El baloncesto federado cuenta con un amplio bagaje en Ciudad Real y una historia reciente de 70 años, de los que prácticamente la mitad ha sido escrita por el Club Baloncesto Ciudad Real. Treinta y tantos años, como reza su logo de aniversario, en los que el basket local ha vivido mejores y peores etapas, ha cosechado memorables triunfos, ha ascendido de categoría y ha sufrido, pero, lo más importante, ha logrado mantenerse en el tiempo merced al empeño, la entrega y el compromiso de muchas personas que siempre han aupado al CB Ciudad Real para fortuna de la afición del baloncesto en la capital, que la hay y mucha. “Se trata de hacer ciudad jugando al baloncesto”, expresan al unísono Santiago Amores y Luis Manuel ‘Luisma’ Martín, presidente y vicepresidente en la última etapa del CB Ciudad Real (2017-2023).
Decimos última etapa porque la temporada 2023-24 la jugarán con el nombre de Basket Cervantes Ciudad Real tras la fusión en junio pasado de los clubes CB Ciudad Real y Basket Cervantes, “ha sido una decisión lógica, era mejor reagruparse y unir fuerzas que coexistir dos equipos a duras penas en Ciudad Real”, considera Martín.
Origen del CB Ciudad Real
Para ser rigurosos, un club como éste no surge de la nada, sino que lo han precedido otros que han transmitido su legado, experiencia y juego para que fructificara, convirtiéndose en ‘herederos oficiales’ del mejor basket local. En este sentido, cabe recordar el antiguo Renfe del 1954, que estuvo a punto de competir en Primera División y en el que jugó un conocido Vicente Paniagua; o los impulsores de este deporte en la ciudad como Juan Barba Casaponsa o Antonio Víctor Rivas, “un histórico del baloncesto local”, subraya Martín, jugador del mítico Renfe, entrenador superior de baloncesto y después directivo y entrenador del club objeto de este reportaje. No podemos olvidar tampoco a los equipos del Doncel, Renfe Taberneros, Atlántida, Revoltosa y Caserío Vigón, siendo el predecesor directo el Grupo BO Baloncesto.
Asimismo, es preciso destacar el apoyo de patrocinadores principales como Balneario Cervantes, Seguros Soliss, Seguros Ocaso, Coivsa, Reale, Lineal y Ence.
José Molina Cabildo, ex presidente del Colegio de Médicos de Ciudad Real, fue el primer mandatario del CB Ciudad Real y permaneció de 1991 hasta 1996. Su amor por el baloncesto (fue júnior del Estudiantes), las ganas de reflotar el equipo y ascender de categoría marcaron su mandato. La primera temporada compitieron en Segunda División Nacional (sería la tercera categoría ahora). A Molina le siguieron Jesús Moreno (temporada 96-97) con el que apenas quedaban apoyos económicos y, por tanto, descenso del equipo a categorías autonómicas, y Santiago Sánchez, que dimitió antes de un año.
El destino del club cambió para bien bajo la presidencia de Enrique Evangelista, un corredor de seguros con buenos contactos; permaneció 19 temporadas, de 1998 a 2017, “con él el CB Ciudad Real tuvo los mejores resultados deportivos de su historia, llegando al ascenso a liga LEB Plata en 2009/10”, nos cuenta Amores. Un ascenso que no se materializó porque la Federación de Baloncesto solicitó un aval de 400.000 euros, dinero con el que el CB Ciudad Real no contaba.
El baloncesto femenino (el deporte con más fichas federadas en España) también ha tenido su espacio en la capital ciudadrealeña, aunque con más dificultades. De 1992 a 1995 surge la sección femenina de baloncesto, patrocinada por Macarfe primero y Lumober después, con entrenadores como Jesús Aranda, quien indica que ha sido “toda una aventura que nunca olvidaré, de las canchas de piedra de la Aneja a los pabellones nacionales en menos de 6 años”. Entre las jugadoras destaca Alicia Galán, mejor deportista femenina de Ciudad Real en 1994. Durante varios años desaparece para reaparecer en 2017 durante 5 temporadas.
Etapa dorada.- Por espacio de 4 o 5 temporadas y de la mano de Evangelista, el CB Ciudad Real vivió su edad dorada, con unos presupuestos elevadísimos, de 250.000 euros, con patrocinadores como Reale Seguros, “el mayor espónsor del CB Ciudad Real”, asegura Amores, y con jugadores profesionales y semiprofesionales, que tenían representante y cobraban la ficha, desplazamiento o alojamiento, “podían ganar 1.200 euros, venían de otras regiones e incluso había algún extranjero”, indica Luisma. A modo de anécdota, recuerda a un jugador, Neil Fingleton, de 2,32 metros, transferido del CB Illescas en 2006, “era un espectáculo verlo por la calle, el pabellón Príncipe Felipe se llenaba sólo por ver al gigante; no era excelente en el juego, se metió a actor y llegó a participar en ‘Juego de Tronos’”.
En el cuadro de honor del CB Ciudad Real cabe destacar a muchos jugadores locales como Chema López, entrenador también en las últimas temporadas del club; Alberto Almodóvar, Moncho Caballero, Javi Rodríguez, Jesús Segura, Luisma Martín, Nacho Evangelista -hijo de Enrique Evangelista-, etc.
Tras la marcha de Evangelista, toma las riendas del club Santiago Amores, ligado al baloncesto local como jugador y directivo. Su objetivo de 2017 a 2023 ha sido recuperar la cantera, rescatar la sección femenina del club, conseguir patrocinios y afición. En esta etapa nace la revista ‘Un pase +’. Retos que ahora continuará el nuevo club Basket Cervantes Ciudad Real, presidido por Roberto Sánchez, con una cantera global de 450 niños y niñas, y equipos senior en todas las categorías de ligas zonales y provinciales tanto masculina como femenina.
A modo de despedida, el CB Ciudad Real realizó el 26 de junio de 2023 la gala ‘Los colosos del baloncesto’ homenajeando a históricos del club y a fieles patrocinadores y presentando la edición especial 30 aniversario de ‘Un pase +’.
Sirva este reportaje de reconocimiento a toda la familia CB Ciudad Real, y a por otros taytantos años más; puede que en nuevos clubes pero siempre con el mismo espíritu, pasión y entrega por la canasta.
(Más información del CB Ciudad Real en www.baloncestociudadreal.es).
Texto: Oliva Carretero Ruiz
Fotos: Cedidas por CB Ciudad Real