Juan Díaz-Benito / Periodista Deportivo

El partido entre el Manzanares Fútbol Sala y el Jaén Paraíso Interior supuso un antes y un después en la historia del equipo de Juanlu Alonso. Un punto que puede ser decisivo de cara a la consecución del objetivo final: La Salvación.

Muchas lecturas tiene el partido, debido a lo emocionante y trepidante que fueron los 40 minutos de encuentro. Un protagonista decisivo fue la presencia de los más de 1.500 aficionados que llenaron ‘La Bombonera’, la presencia de esta multitud de aficionados lograron por si solos llevar al equipo en volandas. Esto también tiene una lectura muy importante y está pasa porque Manzanares siente como suyo al equipo de fútbol sala. Pase lo que pase y ocurra lo que ocurra a lo largo de las temporadas, la afición estará ahí apoyando y demostrando que cada 15 días tiene la ilusión de que el equipo de su pueblo salte a cancha y demuestre la honradez y profesionalidad que demostraron técnicos y jugadores en este encuentro.

Este punto puede ser decisivo, pero de momento es un pasito más porque la salvación en la presente temporada va a estar por encima de los treinta puntos. En lo deportivo, el partido tuvo cosas determinantes, en donde se demostró el grado de compromiso de todos y cada uno de los jugadores que saltaron a cancha e igualmente de lo que no saltaron porque con su apoyo fue igual de lo que estaban siendo protagonistas directos.

Un chaval con 17 años logró su bautizo como jugador de fútbol sala, dado su grado de compromiso y su enorme calidad, este no es otro que: Javi Bule. El portero manzanareño es este partido al igual que desde que tuvo que tomar la responsabilidad, está demostrando que la edad es un número y que solo el compromiso, la dedicación, la humildad, es lo que determina hasta donde puede llegar un jugador de fútbol sala profesional.

El resto de compañeros de Javi Bule no se quedaron atrás, y dejaron claro que sienten los colores de la camiseta que se enfundan jornada tras jornada. Cuando una plantilla viene de cuatro derrotas y ve demasiado cerca la posibilidad de meterse en peligro de posible descenso, influyen muchísimas cosas en su rendimiento de cara a las últimas jornadas de liga. Sería difícil destacar individualmente a nadie en este encuentro, pero sería también demasiado injusto dejar pasar el compromiso de todos, o casi todos.

Juanlu Alonso, en su norma, desde que llegaron las lesiones está en utilizar ocho hombres y estos ocho jugadores no lo quieren dejar mal y dan todo lo que le pide y un poco más para cumplir sus instrucciones.

Raúl Campos demostró que el DNI no importa, que lo que importa es el compromiso, la honradez y la profesionalidad a la hora de darlo todo. El de Móstoles tras una temporada en donde las lesiones han sido sus fieles aliadas, en los partidos decisivos como el del Jaén, dio una auténtica lección de compromiso y de ganas por conseguir el objetivo, que no era otro que intentar que la victoria de quedará en ‘La Bombonera’.

Otro hombre importante en la disputa de este encuentro fue Javi Alonso, un jugador cuyo rendimiento ha sido bueno en muchos partidos y quizás no tan brillante en otros, pero que en este encuentro se convirtió en bandera de su equipo y cuando tuvo que coger la responsabilidad no tembló, demostrando que hoy por hoy sigue siendo uno de los mejores jugadores del fútbol sala español.

Terminamos está colaboración con algo con lo que se debería terminar cualquier partido de estas características, que es la deportividad fuera de la cancha. Las aficiones de Jaén y Manzanares demostraron que son dos de las mejores aficiones de España, hermanamiento, deportividad y respeto fueron lo que convirtieron el partido en un auténtico espectáculo.