El presidente, Nemesio de Lara, les ha entregado esta tarde los Premios Solidaridad 2014
El salón de Plenos del Palacio provincial ha sido el escenario elegido esta tarde para la entrega de los Premios Solidaridad 2014, en su modalidad de personas físicas y personas jurídicas, unos galardones que concede la Diputación de Ciudad Real para distinguir a los ciudadrealeños y ciudadrealeñas que basan su vida en la entrega a los demás, desarrollando paralelamente una cultura participativa y democrática.
La institución provincial destaca así la trayectoria solidaria desarrollada por personas físicas o jurídicas, bien públicas o privadas, de la provincia de Ciudad Real que se dediquen, o se hayan dedicado, a mejorar las condiciones de vida de personas que se encuentran en situación de desventaja social.
Así lo ha destacado el presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, durante su intervención. De Lara ha dicho que la institución provincial distingue con estos premios compromisos activos y tangibles. Ha añadido, en este sentido, que «decir Cruz Roja es decir amparo universal, referencia con fundamento para los excluidos, calor humano, comida para el hambriento, medicina para el enfermo, refugio para el náufrago, cobijo para el desamparado y dignidad para el que la ha perdido, tenga el color que tenga».
«Decir Cruz Roja de la provincia de Ciudad Real es decir todo eso, pero es, además, decir profesionalidad, honradez, cercanía, amabilidad no impostada y ganas de trabajar seriamente», ha señalado De Lara, quien ha resaltado también que esta ONG cuenta con un «voluntariado eficaz y responsable».
Con respecto al Padre Toño ha precisado que acredita un currículum tan extenso de compromiso generoso «que muchos no alcanzaríamos ni a cumplir en siete largas vidas que viviéramos». Ha destacado, asimismo, que siente una pasión inusitada por los nadies. «La causa de los que otros califican como escoria social, tú los abrazas como grupos de seres humanos plenos de derechos, reconvertibles, perfectibles, en tanto que no libres ni responsables del lugar donde nacieron ni del ambiente infantil o adolescente en que se criaron o se maleducaron «, ha afirmado De Lara antes de felicitar a los galardonados indicando que, sin pretenderlo, «habéis hecho que nos sintamos pequeños a vuestro lado y deseosos de parecernos al ejemplo que representáis».
Ha comentado, por otro lado, que el mundo está roto, que la humanidad está partida entre los que más y los que menos tienen; entre los pobres y los ricos; entre los ciudadanos y los infraciudadanos; entre los que comen sin tener hambre y los que no comen aun teniendo hambre.
Considera De Lara que han fracasado los Objetivos del Milenio. Y ha puesto como ejemplo que cientos de miles de personas, millones, mueren de malaria, una enfermedad que se podría evitar instalando simples mosquiteros. Asimismo, ha lamentado que no exista una política de la humanidad en lugar de aquellas que son «cada día son más mandaderas del poder económico o financiero que especula hasta con la producción agrícola del planeta».
Ha recordado De Lara al Papa Francisco, que dice que la economía capitalista mata, que la economía tiene que estar centrada en el hombre y no en el dinero; que habla de la cultura del descarte y de la globalización de la indiferencia. Ante todo ello se ha preguntado si cabe resignarnos ante tanta fatalidad y perder la esperanza para contestar a continuación que «rotundamente no», que el Padre Toño y Cruz Roja están demostrando que no.
Ha afirmado que en la Diputación no se arrugan ante las críticas que se reciben por seguir manteniendo las ayudas a cooperación al desarrollo y el programa de becas a cooperantes, al igual que los premiados, que siguen adelante porque «una ética de la hospitalidad, del cuidado y del encuentro más generalizada es posible». En su opinión, sólo es necesario marcarnos la diaria obligación de ponernos en el lugar de los que sufren. «Sólo es preciso denunciar y no callar», ha dicho.
Ha concluido De Lara agradeciendo a los premiados que nos hagan ver que no todo está perdido, «porque mientras haya un ser humano como vosotros, merecerá la pena seguir soñando y seguir caminando».
