En ingresos, el turismo activo apenas supone el tres por ciento respecto de la tarta global, pero un indicador importante de su fortaleza, pese a su poca magnitud, fue su pronta recuperación tras la pandemia del Covid-19, el primero por delante del destino de sol y playa. Empresas y operadores son conscientes de sus excelentes y prometedoras virtudes, buscando mejorar ofertas, actividades, programas y especializándose en experiencias únicas para atraer a un mercado, tanto nacional como internacional, cada vez más interesado y a la vez exigente por planes personalizados en este segmento turístico.
Elena se pertrecha de todo el equipamiento necesario para llegar al ibón Marboré desde el que se divisa una magnífica estampa del Valle de Pineta, en el parque nacional de Monte Perdido, en plenos Pirineos oscenses. Este año ha caído mucha nieve, la información de la agencia de viajes y de la empresa de turismo activo, así como las imágenes subidas a TikTok por otros turistas, dan testimonio del espectacular paisaje en lo más alto, con un salto de agua impresionante. Miguel se ha empeñado este año en que las vacaciones deben ser en la montaña; Elena, también Daniel, hubiesen preferido la candorosa arena y las cálidas aguas del Mediterráneo, más que nada por desconocimiento de las altas cumbres pirenaicas, pero sorprendentemente están descubriendo, rutas de senderismo mediante, una impresionante naturaleza que contrasta con el lugar de procedencia de nuestra familia protagonista, dominado por vastas llanuras y cultivos ancestrales como el viñedo.
Otro punto de visita activa fueron las pasarelas de Alquézar, uno de los pueblos más bonitos de España. El recorrido de dos kilómetros en torno al cañón del río Vero resultó una experiencia única, donde además de la caminata, Miguel, Daniel y Elena practicaron barranquismo.
Esta familia es sólo una de tantas que disfruta de unos días de turismo activo, un tipo de turismo que va creciendo, aunque aún muy lejos del rey de los destinos: el de sol y playa, del que en España disfrutamos tanto los residentes en el país como los extranjeros.
Sabemos que el sector del turismo en general es clave en la economía española. 93,8 millones nos visitaron en 2024, récord histórico, con unos ingresos de 126.200 millones de euros, a lo que se unen los más de 38 millones de viajes realizados por residentes en España, según refleja el Instituto Nacional de Estadística. Y en 2025, la tendencia continúa in crescendo, con un 7% más de turistas extranjeros en el primer cuatrimestre hasta los 25,6 millones de personas. El gasto, algo más de 23.5000 millones en el primer trimestre.
¿Qué se conoce como turismo activo?.- Un buen comienzo es conocer la definición de turismo activo. Aunque en la RAE no hay una entrada específica para ello, sí nos identifica el turismo como aquel hecho o actividad de viajar por placer. Otras fuentes especifican que lo de activo, como su nombre indica, implica una actividad que requiere acción física, deportiva, de recreo o de aventura al aire libre, siendo la premisa principal la interacción dinámica de la persona con el medio natural, por lo general con cierto grado de esfuerzo físico, emoción o desafío. En estas acciones, el visitante se sirve de los recursos que ofrece la propia naturaleza en cualquier medio, aéreo, terrestre, subterráneo, acuático o urbano.

Entre los principales fines del turismo activo se enmarca el hecho de vivir experiencias emocionantes y diferentes, superar retos personales, así como disfrutar del entorno de forma activa. Como bien indica uno de los encuestados en El Termómetro, es el cuerpo a cuerpo del ser humano, de un pequeño ente, con la enorme y fascinante naturaleza.
Tipo de actividades.- En varios informes relacionados con turismo activo se enumeran algunas de las actividades más practicadas. El senderismo o trekking es, sino el rey, una de las iniciativas más atractivas, ya que no precisa grandes dotes físicas ni preparación previa y además proporciona muchos beneficios saludables. En este aspecto, la mayoría de las empresas de turismo activo incluyen en su programa de actividades diversas rutas de senderismo donde no sólo se practica un deporte, sino que se conoce y se respeta el entorno, con explicaciones del patrimonio existente en la ruta, de la flora y fauna y de la historia. Este interés creciente por caminar por senderos naturales ha derivado en una mayor atención e inversión por parte de las administraciones competentes. Además, su coste es de los más baratos del resto de actividades, con un precio medio de 35,57 euros.
Otras actividades también muy solicitadas son la escalada, el ciclismo de montaña, paseo a caballo, karting, barranquismo, puenting o esquí. También el medio acuático es muy atrayente, más ahora en verano, con buceo, piragüismo o kayak, paddle surf, submarinismo, surf o esquí acuático como acciones más realizadas. En el aire, uno de los más recurrentes es el vuelo en globo, además del parapente, paramotor, paracaidismo, etcétera.
Los costes oscilan mucho en estos casos, desde los 72 euros de paddle surf, pasando por los más de cien euros en experiencias de karting, parapente o rafting.

