La Asociación Provincial de Empresarios de Autoescuelas fue constituida hace ya casi 40 años, y en la actualidad están asociadas más del 80 por ciento de las 120 autoescuelas que existen en la provincia. El trabajo y la labor durante todo este tiempo de muchos hombres y mujeres que han dejado horas en sus empresas y sus familias por la defensa y proyección de nuestro sector, ha sido intenso. Sí tengo que destacar, como reza el título de este texto, la unidad, ya que ha sido una de las claves del desarrollo de nuestra organización empresarial y hemos sido ejemplo de ello.
En la actualidad presido esta Asociación, pero siempre he contado con la confianza de un equipo y de un sector que han sabido adaptarse a los tiempos que venían y amoldarse a cada nueva ley, normativa, etc. La Asociación tiene representación provincial y esta representación está repartida en siete centros de exámenes como son Tomelloso, Alcázar de San Juan, Valdepeñas, Puertollano, Almadén y dos en Ciudad Real capital.
La situación ahora es bastante complicada en nuestro sector, como han podido conocer, ya que estamos sufriendo una serie de acontecimientos y acciones que están perjudicando gravemente a un sector que siempre ha sido ejemplo de trabajo bien hecho y profesionalidad.
En los más de dos últimos años nuestro día a día ha sido convulso, ya que ha habido decisiones que han significado que nuestro sector se haya sentido perjudicado, con el consiguiente daño para todos nuestros alumnos, que son principalmente nuestra razón de ser.
Así, por ejemplo, hay hechos como que para poder atender la demanda de exámenes de estas autoescuelas siempre ha habido en la Jefatura de Tráfico de Ciudad Real una plantilla de diez examinadores, lo que suponía una normalidad absoluta en todas las pruebas que se hacían. Pero desde hace dos años la plantilla quedó reducida a cinco por asuntos de jubilación y un fallecimiento, plazas que no han sido reemplazadas, por lo que las autoescuelas tuvimos que autoregularnos, bien con el número de alumnos o bien con el número de exámenes mensuales; hemos pasado de realizar 3-4 exámenes al mes a dos e incluso uno. A día de hoy, la situación de las autoescuelas (y así lo hemos venido anunciando y denunciando, además de mantener muchos encuentros para su posible solución) es muy delicada pues a estos hechos, ahora hay que añadir los días de huelga de los examinadores, durante los lunes, martes y miércoles de cada semana durante los meses de junio y julio.
Esto es un nuevo varapalo, ya no solo como hemos dicho reiteradas ocasiones, no solo para el sector, sino principalmente para los alumnos. El paro significa que no se puedan examinar unos 70 alumnos diarios y que, de esta forma, no puedan conseguir el permiso de conducir, con lo que esto supone para su presente y futuro, en muchos casos, en el capítulo laboral, ya que dependen de este carnet para conseguir un ansiado trabajo. Independientemente de ser una situación grave en la economía de nuestras empresas, en su mayor parte somos micropymes, autónomos y de carácter familiar, esto pasa a ser un problema social. El ciudadano que ha pagado unas tasas de examen no es correspondido y no obtiene respuesta de la Administración. Van a dichas pruebas y no las realizan, con el consiguiente perjuicio económico y, sobre todo, como decía antes, laboral, ya que son muchos los que necesitan ese permiso para su inserción en el mundo del trabajo, ya que son carnets profesionales.
El sector de autoescuelas de la provincia respeta las reivindicaciones de los examinadores, pero esta situación debe resolverse cuanto antes. La DGT y la Administración que velan por el ciudadano deben resolver este problema ya, porque la situación se presenta caótica y estamos en medio, tanto los alumnos como las autoescuelas, de un fuego cruzado que puede significar, al menos para nuestro colectivo, un daño irreparable en un presente y futuro cercano.