflictos son una parte inevitable de la vida, tanto en el ámbito personal como en el educativo. Sin embargo, es importante aprender a gestionarlos de manera pacífica y positiva, para evitar que se produzcan situaciones de violencia.

La mediación es un método de resolución de conflictos basada en el diálogo y la colaboración entre las partes. Gracias a esta técnica, un mediador neutral facilita el proceso y ayuda a los implicados a hallar una solución satisfactoria para ambos lados. De ahí que sea un mecanismo muy eficaz en el mundo educativo, por su objetivo intrínseco en la prevención de la violencia y mejora de la convivencia escolar.

Así pues, esta herramienta da al alumnado las pautas necesarias para solventar un conflicto de forma pacífica, a escuchar a la otra parte, a ponerse en su lugar y a buscar soluciones posibles. Contribuye a crear un clima de respeto y tolerancia en las aulas, a respetar las diferencias y a convivir con personas con opiniones o comportamientos diferentes.

La mediación no sólo puede ayudar a prevenir la violencia entre el alumnado, sino entre estudiantes y docentes. Aquellos aprenden a expresar sus emociones de forma constructiva y a evitar el uso de la violencia para resolver sus problemas; además, fomenta el tratamiento de aspectos como la discriminación, la desigualdad y la falta de oportunidades, creando un clima de respeto y tolerancia en las clases. Posibilita, asimismo, el desarrollo de habilidades de comunicación como escuchar a la otra parte, expresar sus ideas y sentimientos de forma clara y asertiva, construir acuerdos, identificar y resolver problemas, generando posibles soluciones y evaluando las consecuencias de cada una de ellas, así como mecanismos de empatía y colaboración para alcanzar un objetivo común.

Los centros educativos se encuentran sometidos a grandes cambios, provocados por la propia evolución del sistema, donde cada vez más, la influencia de las nuevas tecnologías como internet y sus redes sociales, son utilizados a edades cada vez más tempranas, teniendo como resultado episodios de violencia que no se sabe cómo afrontar.

Por ello es necesario que las instituciones educativas ofrezcan oportunidades al alumnado para aprender y participar en procesos de mediación, permitan nuevas formas de educar, que cubran las necesidades reales con las que se enfrenta cada día la docencia en las aulas, y brinden herramientas que puedan beneficiar a toda la comunidad educativa, independientemente de su edad, género, nivel socioeconómico u origen cultural.