Las mejores carnes, mariscos y fabadas.

Hace 28 años que Casa Justo abrió sus puertas en el número 93 de la calle Campo de Tomelloso. Desde entonces, tomelloseros y visitantes tienen en este establecimiento todo un referente de la gastronomía manchega,  especialmente por sus asados diarios, mariscos y carnes a la piedra.

Este negocio familiar, dirigido por Justo López Ortiz y su esposa Eloísa Jareño al que se unieron después sus dos hijos, ha sabido adecuarse al paso de los tiempos ofreciendo una cocina tradicional e innovadora. En sus fogones
siempre se ha trabajado con la mejor materia prima, tanto en carnes: lechazo, paletilla, cochinillo, buey al plato caliente…, como en pescados, además de sus viveros de marisco con bogavante, y gamba blanca de Huelva, almejas de carril y percebes traídos directamente desde Mercamadrid.

En Casa Justo, además de su menú diario de 11 euros con 7 u 8 primeros y 7 u 8 segundos, es muy solicitado su menú familiar (tanto laborables como fines de semana), de 20 euros, con dos entrantes, un arroz con carabineros o arroz con bogavante y carne o pescado a elegir. Menú que se alterna a lo largo del año con otro de origen asturiano a base de fabada, cachopo y arroz con leche.

Casa Justo emprendió hace unos siete años unas jornadas de cocina asturiana que repetirá este mes de marzo. Gracias a ello, Casa Justo ha llegado en 2016 a estar entre los semifinalistas del certamen ‘La mejor fabada del mundo’ en el que han participado 90 establecimientos de toda España, algunos asturianos.

La calidad culinaria de Casa Justo se completa con una valiosa cava de vinos donde se atesoran más de 120 referencias de todas las denominaciones de origen. Casa Justo abre de 9 de la mañana a 1 de la madrugada, cierra los lunes después de las comidas.

En los últimos años ha ampliado su oferta gastronómica enfocada a bodas y eventos. Así, cuenta con dos nuevas instalaciones, una en el Camino Real de Tomelloso, en la finca López Linares, con
una carpa para 400 comensales y 400 más en los jardines; y otra, en Socuéllamos, en bodegas Alvisa, con dos espacios para 250 y 600 personas.