La emisora municipal ha emitido un programa especial en la Plaza de España donde se ha reflexionado sobre la situación de la igualdad en Daimiel; de lo que se ha avanzado y de lo mucho que todavía queda por hacer.
Radio Daimiel ha celebrado este martes el Día Internacional de la Mujer con un programa especial desde la Plaza de España donde de 9:00 a 11:30 horas se ha reflexionado sobre la situación de la igualdad en el municipio. Un análisis apoyado en el trabajo que realiza el Centro de Mujer y en diferentes testimonios de daimieleños y daimieleñas, especialmente éstas últimas, que por su experiencia profesional y personal pueden servir de ejemplo en diferentes áreas. A este amplio abanico también se ha sumado al inicio del programa el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, que repasaba las políticas municipales que impulsa el Ayuntamiento. “Este equipo de Gobierno ha apostado por el Centro de Mujer y su acción formativa con las asociaciones y en los centros educativos”, resumía Sierra.
También participaba la concejala de Mujer, Alicia Loro, que valoraba la implicación de la emisora municipal en la conmemoración de este 8 de marzo y que animaba a seguir luchando por una igualdad real. “Aún quedan muchos flecos por resolver y tenemos que trabajar en equipo, hombres y mujeres, para conseguirlo”, destacaba.
Y es que durante la mañana se ha constatado que todavía prevalecen tics machistas en las relaciones de pareja, como apuntaba Blanca Baeza, matrona y Premio Mujer Daimiel 2016. “Recientemente en mi consulta he escuchado que una niña de 15 años no se pinta los labios por los celos de su novio o que una mujer de 30 que no puede tener Facebook o Whatsapp porque su pareja no quiere, y eso es solo la punta del iceberg”, relataba. “Micromachismos o neomachismos”, como los catalogaba Esther Gordillo, psicóloga del Centro de Mujer, quien destacaba la desigualdad que todavía preside la mayoría relaciones de pareja. Observaciones compartían la dinamizadora social del Centro Mujer, Inmaculada Orellana; la Educadora Social de Torralba de Calatrava, Pilar Calderón; o el presidente de Asoaciación de Hombres por lgualdad Género en Aragón, José Manuel Galdo, quién pedía la implicación de los hombres para avanzar con más firmeza. “Es un trabajo de todos” y ahí los hombres que, decía, han interiorizado “un privilegio injusto” tiene que ser “conscientes” de esa herencia social para propiciar la igualdad
Se ha sumado la mesa la joven futbolista daimieleña, Yolanda Aguirre, que hace dos semanas debutaba en la portería de la selección española sub19 y que ha vuelto a ser convocada para una concentración. A Yoli, como se le conoce en el mundo del fútbol, le gustaría que “el fútbol femenino tuviera en España el mismo reconocimiento que en otros países como Estados Unidos, Alemania o Suecia” y poder así cumplir su sueño de ser profesional. “En nuestro país solo hay tres equipos donde las jugadoras cobran”, señalaba.
Desde el punto de la educación, Inés Manzano, maestra jubilada e histórica directora del colegio Albuera, recalcaba que “la familia es la base de todo y los roles se aprenden en casa”. Por esta razón Manzano reseñaba que la formación en valores que se trabaja en los colegios tiene que ir acompasada de la que se recibe en el hogar.
El perfil de la mujer empresaria lo ha aportado la abogada Marisol Ortega, quien reconocía lo que a ella y a otras letradas de su generación les costó entrar en un sector que hasta hace dos décadas era predominantemente masculino en Daimiel. “En 1995 no había mujeres, solo hombres de un perfil determinado y eso afortunadamente ha cambiado”, decía Ortega.
Y el colofón a todos estos testimonios de acento femenino lo ponía Fernando Sanroma. Casado y con dos hijos de 8 y 3 años, fue él quien hace unos años decidió asumir las riendas de la casa y así su mujer no tuviera que elegir entre su trabajo y su familia. “Lo tuve muy claro, y me dio igual lo que pudieran pensar, nosotros sabíamos que era lo mejor”, remarcaba. Ahora, los dos trabajan fuera y dentro del hogar, y reconocía que durante esta etapa se dio cuenta de lo que supuso para su madre criar 5 hijos, “mucho más trabajo que muchos oficios”, concluía.
