El concepto de chimenea como sistema de calefacción ha perdido mucho protagonismo frente a los sistemas más modernos, más eficientes, y más sostenibles, para calentar nuestro hogar. Esto ha hecho que las chimeneas hayan evolucionado enormemente estos últimos años, pasando de grandes chimeneas que generaban montones de residuos y ocupaban mucho espacio, a chimeneas portátiles que podemos controlar desde nuestro móvil.
La palabra hogar procede del latín focus, que significa también fuego. Desde los orígenes de la cultura occidental, las casas han tenido siempre una llama viva, normalmente localizada en el centro de la vivienda. Esta relación del hogar y el fuego ha ido desapareciendo con el tiempo, ya que las necesidades de la luz y el calor han sido suplidas con soluciones más seguras y sencillas, pero el fuego sigue teniendo un efecto hipnótico y relajante en las personas. Las chimeneas son cada vez más un elemento de diseño y decoración, un objeto que invita a la reunión y al confort de aquellos que lo rodean.
Chimeneas de leña.- Las de toda la vida, las que todos conocemos y tan agradables son de encender en un día invernal. Las chimeneas de leña se siguen instalando en la actualidad pero cada vez es menos habitual encontrarlas en viviendas modernas. Este tipo de chimenea es la que más calor genera de todas y con una chimenea pequeña puedes llegar a calentar un salón por completo. Por desgracia, tiene multitud de inconvenientes que la hacen menos atractiva a los ojos del comprador. Generan gran cantidad de residuos, principalmente cenizas. Necesitas espacio para almacenar leña. Encendiendo a diario la chimenea, el consumo de leña puede llegar a una tonelada al mes. La temperatura es difícilmente regulable. Es obligatorio la salida de humos a cubierta y requiere de un tiro de al menos 20cm de diámetro que con el aislamiento ya se va a 25-30cm. No se puede desatender. El fuego debe ser alimentado a menudo para mantenerlo vivo y si se descuida puede causar accidentes. Su rendimiento energético es muy bajo, la mayor parte del calor generado se pierde por el tiro. Requiere obra para instalarse. Alguno de estos problemas se solucionan con la colocación de puertas, reguladores de tiro o recuperadores de calor. Por esta razón la mayoría de chimeneas de leña que se instalan actualmente son de tipo cassette.
A la pregunta de si puedo instalarla en mi casa, en pisos y viviendas colectivas es No. Si originalmente el edificio no contaba con chimenea de leña difícilmente podrás ponerla. Ninguna comunidad de vecinos ni ningún Ayuntamiento te permitirá realizar la obra. Si vives en un ático lo tendrías un poco más fácil al no afectar al resto de vecinos, pero así es difícil que te concedan licencia. En chalés y viviendas unifamiliares es una posibilidad. Si tu casa no tiene tiro para chimeneas y quieres poner una, debes saber que aunque la chimenea no computa en metros cuadrados de vivienda, sí suele afectar al aspecto de fachada y a la altura total de la edificación, y estas alteraciones pueden darte problemas de cara al Ayuntamiento. Si quieres instalar una chimenea de leña en tu casa, consulta a un técnico competente antes de realizar la obra.
Chimeneas de gas.- Son el siguiente paso a las clásicas de leña. Este tipo de chimeneas están muy extendidas por Europa, y en España se están instalando. Su funcionamiento es tan sencillo como el de los fogones de una cocina y puede utilizar el mismo gas. Entre las ventajas de estas chimeneas encontramos que no generan residuos, no generan humos, ocupan poco, son muy eficientes, se encienden instantáneamente y son regulables. Pero la mayor ventaja frente a las chimeneas de leña es que necesitan un tiro menor y que vale con colocar un tubo galvanizado, por lo que reduce significativamente la dificultad de la obra.
Si hablamos de inconvenientes, la chimenea de gas no se libra de ellos, aunque al principio parezca muy superior a las de leña, este tipo de chimeneas tiene ciertos contras que no podemos pasar por alto. Su instalación es más técnica que la leña, por lo que se necesita mano de obra cualificada para instalarse. Es necesario que el edificio o vivienda esté gasificado. Son caras, hasta diez veces más que las chimeneas convencionales, además el combustible en este caso el gas es más caro que la leña. Las llamas aunque reales, son estáticas, es decir, que son siempre iguales. Para evitar esto existen de gas que incorporan ventiladores que mueven las llamas. Además podemos colocarles leña cerámica o piedras para hacerlo más realista.
Para más información: Tfno.: 686 47 61 91
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