La trayectoria de una pionera que ideó un equipo creativo e innovador.

Ino Experience ArtIno Crespo, Ino, descubre a los 12 años, que quiere ser veterinaria para ayudar a venir al mundo a miles de terneros, mientras ayudaba a cuidar las cuatro vacas lecheras que poseían sus padres, como complemento económico al sueldo de la mina. Fue sólo un sueño. Su camino en la vida seguiría otra trayectoria. Y en ese camino está presente la voluntad, y visión de futuro, de su madre, la persona más fuerte de la familia. “En aquella época éramos muy maduros y muy conscientes de nuestras limitaciones
económicas”, dice.

Tras realizar la EGB, su madre, de raíz catalana, la anima a aprender a coser, algo que a la jovencita no le suponía ningún atractivo, por lo que le pide a su madre que, en su lugar, le permita ayudar en la peluquería a una vecina. La madre, viendo el interés que esta profesión despierta en Ino, y siendo una mujer con una amplia visión de futuro, decide que siga en ella, pero no de cualquier manera, sino de la forma más profesional posible y recibiendo la mejor formación que en ese momento pueda tener. La
solución es hacer Formación Profesional, lo que conlleva que deba desplazarse durante todo el curso a Alcázar de San Juan, único lugar de la provincia donde, entonces, se impartía esta formación.

Allí recibe clases de peluquería, a la vez que una formación cultural amplia, puesto que se dan las asignaturas propias del bachillerato de entonces, hace cerca de 40 años, formación que todavía hoy Ino agradece por encima de todo. Estudios que pudo hacer gracias a una beca. “Nunca le agradeceré lo suficiente a mi madre que me encaminase hacia el estudio. Una de las cosas que descubrí en Alcázar, etapa maravillosa porque yo creía que íbamos a hacer la parte amanuense de la profesión, fue el descubrimiento de la tecnología, que era estudiar el cabello, sus características, brillo y composición,
cualidades y enfermedades del mismo, al igual que de la piel. Ese conocimiento que adquirí me ha acompañado hasta ahora”, comenta.

Dos años dura esta formación y, cuando termina, Ino se da cuenta de que todavía le queda mucho por aprender. Su inquietud por saber no tiene límite y se embarca inmediatamente en el segundo ciclo de FP, el de Maestría. Pero para ello tiene que desplazarse a Madrid donde, además de estudiar “nocturno”, tiene que trabajar para poderse mantener allí.

Lo logra gracias a los míticos anuncios por palabras del diario “Ya” de finales de los 70. Entra a trabajar en una peluquería cuya dueña conoce poco del oficio, por lo que se pone al frente del negocio y le permite “hacer el tipo de peluquería que yo concebía, en función de lo que había aprendido con Isabel Rojas, mi magnífica profesora, una peluquería distinta al mero montaje que entonces se hacía, y que era muy difícil de mantener, pues se realizaba de forma totalmente artificial. Yo buscaba algo nuevo, distinto, algo que, posteriormente y fuera de España, descubrí que también se buscaba o hacía”.

Pero, a veces, la vida marca sus etapas al margen de la voluntad de las personas. Problemas familiares
hacen que, tras estar un año en Madrid, Ino tenga que regresar a Almadén, y, con 17 años, monta allí su primera peluquería. En aquel momento la población todavía vivía un importante auge económico y mantenía otra docena de peluquerías. Muy pronto, todo el mundo se da cuenta de que ésta era distinta, una peluquería de “búsqueda” , al frente de la cual hay una persona que investiga constantemente, hace cursos, sale en busca de colores y formas nuevas, realizando un cuidado del cabello que ningún cliente
había visto hasta entonces. Así, las visitas a Barcelona se multiplican, aprovechando cualquier hueco en el trabajo. Igualmente recibe formación en sus viajes a París, Londres y Milán, “mi triángulo perfecto”, dice, donde entra en contacto con los mejores peluqueros de Europa.

Así, poco a poco, Ino Crespo empieza a ser INO Peluquerías y la fama se extiende por toda la comarca (“empieza a llegarme gente, cosa que se mantiene hasta hoy, que está buscando otro tipo de peluquería”) siendo numerosa la clientela que logra en los 9 años que dura esta primera etapa.

Ayer y hoy de Ino Experience ArtEn este momento, se produce uno de esos hechos que marcan una carrera. Ino busca salir de la provincia y es seleccionada para trabajar en Barcelona con Llongueras. Y, lo que parece un regalo del cielo, resulta ser una gran decepción. No le gusta el concepto que Llongueras tiene de la peluquería, ya que está más enfocada al negocio que al cuidado real del cabello, y, tras cuatro meses de trabajo, Ino se despide de
Barcelona: “A mí me gustaba cuidar el cabello, a ellos la caja. Un corte estupendo, un color estupendo, en un cabello deteriorado, nunca es bonito”.

