María del Mar Sánchez-Migallón / Departamento de Formación
y Proyectos OYE

Los equipos unidos son más felices. Cuando cada miembro está integrado y reconocido en el engranaje y es asumido por el resto, aparecen mágicamente habilidades como la empatía, la resolución constructiva de conflictos, la comunicación asertiva, el autoconocimiento y el conocimiento de los demás y la coordinación de las tareas.

Y no estamos hablando de adorar a cada persona que forme parte de tu equipo. Los “quereres” no pueden elegirse, son viscerales y emocionales (aunque tengan su parte racional). No vamos a decirte, por tanto, que la clave para formar parte de un equipo cohesionado sea profesar amor y/o admiración por la gente que te rodea profesionalmente.

Si la existencia de equipos unidos y sólidos estuviera basada en esto, no habría ni un solo grupo de personas unidas por el desempeño profesional en el que hubiera una verdadera simbiosis. Te dejamos 5 enseñanzas básicas que ejercerán una influencia adecuada en el noble objetivo de tener un equipo unido, sólido, férreo y fuerte:

1. Conócete a ti y a los demás.- El primer paso es el autoconocimiento y el conocimiento de los demás. ¿Qué voy a respetar si no me esfuerzo en saber qué debo respetar? ¿Cómo voy a no sentirme agredido/a por otros si no entiendo el por qué de sus reacciones? Manos a la obra. En OyE tenemos una herramienta maravillosa, Structogram® y Triogram® que puede ayudarte.

2. La empatía.- Cuando conocemos y asumimos, aparece la empatía. Solo conociendo podemos entender, encajar y respirar hondo ante ciertas actitudes de los que nos rodean. Te volverás menos susceptible y te resultará más fácil comprenderlos valores y principios del resto. Y esto te ayudará a ampliar tu mapa de opinión y a recibir con los brazos abiertos aportaciones del resto de miembros ante circunstancias a solucionar o a enfocar en el entorno profesional (¡ojo!, y personal).

3. La comunicación asertiva.- Si a esto le añadimos el ejercicio de una comunicación asertiva, los resultados ya empezarían a ser visibles. La esencia es decir todo lo que se tiene que decir bajo una premisa fundamental: no herir. Busca la palabra, el gesto, la háptica, la oculesia, la kinesia y la prosodia adecuadas y triunfa.

4. Resuelve conflictos.- Ya estaríamos preparados/as para resolver conflictos constructivamente. Cuando se produce la diferencia de criterio, un equipo cohesionado tira de su conocimiento sobre el resto para entender; al empatizar, podrá incorporar nuevas formas de pensar poniendo en valor la aportación antes de “discutir” y, finalmente, construirá el mensaje que saldrá de su boca, de su mente y de su cuerpo desde la asertividad, facilitando el entendimiento.

5. Gestiona las tareas.- La guinda del pastel la pondrá una buena coordinación y distribución de tareas. Lee entrelíneas para, basándote en los talentos, hacer un reparto de labores y responsabilidades acordes al conocimiento de los comportamientos y habilidades de cada persona.

No podemos decirte que es un proceso rápido y fácil para tener equipos unidos, pero podemos afirmar desde OyE que es totalmente factible.