Raúl Fernández Sánchez / Colaborador BM Caserío

El balonmano no es solo un deporte en Ciudad Real, es una forma de vida. En los días grandes de partido se respira en las calles un sentimiento que se aleja de lo cotidiano, de lo inteligible, cercano a lo místico. El balonmano ha unido a la ciudad, creando lazos inquebrantables entre personas de todas las edades y orígenes.

Es por ello que la clasificación para la fase final de la Copa del Rey no solo es un logro para nuestro equipo, sino también un triunfo para toda la ciudad. En el último partido contra el Puente Genil, más de 3.000 aficionados abarrotaron las gradas, creando un ambiente que recuerda a épocas pretéritas. Ese aliento y apoyo incondicional de nuestra ciudad en masa fue una experiencia verdaderamente inspiradora, y nos recordó el impacto que nuestro equipo tiene en las vidas de tantas personas en nuestra ciudad.

Desde el primer día de la temporada, nos hemos dedicado a trabajar arduamente, a superar obstáculos y a desafiar nuestras propias limitaciones en busca de la grandeza. Cada entrenamiento ha sido una oportunidad para pulir nuestras habilidades y afinar nuestra estrategia, sabiendo que el camino hacia la cima no sería fácil, pero estábamos dispuestos a enfrentarlo con valentía y determinación.

Pero el alcance de nuestro éxito no se limita únicamente al ámbito real. En el mundo digital, las noticias sobre nuestra clasificación para la fase final de la Copa del Rey han generado un enorme revuelo en las redes sociales e internet en general. En plataformas como Twitter, Facebook e Instagram, entre otras, nuestras publicaciones sobre el partido contra Puente Genil han acumulado más de 100.000 visualizaciones, lo que pone de manifiesto el poder mediático que ostentamos para conectar con los aficionados más allá de las fronteras físicas de nuestra ciudad.

El hecho de que nuestra clasificación para la fase final de la Copa del Rey haya generado tal repercusión en las redes sociales es una prueba fehaciente del impacto que nuestro club tiene en el mundo del balonmano y del deporte.

Pero nuestros objetivos están lejos de terminar aquí. A medida que nos preparamos para enfrentarnos a algunos de los mejores equipos de la Liga ASOBAL en la fase final de la Copa del Rey, sabemos que el verdadero desafío aún está por venir. Nos sentimos preparados para abrazar el desafío, confiando en la fortaleza de nuestro club y en el apoyo infatigable de nuestra comunidad balonmanera.

Ciudad Real necesita el balonmano, y el balonmano nacional de élite necesita a Ciudad Real. En medio de todo esto, está nuestro club, listo para representar a nuestra ciudad con honor y determinación. Lo lograremos.

¡Aúpa Caserío!