Este mes hacemos nuestra parada en el Restaurante Castilla de Ciudad Real, dirigido por los hermanos Montse y Fran Navarro Santos. Uno de los establecimientos señeros de la capital, no solo por su cocina manchega casera de calidad, sino también por el buen ambiente, la diversidad de clientela y el servicio prestado que ha captado no sólo a familias dispuestas a disfrutar de una exquisita carta, sino a trabajadores que degustan un buen puchero o a jóvenes que tapean o tardean sin olvidar las reuniones familiares, eventos y ahora comidas y cenas de Navidad.


Su plato estrella es difícil de identificar entre tantas elaboraciones del gusto de muchos paladares. A sus famosos platos manchegos de gachas, migas, pisto, tiznao, asadillo, callos…, se une una cocina de producto igual de buena, carnes a la plancha, cordero lechal asado o cachopo de ternera, así como sus alcachofitas de jamón ibérico y huevo, revueltos o sus pescados frescos.
En otoño-invierno, el Castilla siempre pone un plato caliente a la mesa, con día de la semana establecido para cada guiso, caldo o puchero. Así, el jueves es el día del cocido, “con mucho éxito entre la clientela, hecho a base de jamón, hueso, codillo…, todo natural, nada artificial”, comenta Fran Navarro. En días laborables, el menú cuesta 15 euros y 18 los fines de semana. También preparan el puchero del día para llevar por 6 euros. No reparten a domicilio.


De cara a la Navidad, han preparado dos menús que se pueden modificar por parte de los clientes. Pueden verlos detalladamente en su perfil de Facebook: El Castilla…nuestrosegundohogar.


El restaurante Castilla ha sabido congregar en un mismo espacio a su clientela fiel de toda la vida, tras una andadura de casi 45 años, y a un público joven que disfruta del tardeo de fin de semana, viendo un partido de fútbol, celebrando un cumpleaños o reuniéndose sin más en este local histórico de la zona del Torreón.


Atendiendo a la clientela hay una plantilla de nueve profesionales con refuerzo los fines de semana. Durante el confinamiento introdujeron un nuevo espacio más moderno y juvenil frente a la barra, sin dejar su origen y razón de ser con su salón-comedor para 50 comensales, su zona exterior y la barra.


Este restaurante abre de martes a domingo de forma ininterrumpida. En días laborables atienden desde las 8 de la mañana hasta medianoche. En fines de semana, la apertura y cierre se dilata un poco más.