Dr. Luis Alberto Marín Morales / Traumatólogo Cofundador de MAETRA

Continuando con el grupo de enfermedades relativamente frecuentes, nos detendremos en la enfermedad de Osgood-Schlatter, a la que muchas veces de manera cotidiana llamamos “Enfermedad del Crecimiento”. Junto a otras Osteocondrosis, se trata de un problema de las placas de crecimiento que sucede cuando el niño está creciendo más rápidamente (está dando un estirón). La enfermedad de Osgood, concretamente, afecta a la rodilla, pero son también frecuentes la enfermedad de Sever (talón), Perthes (cadera) o Scheuermann (espalda). Aunque no tenemos seguridad del origen de estas patologías parece que existe un componente hereditario. La enfermedad de Osgood-Schlatter suele desarrollarse entre los 10 y los 15 años de edad y es más frecuente entre los niños varones, pero esta diferencia de género se está reduciendo a medida que más niñas participan en programas deportivos. Se piensa que la causa de la enfermedad de Osgood-Schlatter es la tensión repetitiva y excesiva del tendón de la rótula (tendón rotuliano) sobre el punto donde se une a la parte superior de la tibia. Este punto de unión se denomina tuberosidad tibial.

Los principales síntomas de la enfermedad de Osgood-Schlatter son dolor, inflamación y sensibilidad dolorosa a la palpación en la tuberosidad tibial, en la parte delantera de la rodilla, justo debajo de la rótula. El dolor empeora con la actividad y se alivia con el reposo. El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Suele ser suficiente una buena exploración asociada a una anamnesis adecuada para llegar al diagnóstico. Las radiografías de la rodilla muestran que la tuberosidad tibial ha aumentado de tamaño o se ha roto en fragmentos. Sin embargo, las radiografías no suelen ser necesarias a menos que el niño presente otros síntomas, como dolor e hinchazón que se extiendan más allá de la rodilla o dolor que esté acompañado de enrojecimiento y calor. Estos síntomas sugieren otro trastorno, como una lesión o una inflamación articular. Prácticamente nunca estará indicada la realización de ninguna otra prueba complementaria, salvo que se tengan dudas con otros diagnósticos, que rara vez ocurre. Los síntomas de la enfermedad de Osgood-Schlatter suelen desaparecer tras varias semanas o meses. Evitar el exceso de ejercicio y la flexión profunda de la rodilla contribuye a reducir el dolor. Sin embargo, algunos médicos permitimos a los niños con enfermedad de Osgood-Schlatter que continúen participando en deportes o realicen ejercicio incluso cuando estén con dolor.

El uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los ejercicios de estiramiento y la aplicación de hielo en la rodilla afectada son beneficiosos para aliviar el dolor. En casos muy poco frecuentes, puede ser necesaria la inmovilización de la pierna mediante una escayola, la inyección subcutánea de un corticoesteroide o un procedimiento quirúrgico que incluye la eliminación de fragmentos de hueso, perforación e injerto.

La labor más importante del Traumatólogo consiste en tranquilizar a los padres, mediante una buena explicación de la patología, restando importancia al problema y, sobre todo, adelantando que en la inmensa mayoría de los casos es un problema autolimitado, y por tanto desaparece solo y sin dejar ninguna secuela.