José Crespo García

José Crespo García / azulalicia fotografía

José Crespo García nació en Membrilla donde da sus primeros pasos en el sector de la hostelería que compatibiliza con la agricultura. Posteriormente pasa a Manzanares y desde allí, hace ya casi 29 años, se instala en Carrión, donde monta su hotel y restaurante “Casa Pepe”. Desde el momento en que crea su primera empresa (un bar para la época del verano) se integra en la Asociación de Hostelería. Desde ese mismo momento se implica en ella con todas sus fuerzas, pasando a pertenecer a la junta directiva “desde los tiempos de Miguel Durán”. Desde el pasado mes de mayo ocupa la presidencia de la asociación al haber renunciado a ella, por motivos personales, el anterior presidente, Teófilo Arribas. “Me señalaron mis compañeros para llevar este barco a buen puerto”, afirma Pepe.

Queremos volver a ganarnos la confianza de los empresarios del sector”

Pregunta.- ¿Cree que sus compañeros han acertado?
Respuesta.- Desde luego llevo la hostelería muy dentro. Si a mis cualidades sumamos las de otros miembros de la Junta que me ayuden, de momento puedo ser un buen candidato.

P.- Pero desde fuera lo que se ve es que usted tiene un importante negocio que atender, ¿podrá dedicar el tiempo suficiente a la asociación y a su actividad privada? ¿De dónde va a sacar el tiempo?
R.- Esta es una buena pregunta. Mi madre decía que el cariño es como el chicle, que se puede estirar. Yo creo que el tiempo también se puede estirar, aunque ya sé que ese será uno de mis principales agobios. Pero como cuento con la ayuda inestimable de nuestra gerente, Cristina Miranda, que me organiza todo estupendamente, estoy convencido que con muy poco tiempo que yo saque para la asociación, y con el apoyo de mis compañeros de directiva, esto lo vamos a sacar perfectamente adelante.

P.- ¿Cuál es el principal reto al que debe enfrentarse en estos momentos la asociación?
R.- Lo que más nos preocupa en este momento es la necesidad de fidelizar a los asociados y, a la vez, aumentar en todo lo posible el número de afiliados. El segundo objetivo es revitalizar nuestro espíritu “de buena Santa Marta” hacia la sociedad, porque nuestro sector no es sólo un grupo de personas que hacemos negocio, sino que cumplimos una gran finalidad social, y finalmente promover distintas acciones en toda la provincia en beneficio de los hosteleros a la vez que actuemos como jueces a la hora de valorar actuaciones dentro del sector, como puedan ser competencias desleales o consumos de alcohol fuera de las normas, ya sea en botellones o venta a menores. En definitiva, un objetivo de proteger y dignificar a la profesión.

P.- Habla de fidelizar y captar, como si hubiese muchos profesionales fuera de la asociación.
R.- Tenemos un problema que nos viene heredado. La CEOE ha tenido un mal desenlace aunque tuvo su momento de gloria. Formamos parte de la misma y tuvimos unos años de esplendor, pero algo no ha ido bien y como consecuencia ha habido una importante pérdida de confianza tanto por parte de los asociados como por los profesionales que, estando fuera, sería bueno que estuviesen en nuestra asociación. No creen que nuestra asociación pueda servir para hacer cosas a su favor. Por eso queremos hacerles llegar la idea de que ofrecemos servicios muy por encima de las cuotas que cobramos. Para ello tenemos previsto editar muy pronto una relación de todos los servicios que ofrecemos y mostrar a cambio con qué poco dinero. De hecho no existe ánimo de lucro, sino que todo lo revertimos en los socios. Sólo con el servicio de asesoría o la información sobre subvenciones, damos un servicio que cubre las cuotas, y más barato de lo que haría cualquier gestoría privada. Les cubrimos todas las gestiones que obliga la Ley al mejor precio del mercado. Podemos demostrar que a través de los servicios que presta la asociación un afiliado puede ahorrarse miles de euros al año. Todo ello gracias a los numerosos convenios que tenemos firmados con otros sectores. Y esto ha funcionado siempre en la asociación.
Además tenemos en marcha un proyecto denominado “empresario 100%” con el que queremos ser exigentes, creando un emblema que nos distinga a los asociados de los que no lo son, y dentro de los asociados exigiremos una serie de condiciones para evitar la competencia desleal y que todos salgamos desde cero.
Lo que ocurre es que lo que ha pasado con la CEOE ha hecho mucho daño al sector empresarial. Estamos pasando por una etapa de mucho agnosticismo en general y las organizaciones empresariales debemos volver a ganarnos la confianza de los afiliados.