Regresa a Ciudad Real, para mantenerse en un lugar equidistante de su familia (su hermano reside en Toledo, su hermana en Infantes y su padre en Almadén), y monta su peluquería en la capital, un local en la calle Calatrava “abierto al exterior, ya que entonces las peluquerías, todas, miraban hacia dentro, yo traigo la peluquería europea. En este local invierto todos mis ahorros. Nos encontramos en el año 1989 y, en ese momento, en la ciudad no me conocía casi nadie. Mi peluquería es tanto para hombres como para mujeres”, explica. Y muy pronto sus peinados y colores empiezan a coger fama. Es una auténtica revolución en el sector, sobre todo por el trato tan personalizado que se estableceentre Ino Peluquerías y clientes.

Al igual que ocurrió en Almadén el éxito va creciendo día a día, y el espacio para ella y su equipo se empieza a quedar pequeño. Pese a ello, pasan 16 años antes de dar el siguiente paso, soñando con convertir la peluquería en un espacio “más relajante y cómodo para los clientes, separando más a unos de otros, de forma que se logre un clima de complicidad entre cliente y peluquero, y que el primero se considere como único y exclusivo”, comenta. En estos 16 años, Ino ya había montado también un nuevo salón en la calle La Mata, y ampliado su equipo inicial, un salón de aire más juvenil y una peluquería más asequible para todos, con un horario muy abierto, abriendo, de forma pionera, el sábado por la tarde.

El siguiente paso será el montaje del nuevo centro en la calle Reyes, cerca de la Catedral, un salón elegante, cómodo, exclusivo, con una decoración en madera, que marca un antes y un después en Ciudad Real. Y se lleva todos los ahorros de Ino. La especulación inmobiliaria que se produce en los años 90 y comienzos de siglo en la capital, con el abuso en el precio de los alquileres, obliga a Ino y equipo a un constante movimiento de aperturas y cierres. Así, cierra el salón de Mata y lo traslada a Ronda de
Granada, a otro innovador salón. A la vez, en esos años abre un nuevo centro en Miguelturra. Y así, poco a poco, con una renovación de proyectos, con apuestas empresariales arriesgadas, otras ambiciosas, llegamos a la crisis, y no queda más remedio que replantearse la situación para poder sobrevivir y mantener un equipo profesional. Abandona el local de Reyes, cierra Miguelturra por motivos económicos, y apuesta por adquirir su primer y actual local, en la Avenida de las Lagunas de Ruidera 18, con la idea de realizar el gran proyecto de peluquería de Ino, renunciando al anterior proyecto de empresa o franquicia, por el que había apostado en los años anteriores.

Donde nos encontramos en la actualidad con un Centro de Imagen y Belleza Integral, y un equipo de 8 personas, que apuestan por la peluquería y estética de calidad, sin clasismos, muy democrática para quienes buscan un nivel de altura pero diferente, con clientes de toda la provincia que buscan, además de peluquería, estética de alta calidad, y a quienes se ofrecen las mejores marcas cosméticas, y se ponen en
manos de un gran equipo de profesionales en constante formación (conciliando la vida laboral y la familiar, porque la formación se da en horario laboral), equipo de profesionales que gozan de contratos estables, y no eventuales de algunos días a la semana, como hacen en otras peluquerías.

“Nuestro proyecto lo hemos llamado Ino Experience Art, y es una apuesta por la calidad, el servicio y la profesionalidad. Muestra mi personalidad, pues siempre he apostado por las personas, por contar con un gran equipo de profesionales que me sigan en el proyecto, como el que tengo. Somos un Centro Integral de Belleza, avalado por grandes firmas, que hacemos peluquería sostenible, muy estudiada para que se
mantenga en el tiempo, y contamos con una cabina privada de peluquería para cuidados estéticos personalizados, además de una cabina privada de relax y cuidado del cabello, nuestro Spa del Cabello”, termina diciendo Ino Crespo, a quien la revista Vogue consideró una de las 3 principales másters de la tijera española, y quien también fue pionera en incorporar las redes sociales a su negocio www.inoexperienceart.com, a comienzos de este siglo, y hoy está en 8 de ellas, entre ellas www.facebook.com/ino.peluquerias, www.facebook.com/Inoexperienceart e @inopeluquerias.

Texto: Ayer&hoy
Fotos: Ino Experience Art