La pandemia, un antes y un después.- El turismo activo, al igual que el sector turístico en general, registraba en 2019, antes de la pandemia por el Covid-19, destacadas cifras de visitantes. Mucho antes, la propia Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid, a la vanguardia siempre, erigió unos premios donde se reconocían los mejores ‘destinos activos’ del mundo.
El impacto de la pandemia supuso un descenso del 7,5 % en el gasto medio de los usuarios por la bajada de oferta y demanda. La crisis sanitaria fue el punto de inflexión en las preferencias de ocio de los turistas españoles y extranjeros. Según la Organización Mundial de Turismo, el turismo de naturaleza y aventura creció un 65 % en popularidad desde el año 2019, destacando opciones como el senderismo, el kayak y la escalada.
Tal interés ha despertado el turismo activo en España que fue el primero en recuperarse tras la pandemia, superando los niveles previos, posicionándose por delante incluso del turismo de sol y playa, del de salud y bienestar, del cultural y de congresos, según un informe de la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (ANETA).

Esta pronta recuperación y crecimiento se debe sobre todo a la respuesta del mercado de proximidad tras un tiempo confinados y también a la preocupación social por la sostenibilidad, habida cuenta del cambio climático y otros desastres naturales. La ciudadanía, concluyen en el mencionado estudio, quiere alternativas vacacionales más sostenibles, respetuosas con el medio ambiente, optando por alojamientos ecológicos, actividades que respeten la biodiversidad y medios de transporte con bajas emisiones de carbono, como los trenes, cuyo uso se prevé aumentar en un 40 % en los próximos años.
Otra idea más prosaica, aunque cierta, es la recuperación de la libertad y de movimiento tras el confinamiento y las restricciones sanitarias. Una sensación que ha venido para quedarse. A la hora de viajar, la posibilidad de realizar actividades al aire libre es muy tenida en cuenta, como si se hubiese incorporado a nuestro ADN ese distanciamiento social dictado por las autoridades sanitarias en pandemia y la consiguiente sensación de seguridad que da estar en contacto con la naturaleza. Según la última Encuesta sobre Hábitos Deportivos proporcionada por el Ministerio de Cultura y Deportes, la inclinación hacia los deportes individuales ha experimentado un crecimiento significativo desde 2015, alcanzando el 60,9 % de la población estudiada. En comparación, solo el 11,7 % opta por deportes colectivos y el 27,4 % no manifiesta ninguna preferencia específica.
Estadísticas, ingresos y perfiles.- No existe una estadística oficial específica sobre turismo activo, pero el Instituto Nacional de Estadística registra que el binomio deporte-turismo acarrea en España unos ingresos superiores a los 5.550 millones de euros al año, el 0,3% del PIB, con una generación de empleo de 30.000 puestos de trabajo y más de 5.000 empresas de turismo activo y ecoturismo, según la Federación de Asociaciones de Gestión del Deporte de España (FAGDE) y ANETA. Unas cantidades menores si las comparamos con el cómputo del turismo general: 184.000 millones de euros en ingresos, el 12,3% del PIB con un público amplio y diversificado, pero que contribuyen a la diversificación y consolidación de un sector puntero en nuestro país.

El perfil del turista activo es el de una mujer, de entre 45 y 54 años de edad. Las actividades más demandadas son el senderismo, seguida del kayak o piragüismo, barranquismo y rapel, o montañismo, además del surf, buceo y cicloturismo. La principal fuente de clientes proviene del mercado nacional, inglés y alemán. Las motivaciones de los usuarios obedecen al interés de mantenerse en forma en tiempo de vacaciones y descanso, las ganas de conocer y explorar nuevas culturas y tradiciones, y la búsqueda de contenido de entretenimiento y de gastronomía. Estas preferencias de la sociedad actual responden a la creciente tendencia por experiencias personalizadas, en aras no sólo al bienestar personal sino al interés específico de cada cliente.
El mercado nacional constituye, junto con el británico y el alemán la principal fuente de clientes de Turismo Activo en España. La suma de los tres mercados supone más de la mitad de la demanda de las empresas españolas. Les siguen el mercado francés, el sueco y el noruego. En cuanto a facturación, la mitad de las empresas de turismo activo declaran facturar menos de 40.000 euros al año, aunque un 17 % habla de unos ingresos de 40 a 80.000 euros y el 27 % dice facturar más de 150.000 euros anuales.
En materia de empleo, el turismo activo se compone principalmente de profesionales autónomos y pymes, lo cual tiene un claro reflejo en los datos de empleo. La mayoría de las empresas tienen entre 2 y 4 trabajadores, si bien la media anual de trabajadores es de 10,4, con lo que podemos estimar alrededor de 51.500 empleos anuales. Este tipo de empresa demanda formación en materia de primeros auxilios, conocimientos de marketing y finanzas, gestión de redes sociales, educación ambiental, diseño de páginas web, idiomas, formación relacionada con el guiaje por barrancos y escalada, buenas prácticas y atención al cliente, mecánica de la bicicleta o guiaje en kayak de mar.