Ha recogido de manos del presidente de la Diputación el Premio Solidaridad 2014, en la modalidad de Personas Físicas, el padre Antonio Rodríguez López Tercero, natural de Daimiel, quien se ha hecho acreedor de este galardón por la labor que desarrolla contra la violencia y por su defensa de los ciudadanos más pobres en El Salvador. El galardonado, conocido popularmente como «El padre Toño», ha agradecido la concesión del premio, que destinará a prorrogar las becas de estudios de cuatro jóvenes de El Salvador con los que trabaja y para que comience a funcionar «Tengo sed», una ONG que en breve pondrá en marcha.
Para el Padre Toño, que estuvo encarcelado desde el 29 de julio al 4 de septiembre y no podrá pasar a las cárceles de El Salvador, los lugares más escalofriantes del planeta hasta que no se le restablezcan sus derechos en ese país, interpreta el premio como un abrazo de los hombres y mujeres de Ciudad Real, además de un gran compromiso y un gran reto.
Ha dicho que la solidaridad no es una política pasajera, es una opción de vida y un modo de hacer política en los tiempo de escasez, que es cuando más solidaridad hay que procurar a la sociedad y al mundo entero. Ha asegurado que la crisis se ha originado porque hemos ido construyendo un sistema económico capitalista avaricioso y opulento, que nació sin corazón y devora al planeta. El Padre Toño ha añadido que cada vez reciben menos apoyo. Ha asegurado, a este respecto, que la provincia de Ciudad Real es la única de España que «se ha atrevido a mantener» los proyectos de cooperación al desarrollo y becas a cooperantes. Ambos programas los impulsa desde hace años la Diputación de Ciudad Real, la única institución que ha entendido que la solidaridad no es una cuestión de abundancia, sino todo lo contrario, porque se tiene que profundizar más en este campo cuando hay crisis.
Por otro lado, en la modalidad de Personas Jurídicas el jurado ha acordado otorgar el Premio de la Solidaridad a la Asamblea Provincial de Cruz Roja Española en su 150 aniversario, por la trayectoria de sus actuaciones y programas a favor de las personas más necesitadas y por el numeroso voluntariado que colabora de forma abnegada con la entidad.
De Lara le ha entregado el galardón a Dolores Moreno, presidenta provincial de Cruz Roja, quien ha agradecido la distinción destacando la excelente colaboración que mantienen con la Diputación, «una institución que tanto nos ayuda a través de convenios». Moreno, que ha agradecido la designación al jurado y la propuesta a la asamblea local de Izquierda Unida, ha dicho que el premio es consecuencia de un trabajo solidario, abierto a la sociedad, responsable y transparente. «Es el premio a todos los que colaboran con Cruz Roja y a la ciudadanía, que hacen que cada día lleguemos a más personas vulnerables».
Moreno ha afirmado que estamos asistiendo a un proceso de empobrecimiento de la sociedad española porque las rentas más bajas siguen bajando y las desigualdades son cada vez mayores, por lo que aumentan los hogares en precario y la precarización del mercado laboral. Esta situación no ha llevado, según ha dicho, a que muchas familias no puedan hacer frente a las necesidades básicas ni hacer las tres comidas principales del día.
Dolores Moreno ha señalado que están llegando a muchas personas que necesitan apoyo para poder comer, a personas mayores que viven solas y a hogares que no tienen ningún tipo de subsidio. Trabajan, según ha comentado, para lograr una gran transformación social que nos lleve a lograr un mundo más solidario, más justo y más humano.
Ha felicitado al Padre Toño y ha calificado el otorgado a Cruz Roja de «broche de oro» por la conmemoración del 150 aniversario de la creación de esta ONG. Y se lo ha dedicado a los 30 millones de voluntarios que tienen en todo el mundo, en especial a quienes luchan en África contra el ébola, contra la malaria y la desnutrición, «que podrían ser curables, pero es cuestión de voluntad y buena conciencia».
El acto institucional de entrega de los Premios Solidaridad 2014, que institucionalizó el Equipo de Gobierno de la Diputación en 2005, ha contado con la asistencia de los vicepresidentes Ángel Caballero, Jacinta Monroy, Antonio Rodríguez y Manuel Martínez López Alcorocho; del portavoz del grupo de la oposición, David Marín, y de los diputados provinciales David Triguero, Félix Martín, Dolores Serna, Rocío Zarco, Joaquín García Cuevas, Gregorio Díaz del Campo y María de los Ángeles Malagón.