Han pasado casi 45 años desde que las siglas de la entidad vieron la luz; su icónico escudo, fácilmente reconocible por los amantes del deporte de la provincia, representa una leyenda en los deportes de agua para todos: la magia de la piscina, práctica de natación, waterpolo… que han marcado cátedra en nuestra tierra.
Mucho ha llovido desde los sesenta, donde Paco Amaro, el fundador y presidente (aún) de la firma, demandase, a capa y espada, lugares para práctica deportiva en su sector a los políticos de turno. Hoy día, gracias al mismo, nuestra ciudad tiene distintas instalaciones para que nuestros nadadores “recarguen pilas”: Salobreja, Fuentezuelas, piscina descubierta…, ahí es nada.
Citando la frase del maestro Yoga: “hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes” bien se le puede atribuir a CN Jaén: cerca de medio siglo de logros deportivos, metas alcanzadas y compañerismo. Se lo propusieron y lo consiguieron.

Izq.: Un momento del entrenamiento de waterpolo femenino. Centro: Foto de familia de la temporada 2019-2020 del club jiennense. Dcha.: Una competición reciente del Club Natación Jaén.
Jaén, 1977. Coches de época (de marcas españolas) circulan por sus calles, sorteando a los peatones con pantalones de campana, la ciudad se prepara, en plena transición, para la llegada de la modernidad que representaron los 80.
Pese a los avances que representa para la población esta nueva “libertad” (lo dejaremos ahí), hay un sector deportivo que sufre, en primera persona, las faltas de dotación y medios para poder subir, con cierta equidad, el escalón que se merece en Andalucía: la natación.
Orígenes.- De la mano de varios aficionados de su campo, liderados por Paco Amaro, se pone en marcha uno de los clubes con más solera en materia de agua, que no es otro que nuestro querido CN Jaén, con un rodaje previo, años atrás, desde el extinto club de natación ‘Elinga’, denominado así por el antiguo nombre de la capital.
Han pasado cuatro décadas; los apenas 50 nadadores con los que contaba la entidad, que pasaron de la “piscina de los jardinillos” a la de la Salobreja, se han convertido en casi 200, pues se trata de una afición en alza, ya que cubre waterpolo, natación, iniciación, triatlón…, una apuesta en firme por el actual equipo directivo, que logra metas más allá de los trofeos obtenidos en las distintas competiciones.

Izq.: Trofeos del club. Centro: Nadadoras en los años 80. Dcha.: Nadadores de los años 60 procedentes del club Elinga.
Uno de los puntos fuertes de la entidad, presidencia aparte, es la inestimable labor que realiza Paco Pinto, director deportivo y mano derecha de Amaro. Repartir trabajo ayuda, en gran parte, en seguir en primera línea, en la élite de los deportes de agua; ambos se apoyan, entre otro personal, de la secretaria, Elena Colmenarejo, que lo mismo organiza agendas que gestiona entrevistas, redes sociales, etc., otro pilar fundamental para que los nadadores sólo tengan que preocuparse de su rutina diaria, el entrenamiento en el medio acuático.
En relación a los mismos, cabe destacar que, antaño, la edad de iniciación era de unos seis o siete años, y hoy día con apenas tres ya tenemos pequeños nadadores; a buen seguro, cuando estos “bambinos” cuelguen el bañador (que realmente no se cuelga nunca, no todo es competición) continuarán, al igual que los deportistas “jubilados” (a partir de los 20/22 años), haciendo gala de su camaradería, organizando eventos, buscando una excusa para verse y volver a sentir la sensación de libertad que significa que las brazadas en la piscina salpiquen el rostro en los largos. Ese “gusanillo” de chapuzón bien lo detallaba Amaro: “Mi padre no entendía que fuéramos a nadar a las siete de la mañana, era de otra época”. Hoy ya con 73 años, el presidente-entrenador pone las mismas ganas a sus chavales que él tenía con apenas 20, sintiendo como suyos, al igual que todo el club, los logros y alegrías.
No es casual que CN Jaén tenga un palmarés complejo de resumir: mejor entidad deportiva del 95 y 96, Jienenses del deporte en 2001, premios Cope y así un largo etcétera en nuestra tierra. Una buena autodisciplina que ha fomentado la práctica de los deportes acuáticos, y que ha sido reconocida en su tierra, desbancando el mito del profeta.

Piscinas de la Victoria y de los jardinillos antiguamente
Las fronteras de nuestros nadadores no sólo se han quedado en Despeñaperros: la presencia en el panorama tanto nacional como internacional ha sido clara; por citar el buen hacer de algunos de nuestros atletas, la representación de los campeonatos de Europa (Dunquerke, 1990), le valió a Daniel Fernández Gracia ostentar, durante algunos años, el récord de España en 200 metros braza; otros ejemplos son Sergio Zafra, en el trofeo de las seis naciones de infantil (Grecia), oro en 200 metros mariposa, o David Zafra, campeón de España en la prueba de 200 metros espalda, además de una larga lista de otros premios y distintos medalleros conseguidos por el resto de nadadores. Perdón si nos dejamos muchos nombres sin citar, pero resumir en un reportaje una vida en el agua, y con semejantes triunfos, no es nada fáci.
Mucha lluvia (litros de agua de la piscina, aparte) hemos tenido desde el 77, pero el CN Jaén, sabiamente guiado, ha remado en buena dirección, con el viento a su favor; pueden estar orgullosos de sus siglas, que han hecho que Jaén sea un “referente acuático” en España.
Texto: Manuel Miró Fotos: Club Natación Jaén