San Valentín no es un invento ni de los americanos ni de las grandes superficies. No es un día dedicado a las compras compulsivas. San Valentín es ese día que está dedicado a los enamorados. Pero todos sabemos que el amor es un fuego que, si no se alimenta, pronto termina en cenizas. Claro que el fuego se nutre con muchos y diferentes combustibles: con maderas livianas que arrojan luz y humo pero poco calor, con maderas compactas que producen mucho calor y lo conservan durante mucho tiempo, son líquidos inflamables que provocan llamaradas relámpago que sólo deslumbran y sumen, después, en la oscuridad, con materiales cuya combustión termina produciendo olores nauseabundos o subyugantes aromas…

Ese combustible son los detalles que cada enamorado espera en este día. Y no todos los enamorados funcionan con el mismo combustible. A muchos les vale un beso. Otros necesitan ese detalle que perdure, esa pequeña joya que acariciar durante mucho tiempo, o ese momento compartido en algún lugar único que perdurará en la memoria con el paso de los años. Hablamos de ese ramo de rosas que llega por sorpresa, de esa cena íntima de la que no sabíamos nada, de esa escapada de fin de semana que valdrá más que todas las vacaciones del año, de esa pequeña joya que seguiremos acariciando cuando la soledad se empeña en atenazarnos. Desde estas páginas de Ayer&hoy, ofrecemos algunas opciones para aquellos que todavía duden sobre qué combustible aportar a ese fuego que desean nunca se apague.

Viaje de fin de semana

La escapada en pareja durante el fin de semana es uno de los regalos que en esta fecha más se están potenciando por parte de las agencias de viaje. Es verdad que por lo escaso del tiempo ha de tratarse de destinos sencillos de alcanzar, y por la época, ajenos al sol y la playa. En los últimos años triunfan las casas rurales en espacios naturales de gran atractivo, en las que se ofrece intimidad, servicios (especialmente restaurantes) y a veces mucho deporte, como pueda ser excursiones a caballo o, si el tiempo lo permite, pistas de esquí. También apuestan fuerte en esta fecha los hoteles balneario. Un ejemplo puede ser el hotel Valle del Jerte (lugar famoso poco tiempo después de esta fecha por la espectacular floración de los cerezos), donde a las sesiones de relax en pareja que ofrece el agua termal se suman los menús degustación de un paquete fin de semana que incluye dos noches de alojamiento. Además, al ser una fecha muy especial, estas ofertas de los balnearios cuentan con precios especiales y regalos sorpresa en las habitaciones.

Un coche y una cena romántica

Y puestos ya a vender no nos conformamos con el regalo inmediato, sino que montamos toda una fiesta alrededor de la efemérides (eso sí, pagando el invitado de su bolsillo) con el fin de que, posteriormente, termine enamorándose del coche que le ha servido durante dicha jornada. Así al menos entendemos esta noticia emitida por la empresa de automóviles francesa DS, ofrecerá durante este mes de febrero un servicio exclusivo de conductor con un DS 5 y una experiencia gastronómica, con motivo de la celebración del Día de San Valentín.

DS ha indicado que las personas que disfruten de esta iniciativa serán trasladadas por un chófer durante toda la tarde para ir de compras, conocer diferentes rincones de Madrid o visitar zonas de aparcamiento complicado.

Una vez terminados los recorridos por la capital española, el conductor acercará a la pareja a uno de los restaurantes más exclusivos de Madrid, que cuenta con una de las prestigiosas estrellas Michelin.
Este servicio, denominado DS Love, contará con una botella de champán francés para los participantes y culminará con una experiencia gastronómica con un menú seleccionado con maridaje de vino. El precio es a partir de 300 euros para dos personas.

Flores y Joyas

Varios estudios comerciales revelan datos sobre cómo nos comportamos los consumidores de ambos sexos cuando llega San Valentín. Lo celebran cuatro de cada diez personas y nos gastamos una media de 50 euros en regalos, más los hombres que las mujeres. Las mujeres esperan sobre todo un buen ramo de flores o algún tipo de joya aunque las nuevas tecnologías están muy de moda. En cambio los hombres prefieren ropa o algún reloj.

Centrándonos en el sector de las flores, los ramos de rosas o tulipanes adornados con otras flores suelen ser los más demandados, unos clásicos en esta fecha. En cuanto al sector de la joyería-relojería existe mucha variedad de demanda como puede ser alguna sortija, colgante o algún reloj tanto para él como para ella. Para ambos sectores, un año más San Valentín reparte regalos entre todos los enamorados de la comarca y contribuye a dar un empujón a los comercios en estos tiempos difíciles. Si aún no sabes que comprar a tu pareja, unas flores o una joya es algo que nunca falla en este 14 de febrero, Día de San Valentín.

¿Quién fue San Valentín?

Finalmente, por si algún lector la desconoce, contamos la historia de San Valentín, pues como decíamos al principio, no es un invento norteamericano, aunque como tantas veces, fueron estos los que, a mediados del siglo XIX, lo rescataron del olvido y lo convirtieron en un negocio. Eso sí, ellos, no nosotros.
El origen de San Valentín se remonta a la época del Imperio Romano, ya que este santo era un sacerdote que, hacia el siglo III, ejercía su ministerio en Roma durante el reinado del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes porque, en su opinión, los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras.

El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador celebrando en secreto matrimonios para jóvenes enamorados, de ahí que se haya popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados. El emperador Claudio II se enteró y como San Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó al palacio, hecho que el santo aprovechó para hacer proselitismo del cristianismo. Aunque en un principio Claudio II mostró interés, sus consejeros le convencieron de lo contrario y el emperador dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Entonces, el oficial Asterius, encargado de encarcelarlo, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Lo retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista. Este hecho convulsionó a Asterius y su familia, se convirtió al cristianismo. Pese a ello San Valentín siguió preso y el emperador ordenó que lo martirizaran y ejecutaran, lo que según la tradición tuvo lugar el 14 de febrero del año 270. La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos.