Entrevista a Vicente Ruíz Pérez

Vicente Ruiz Pérez, ciudarrealeño de nacimiento, es licenciado en Bellas Artes en la especialidad de pintura y lleva trabajando en la Educación desde el año 1989. En la actualidad es el director de la Escuela de Arte Pedro Almodóvar a la vez que profesor de dicho centro en la especialidad de dibujo artístico y color. También es consejero del Consejo Superior de Enseñanzas Artísticas.

Pregunta.- ¿Cuál es el nombre oficial de la Escuela y que objetivos persigue?
Respuesta.- Todavía muchas personas utilizan el nombre antiguo, el correcto en este momento es Escuela de Arte Pedro Almodóvar. La confusión viene porque estos centros, desde su creación a principios del siglo XX (esta ofreció su primer curso en el año 1911), han sido denominados de formas muy diversas, como Escuelas de Artes e Industria o Artes y Oficios. Nosotros hemos celebrado recientemente nuestro centenario, mientras que el actual edificio tiene 53 años. El anterior, que duró justo 50 años, estuvo situado en un caserón de la calle La Mata.

En cuanto a la finalidad de estas escuelas es ofrecer unos estudios de tipo profesional y de ámbito artístico. Tiene los mismos objetivos que una FP, como la integración en la empresa, en el mundo laboral, pero especializada en las profesiones que están relacionadas con las artes plásticas y el diseño.

P.- Con qué alumnos cuenta, su edad, y ramas de estudios que se ofrecen.
R.- En los últimos años se ha mantenido un número de unos 400 alumnos por curso los cuales se dividen en tres niveles de enseñanza. La primera, y más básica, sería el Bachillerato en la modalidad de Artes, una rama más el Bachillerato convencional. Los alumnos entran con 16 años y terminan con 18 y al finalizar optan por la Universidad, estudios profesionales o estudios superiores de enseñanzas artísticas.

El segundo nivel son las Enseñanzas Profesionales, que al igual que en FP, tienen un grado medio y otro superior. En este centro se ofertan dos especialidades de grado medio y una de grado superior. Que, precisamente, es diseño de interiores.

Finalmente el tercer nivel son las Enseñanzas Artísticas Superiores, que en este caso oferta Diseño gráfico.

Dichas enseñanzas pertenecen a un ente de ámbito regional que es la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Diseño y Cerámica de Castilla-La Mancha, entidad por otra parte que no tiene un lugar físico, la cual sólo oferta Diseño Gráfico en Ciudad Real y diseño de Productos en la Escuela de Artes de Tomelloso, lo que quiere decir que quedarían dos especialidades por desarrollar a nivel regional. Por otra parte la Escuela de Ciudad Real ejerce como sede de la Escuela Superior.

P.- ¿Quiere decir que lo que ofrece esta escuela es a nivel regional?
R.- Exacto. Alguien de Toledo debe venir aquí o irse a Madrid si quiere estudiar nuestras materias. Ciudad Real es el centro del Diseño Gráfico de Castilla-La Mancha. Su titulación es equivalente a Grado Universitario.

Los nuevos materiales han revolucionado el diseño de interior”

P.- ¿Qué profesionales salen de esta escuela cuando terminan sus estudios?
R.- El perfil de los profesionales que se forman en este centro es básicamente el del profesional independiente, autónomo, aunque por supuesto puede trabajar también para empresas. Un diseñador puede instalarse por su cuenta o bien entrar en un estudio de diseño gráfico. También contamos con la rama de las artes gráficas…

P.- Tal vez deba aclararnos qué es el diseño gráfico y para qué sirve.
R.- Es básicamente un diseño orientado a la comunicación visual y comprende un campo muy abierto con la particularidad de que en estos momentos gira en torno a los medios digitales. En cuanto a contenidos puede ir desde el dibujo de comic, la ilustración, diseño de tipografías, composición de libros y revistas, cualquier medio impreso, edición digital como la edición de páginas web, grafismo para televisión, diseño publicitario. Además últimamente muchos alumnos están enfocando su actividad hacia la “artesanía de diseño”.

P.- ¿Y el diseño de interiores?
R.- Su finalidad principal es generar espacios habitables partiendo de que un diseñador no puede modificar elementos estructurales, ya que eso es competencia exclusiva de los arquitectos.

P.- ¿Cuál es la relación entre el diseñador de interiores y el arquitecto?
R.- Podríamos decir que el arquitecto podría hacer todo, aunque se limita al “contenedor”, mientras que el diseñador de interiores hace “el contenido”. Sin embargo la profesión del diseñador de interiores tiene más dinamismo, ya que mientras el edificio permanece inmutable durante muchos años, el interior se va cambiando con mucha frecuencia. Los espacios interiores son cambiantes. Debemos apuntar, de todas formas, que los proyectos de un diseño de interior debe ser aprobado por un colegiado. Si el diseñador no pertenece al Colegio profesional será otro diseñador el que le firme el proyecto.

P.- ¿Qué proceso debe seguirse para modificar el interior de una vivienda?
R.- Lo normal es ponerse en contacto con un profesional del diseño de interiores y, dependiendo del ámbito de la reforma, puesto que si sólo se trata de mover objetos o muebles no necesita el visto bueno del colegio, se puede llegar incluso a plantear la redistribución de la casa. En este caso se deberá entrar en contacto con un arquitecto en si se van a tocar elementos maestros, o presentar un proyecto firmado por el colegio de diseñadores en el caso de que no se toquen elementos estructurales.

En todo caso el diseñador de interiores está autorizado para mover tabiques, diseñar instalaciones eléctricas, fontanería, pintura, etc. Y en este caso deberá controlar el trabajo de todos los operarios que intervengan en el proceso, lo que es la dirección de obra.

P.- ¿Cómo ha evolucionado en los últimos tiempos el diseño de interiores?
R.- Estamos hablando de una profesión de muy reciente creación, aunque interiorismo ha habido siempre puesto que desde el principio de los tiempos el hombre ha intentado lograr un entorno agradable. Pero en España hasta los años 50 del siglo pasado no se empieza a pensar en una persona especializada en diseño de interiores. Hasta ese momento la frontera entre el arquitecto y el arquitecto artista estaba muy difusa. Y ya como enseñanza reglada se empieza a dar a partir de los años 60.

P.- La sociedad como lo va asimilando. ¿Se cambia cada vez más el hogar?
R.- El diseño es un valor añadido. Y por tanto los cambios dependen de las necesidades de cada cual. Hay quien lo hace personalmente y otros recurren a los profesionales. Pero los cambios de tendencia no son ni tan rápidos ni tan radicales como puedan serlo otras modas, especialmente en la ropa. Cada año no se cambia de estilo. Pero sí es verdad que hay una evolución lógica que se basa, entre otras cosas, en la aparición de nuevos materiales con unas propiedades que podemos definir como increíbles. La cerámica, por ejemplo, ha sido algo revolucionario en los últimos años. Precisamente el diseñador de interiores debe estar muy al tanto de esto. Sí es verdad que cada vez las tendencias van cambiando con mayor rapidez, pero por la aparición de materiales nuevos, no por modas o caprichos estéticos. También se explica porque las viviendas están evolucionando mucho hacia la domótica.

P.- Finalmente, ¿destacaría algo más de lo que no hayamos hablado?
R.- Me gustaría señalar que echamos de menos que la Consejería no desarrolle completamente todo lo que es el catálogo completo de la especialidad de diseño, como puede ser la moda o el propio diseño de interiores del que hemos hablado. En definitiva, contar con una oferta completa de materias en lugar de la parcial que tenemos.