Finalizada la campaña 2016 de excavaciones.
Durante la primera quincena de agosto, ya desde hace cuatro años, un grupo de estudiantes trabaja en las excavaciones del camino de Piédrola, analizando sus hallazgos en un pequeño laboratorio de la casa de cultura. Se trata de un proyecto arqueológico que se inició de forma modesta gracias a un acuerdo entre el ayuntamiento y la universidad de castilla-La Mancha. Este acuerdo se ha consolidado con el tiempo y continuará en el futuro porque, según el autor del proyecto, el historiador Víctor López Menchero, «harían falta varias vidas y no sólo unos pocos años» para descubrir todo los que oculta este paraje, cuya zona de excavación, sin contar la cantera de piedras de molino, supera un kilómetros. El último día de trabajo de campo visitaron la excavación el primer teniente de alcalde, Gonzalo Redondo, el concejal de obras, Javier Ortega, y varios técnicos del ayuntamiento y de la Junta de Comunidades.
La excavación es un proyecto de formación práctica para estudiantes de tres universidades, Castilla-La Mancha, Jaén y la complutense de Madrid. Tras unos trabajos previos de preparación se realizan las catas se analizan los resultados y se publican en medios especializados o en artículos de prensa. Cada año se van sumando nuevos descubrimientos en estas parcelas que son explotaciones agrarias de propiedad privada. La zona ha estado habitada desde tiempos prehistóricos porque siempre ha tenido agua potable y eso explica, por ejemplo, la aparición este año de una estructura hidráulica de tiempos romanos, construida con materiales y técnicas propias de una gran obra para almacenamiento y distribución de agua. En otra de las catas aparece una cantera y la base de una construcción de origen indeterminado por el momento, al menos el arqueólogo no se atreve a señalar que puede ser en realidad. López Menchero señalaba que los asentamientos humanos en Piédrola se remontan, al menos, al periodo de los primeros metales, el calcolítico (Edad de Cobre), continúan en el bronce, la cultura prehispánica, la romana y la árabe. Se echan en falta restos de la época visigoda o inicio de la edad media, pero el verano pasado apareció un cementerio musulmán de hace mil años, y los asentamientos se prolongan hasta bien entrado el siglo XX… desde hace al menos 4.000 años. Una vez finalizado el trabajo de campo, la excavación se detiene y se vuelven a tapar las catas, tomando medidas para la protección de las construcciones encontradas.