ana-moreno

Ana Moreno. Maquilladora profesional

En el número anterior hablábamos de lo importante que es escogerla base de maquillaje adecuada para nuestra piel, tanto el color como para cada tipo de piel.

Saber qué tipo de piel tenemos y qué cuidado específico necesitamos para ella no es una tarea sencilla. Por eso, en el artículo de hoy vamos a hablar de cómo localizar qué tipo de piel tenemos y cómo vamos a tratarla cada día.

El cuidado básico que todas las pieles necesitan son limpieza e hidratación. Por supuesto podemos añadir productos tonificantes, sueros, etcétera, pero nunca podemos prescindir de una buena limpiadora y un hidratante tanto para rostro, como para el contorno del ojo.

La limpiadora que utilicemos en el caso de las mujeres puede ser también desmaquillante y más adelante enumeraremos el tipo de limpiadoras que recomendamos para cada tipo de piel.

Para hidratar nuestra piel de manera correcta debemos lograr el equilibrio perfecto entre nivel de agua y de aceites.

Absolutamente todas las pieles necesitan utilizar una crema hidratante. Si tu piel es muy grasa, significa que necesitas una crema con un alto nivel de agua y bajo en aceites, pero no que puedas prescindir de hidratarla. En el momento en que una persona necesita utilizar crema hidratante para el rostro necesariamente lo necesita también para el contorno del ojo.

A menudo tenemos la idea de que la hidratante de contorno de ojos sirve como producto antiedad exclusivamente y es una idea errónea ya que esta zona es mucho más delicada que la del resto de la piel, ya que es mucho más fina y por ello debemos utilizar una hidratación
diferente a la del resto del rostro, y nunca la misma crema para todo, que podría dañar esta piel tan delicada.

A continuación, vamos a ver cómo podemos identificar nuestra piel de manera muy sencilla comparándola con vegetales y así conocer las distintas opciones de cuidado diario que existen.

rostro– Piel tipo «cebolla»:

Es una piel seca áspera que a menudo al tocarla notamos células muertas carente de luminosidad. No es porosa. Cuando salimos de la ducha la notamos tirante y tiene marcadas las líneas de expresión.

Este tipo de piel necesita un elevado nivel de agua y de aceites.

Para limpiar esta piel necesitaríamos una loción en textura aceite, o leche limpiadora. Nunca jabonosa.

Estaría bien añadir un tónico hidratante y mejor aún si nos permitiera ponerlo en la piel sin algodón, tan solo con los dedos.

Opcionalmente podemos añadir un suero con alta concentración de aceites y agentes hidratantes y que aporte luminosidad.

La crema perfecta para esta piel es una crema densa que nos deje la piel jugosa nada más aplicarla alta en hidratación y nutrición, al igual que la crema de contorno de ojos.

– Piel tipo «patata»:

Es una piel que interiormente notamos hidratación, sin embargo en la capa superior está más seca y áspera. Es poco porosa, o solo en zonas.

En este caso necesitaremos una hidratante rica en agentes nutritivos para mantener un aspecto saludable en las capas superiores de la piel.

Limpiaremos la piel con una leche limpiadora o con un producto jabonoso rico en glicerina. Sería interesante utilizar un tónico equilibrante que elimine el exceso de grasa en la zona de la nariz, frente y barbilla y, sin embargo, nos mantenga la humedad en el resto del rostro.

Al igual que la crema de hidratación debe ser hidratante y nutritiva a partes iguales.

– Piel tipo » naranja»:

Es una piel porosa, que a menudo presenta brillos, suele ser acneica y rara vez presenta líneas de expresión.

Para el cuidado de la piel necesitamos una limpieza con un producto jabonoso que elimine el exceso de bacterias.

Podemos utilizar tónico que elimine el exceso de grasa y un suero que nos ayude a minimizar el poro.

La hidratante del rostro necesitará un nivel muy alto de agua y que no contenga aceites ya que nuestra piel lo produce de forma natural. Las hidratantes tipo gel son una buena opción.

– Y por último el tipo de piel «tomate»:

Superficie lisa poco porosa muy confortable al tacto y con gran luminosidad. Sería lo que se llama una piel perfecta.

La limpieza se haría o bien con una leche limpiadora o con un producto jabonoso.

Tanto el tónico como el suero son opcionales y en caso de añadirlo nos serviría para equilibrar y dar luminosidad a la piel. La hidratante ha de contener un nivel muy parecido de aceites y agua ya que nuestra piel lo equilibra de forma natural.