Es lo que ocurría la noche del sábado en el teatro daimieleño, donde no quedó ni una sola butaca libre para pasar un rato divertido con su espectáculo ‘Hola, borreguetes’. El “musicómico” de Picón logró meterse al público en el bolsillo repasando algunos momentos clave de su vida, mezclados con buenas dosis de “retranca manchega”.
 
Agustín Durán bajó al patio de butacas interactuando con el públicoLa noche prometía y Agustín Durán cumplía con la expectativas, todas las entradas agotadas para su espectáculo ‘Hola, borreguetes’, en el que las risas, las canciones y los aplausos fueron los protagonistas. Más de 300 personas disfrutaron la noche del sábado con el humor del “musicómico” (músico y cómico) de Picón en el teatro Ayala. Un monólogo en el que Durán repasó algunos momentos de su vida mezclados con buenas dosis de “retranca manchega”.
 
Un público entregado y al que pronto se metió en el bolsillo compartiendo con ellos algunos de los momentos clave de su infancia como su primer día de cole. Con una gran vis cómica hizo hueco a las series de dibujos animados o a los anuncios televisivos con los que ha crecido la generación de los 80, haciendo partícipe al público de cada sintonía que tocaba al piano.
 
Asimismo, Durán dejó su impronta y sello con ese humor peculiar que caracteriza a los manchegos y a las gentes de pueblo. “No estamos asalvajados como muchos piensan, pero sí que tenemos nuestras rarezas”, lanzando varios guiños a los espectadores con los que entendieron a la perfección a lo que se refería el cómico ciudadrealeño.
Con una agenda llena de actuaciones en los próximos meses, el humorista confirmaba hace unos día en Radio Daimiel que también ha tenido tiempo de preparar una nueva parodia musical en la que habla «sobre los listos, los tíos que saben de todo, que tan pronto de dan una clase sobre telefonía móvil o de fisioterapia”. Un vídeo y una más de “las tontás”, como él las llama, que le están valiendo para hacerse un hueco en la comedia nacional.
 
Tras más de dos horas de actuación, Agustín Durán agradecía de corazón la respuesta obtenida en Daimiel y obsequiaba al público con un tema con mucha sorna dedicado a uno de ellos.