Con algunas novedades escénicas y el debut de Santiago López como “Moniquito”.

La Rosa del AzafránLa 31ª Semana de la Zarzuela puso el broche de oro al ciclo con una nueva puesta en escena de la obra solanera “La rosa del azafrán”. La compañía lírica Maestro Andrés Uriel de la Asociación Cultural Amigos de la Zarzuela, en colaboración con Musiarte Producciones, presentó algunas novedades escénicas, destacando el debut de Santiago López en el papel de “Moniquito”.

La enésima representación del libreto creado por Federico Romero contó con un nuevo rostro para encarnar al personaje más divertido de la obra. Santiago López se bautizó como nuevo “Moniquito”, sustituyendo al sempiterno Luís Romero de Ávila tras casi un centenar de representaciones dándole vida como tenor cómico. El novel artista se desenvolvió con soltura en la dramatización y también demostró sus dotes musicales, en una completa actuación que fue muy reconocida por el público y especialmente por sus compañeros de reparto.

Gregorio Uriel, el eterno “Don Generoso”, aplaudió la actuación de su compañero y abogó por la regeneración del grupo “era un relevo lógico por cuestiones de edad, ya que Luís se iba haciendo mayor para interpretar al personaje”, sentenció. Uriel tiene claro que “el grupo tiene que regenerarse, y especialmente en los hombres”, argumentando que están bien cubiertos en la sección femenina.

Lo mismo ocurrió con otros personajes hasta llegar a los actuales, habiendo visto otras caras en los papeles de Juan Pedro, Sagrario ó Catalina, en estos más de treinta años como asociación.

José Manuel León volvió a protagonizar a “Juan Pedro”, habiéndose asentado definitivamente en su rol para “enamorar” a la incombustible Petri Casado como “Sagrario”. María Dolores Camacho hizo el papel de “Catalina” y Petra Martín-Albo dio vida a “Custodia”, mientras que Julián García-Cervigón volvió a encarnar al malogrado “Carracuca”.

El montaje tuvo algunos retoques escénicos como el vistoso pasaje de “Las Espigadoras”, lo que se desarrolla en el patio de butacas “para que la gente sienta la obra de una forma más cercana”, dijo Uriel, indicando que suelen incluir alguna novedad “pero sin quitar la esencia principal del libreto”.

El componente de la ACAZ aseguró que trabajan muy duro durante el año hasta que llega el ciclo, lo que hacen con mucha ilusión y esfuerzo para sacarlo adelante como lo demuestran los más de treinta años de festival.

También hizo un completo balance de todas las actividades de la Semana, saliendo muy airosos de las distintas representaciones zarzueleras y teatrales.