P.- Pero una cosa es cómo ha funcionado la CEOE y otra esta asociación en concreto.
R.- Nosotros siempre hemos funcionado muy bien, pero no hemos podemos evitar que nos haya hecho daño. Y creo que así opinamos la mayoría de los empresarios. El torrente de la CEOE nos ha arrastrado. En el sentido de confianza. Y por supuesto del económico. Antes teníamos unos bienes y materiales (aulas sobre todo) que servían para formar a mucha gente, y ahora tenemos que partir de cero. Intentaremos conseguir realizar diversos cursos de formación, pero de momento no tenemos dónde hacerlo.

P.- Pero ya tenemos en marcha FECIR, ¿Cuál es su postura ante esta nueva federación de empresarios?
R.- Vamos a esperar a que el tiempo hable. Hace poco nuestra asociación decidió, en asamblea, pausarnos en esa adherencia. No renunciamos a estudiar esa posibilidad, pero creemos que nuestra prioridad es revitalizar nuestra asociación y recobrar la confianza de los profesionales en nuestra asociación. Sinceramente, esperamos a comprobar que FECIR sea distinta a la extinta CEOE. Aunque personalmente creo que habremos aprendido la lección.

P.- Dentro de la Hostelería también hay ricos y pobres. No es lo mismo un gran hotel o restaurante que un pequeño bar. ¿Cómo se conjugan desde la asociación estos intereses tan distintos?
R.- Ahí está la grandeza de esta asociación. Precisamente el ser independientes nos facilita poder tratar con mayor atención estas diferencias existentes dentro del sector. Está claro que la problemática no es la misma de un autónomo que está trabajando su negocio sólo con la familia a quien tiene a su cargo personas que lleva otra clase de obligaciones o convenios. Pero nosotros intentamos encontrar una solución a cada uno de los casos concretos. Evidentemente hay problemas comunes para los grandes y pequeños.
Como hostelero sí quiero recordar y agradecer al sector, que el tejido social y laboral que formamos, el tiempo que tenemos que dedicar a nuestro trabajo, es aplaudible; y lo reconozco incluso como cliente de otros establecimientos: los horarios, la atención que te prestan, el servicio que te dan, y todo ello en establecimientos que los lleva una sola persona. Esto sólo puede hacerse entregando todo el cariño del mundo a esta profesión. Tienes que llevar a Santa Marta dentro para poder hacerlo.

P.- Menciona continuamente a Santa Marta pero, ¿quién es Santa Marta?
R.- Lógicamente la patrona de la hostelería. Es una de las hermanas a las que visitó Jesucristo. Mientras María se quedó con él hablando y escuchándole Marta llevaba todo el peso de la casa, sobre todo preparando la comida, cocinando. Y le llamó la atención a María porque no le echaba una mano. Es sobre todo la patrona de las mujeres de los hosteleros. ¡Cuántas mujeres hay en la hostelería que llevan a esa Santa Marta por dentro! Y nunca se las ve: están en las cocinas, en la limpieza… Deseo rendir un homenaje a las hosteleras y a las mujeres de los hosteleros, que son las que dan el equilibrio entre familia y trabajo.

P.- ¿El sector ha sufrido mucho con la crisis?
R.- Se ha resentido bastante. En general todos los subsectores, aunque unos más que otros. Ahora parece que empezamos a ver expectativas de cambio para mejor.

P.- ¿De verdad se nota?
R.- No tengo datos, pero mi percepción personal es que estamos mejorando. Estamos recobrando confianza.

P.- ¿Qué papel cree que tiene la hostelería dentro de la economía en general?
R.- A nivel nacional nos corresponde más del 10% del PIB y en el ámbito regional representamos casi un 12%. Seguro que a nivel laboral mucho más. El peso económico de la hostelería lo notamos en cualquier población a poco que nos fijemos.

P.- Finalmente dos llamadas. Una a los profesionales de la hostelería. La otra a los clientes de los establecimientos, al ciudadano.
R.- A mis compañeros del sector les envío un mensaje de ánimo y de agradecimiento, sobre todo por el esfuerzo que hay que hacer para mantener la hostelería en un nivel como lo estamos manteniendo. Y a la vez les pido buenas artes en la competencia y que intentemos aprender y mejorar todo lo que podamos para dar cada vez un mejor servicio a los ciudadanos. Y a éstos, que son nuestra razón de ser, primero quiero agradecerles que utilicen nuestro servicio y después les pido que sean exigentes con nosotros. Igualmente desearía que no juzgasen a todo el colectivo por casos puntuales que no hayan salido tan bien como nosotros mismos desearíamos.