A finales de la década de los años 30 los hermanos Fructuoso, Francisco y José Cárdenas se encontraban al frente de algunos de los negocios más importantes de nuestra capital. Uno de ellos era el Bar España, un local que ha terminado por convertirse en el icono de nuestra ciudad. Los otros negocios “Cárdenas”, de forma directa o indirecta relacionados con el sector de la hostelería, eran los siguientes: el kiosco de música de La Talaverana – en la parte superior se instalaba la banda de música que amenizaba los domingos, mientras debajo se acondicionó un bar que servía a los clientes de una extensa terraza- ; la piscina de Educación y Descanso, y el Casino. A esto habría que añadir la mítica fábrica de hielo.
Estamos hablando de la época de la postguerra, años complicados y difíciles, donde se sobrevivía en un ambiente que muy bien reflejó la novela La Colmena, o la película basada en la misma, época en la que El España se convirtió en el centro de la vida social de la capital de la provincia.
Aunque eran los tres hermanos los que nominalmente gestionaban el establecimiento, poco a poco fue Fernando Cárdenas Calatayud, el joven hijo de Fructuoso, quien empezó a intervenir en la gestión de este “café”, el cual era el único que merecía tal nombre en la ciudad. El resto de los establecimientos eran pequeños bares, tabernas o tascas que utilizaba la mayor parte de la población, mientras la clase media y alta se citaba en este café emblemático.
El España contaba, asimismo, con un excelente restaurante, además de su correspondiente, y casi obligatoria en le época, tertulia en la que intervenían Don Fernando Barreda, Don Luís Martínez, o el famoso catedrático Don Carlos López Bustos, que escogía las mesas de mármol del España para corregir los exámenes de sus alumnos.
Igualmente el café servía como punto de encuentro y referencia para todo aquel que tenía a la capital como destino, especialmente de los tratantes de ganado, que lo utilizaban para realizar sus contactos comerciales y cerrar, con un apretón de manos y un vaso de vino, las compraventas.
El España fue, durante más de 60 años, el corazón latente de Ciudad Real. “Esta primera etapa fue muy interesante sobre todo desde el punto de vista social. Como curiosidad podemos apuntar que, en aquellos duros años, muchos clientes se pasaban bastantes horas sentados en una mesa consumiendo sólo una jarra de agua o un vaso de sifón”, apunta Fernando Cárdenas Suárez, actual gerente y nieto de Fructuoso.
De esa primera época todavía vive un camarero, Sinesio Naranjo, ahora con más de 90 años, el cual entró a trabajar como botones y pasó posteriormente por diversos puestos relacionados con la hostelería. Porque naturalmente el España siempre tuvo un “botones”, correctamente uniformado, que se dedicaba tanto a hacer los recados tanto de la casa como los de los clientes. Y por supuesto, en esta primera etapa no podían faltar su correspondiente limpiabotas o el cerillero.
Aunque siempre situado en el mismo lugar, el España no ha mantenido siempre la misma estructura o superficie. En sus inicios era lo que es en estos momentos –en la Plaza del Pilar- más la mitad de la superficie que ahora es el Banco Popular. Donde ahora está el banco entonces estaba el café, mientras que la actual cafetería correspondía a lo que entonces era el restaurante.
En esta época Fructuoso había enviado a su hijo Fernando a la Escuela de Hostelería de Madrid, justo en el año en que ésta se inauguraba, lo que le sirvió de gran ayuda para regentar posteriormente, y de forma brillante, el España durante los nuevos tiempos de cambio que se avecinaban.
La primera época del España toca a su fin en el año 1974 cuando le llega una profunda remodelación. Hasta ese momento había sido propiedad conjunta de los tres hermanos, pero en ese año se reconvierte físicamente y pasa a ser único titular Fernando Cárdenas que lo convierte en una moderna cafetería y en restaurante.
Durante esta segunda etapa, que dura hasta los primeros años del ya siglo XXI, el España seguía siendo el principal establecimiento de la ciudad sin tener apenas competencia, lo que no quitaba para que siguiese manteniendo la filosofía empresarial que la familia había mantenido siempre: el mejor servicio para los mejores clientes.
Volviendo un poco atrás en el tiempo, a partir de los primeros 90, Fernando empieza a estar acompañado por su hijo, desarrollando ambos un trabajo que, con el paso de los años, termina totalmente en manos del actual gerente, que representa a la tercera generación. Precisamente fue en el año 2009 cuando muere Fernando Cárdenas y queda al frente su hijo y actual responsable, Fernando Cárdenas Suárez, que ha sabido mantener fielmente la línea marcada desde los primeros momentos por toda la familia Cárdenas.
Uno de los retos más difíciles al que ambos “Fernandos” tuvieron que enfrentarse, debiendo superar numerosas dificultades hasta conseguirlo, fue el de poder dar un nuevo servicio a la capital, una terraza climatizada tanto para invierno como para verano, algo de lo que carecía la capital y que, ahora, es uno de sus principales atractivos.
De todas formas debemos destacar que la titular oficial del España, en la actualidad, es Mª del Pilar Suárez Moraga, la madre del actual gerente y esposa de Fernando Cárdenas, “que siempre estuvo en casa, manteniendo unida y protegida a la familia, mientras mi padre llevaba los negocios”, afirma orgulloso su hijo.
Para finalizar esta historia sólo podemos añadir que, aún hoy, son numerosas las personas que llegan a Ciudad Real, ciudad en la que ya estuvieron hace años, y lo primero que hacen es volver a pasarse por El España preguntando si lo sigue regenteando la familia Cárdenas.
De momento es así, y todo apunta a que seguirá siendo regentado por los Cárdenas por muchos años más.