Va por zonas.- Los líderes en la promoción y venta del turismo activo en España son las grandes capitales de Madrid y Barcelona además de Alicante, ciudades con infraestructuras turísticas consolidadas y una oferta diversa de actividades, además de su particularidad en la amplia oferta de iniciativas culturales y de ocio en el caso de Madrid y Barcelona, y de los atractivos naturales de la provincia alicantina, donde se combina playa y montaña y, consiguientemente, deportes acuáticos y de aventura.
El resto de lugares costeros también se está subiendo al carro del turismo activo, conscientes de la importancia y repercusión económica para sus pueblos y ciudades. La búsqueda por parte del turista nacional e internacional de zonas remotas y menos saturadas de gente, y las experiencias más originales y sostenibles son las bazas que juegan a favor de potenciar el medio rural más desfavorecido y víctima de la despoblación.
El futuro del turismo activo.- Como se ha descrito anteriormente, este subsector goza de buenísima salud a día de hoy. De ahí que las empresas de turismo y operadores aumenten los esfuerzos en consolidar esta época de vacas gordas, trabajando segmentos poco explotados como el turismo inclusivo, haciendo accesibles las actividades a todas las personas independientemente de su capacidad; implementando la tecnología que aumente la eficiencia y atraiga a un público más amplio; fomentando la oferta de excursiones privadas, más exclusivas y auténticas; y tener buen posicionamiento en plataformas líderes de reservas.

En el afán por atraer a más público, las empresas de este sector cuentan con una oportunidad en la atracción de jóvenes generaciones como Millennials y generación Z que muestran mucho interés en viajar, valoran la sostenibilidad, utilizan ampliamente las redes sociales y se ven influenciados por las opiniones de Instagram o TikTok.
España, sin duda, continuará en los próximos años mejorando sus cifras turísticas, siendo uno de los destinos top del mundo junto a Francia y Estados Unidos. Por su parte, el turismo activo en pleno Valle de Pineta de los Pirineos, en el Caminito del Rey de Málaga o en el Parque Nacional de Valle de Alcudia y Sierra Madrona de Ciudad Real seguirá su camino ascendente, cada vez más especializado, personalizado y con una gran oferta digitalizada, pero con el principio de mantener y respetar nuestro entorno y medio ambiente dejando la menor huella posible en la naturaleza cuando nos hayamos ido de vuelta a casa.
Castilla-La Mancha, más turismo activo que nunca
En los últimos años, hemos sido testigos del crecimiento de diversas regiones en España que, gracias a su apuesta por el turismo activo y rural, han logrado posicionarse como destinos preferidos por los viajeros en busca de alternativas menos saturadas y experiencias más auténticas y sostenibles. Castilla-La Mancha forma parte de las comunidades autónomas interesadas por un turismo más especializado.
Aunque no se disponen de registros sobre turismo activo, la comunidad castellano-manchega ha ido batiendo mes tras mes nuevos récords de viajeros y pernoctaciones en el medio rural. La última estadística data de abril de 2025, con más de 100.000 pernoctaciones por primera vez en la historia en un mes de abril con más de 43.000 viajeros alojados. En el primer cuatrimestre del año, la tendencia nacional ha sido en descenso mientras que la región ha experimentado aumentos tanto en viajeros como pernoctaciones, 118.214 y 248.384 respectivamente, con porcentajes de subida del 12 y 7 por ciento.
En un comunicado, la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, subrayó que el pasado mes de abril fue el tercer mejor dato de turismo rural en la historia de la región tras los meses de julio y agosto de 2024. Ello le posicionó como la tercera CC.AA. con mayor cuota de mercado en turismo rural en abril, con un 10,4 %.
Con la campaña ‘PARA en Castilla-La Mancha’ se invita a todos los viajeros que cruzan nuestro territorio a detenerse en cualquiera de las provincias de la región para descubrir sus tradiciones, pero también para disfrutar de experiencias únicas.
También en Castilla-La Mancha puede disfrutarse y mucho de turismo activo y de naturaleza, conociendo sus parques nacionales y naturales, sus bosques, volcanes, geositios o casas rurales. En la web www.turismocastillalamancha.es se podrán encontrar y programar interesantes rutas y visitas, ya que se recogen los principales atractivos de cada recurso natural, los puntos de interés, los accesos y la mejor época para visitar dicho entorno. En otra pestaña se recogen espacios turísticos en los alrededores, para continuar con una tercera pestaña con contactos para poder comer y alojarse. En una última ventana, a golpe de clic, se pueden desplegar todas las empresas de turismo activo especializadas en el lugar, con una descripción de las mismas, el tipo de actividades que realizan y una página web donde contactar. Muchas de ellas trabajan en varias zonas de una misma provincia o de la región, fruto del esfuerzo continuado por formarse y ofrecer interesantes programas de turismo y ocio.

Los cielos estrellados de Ciudad Real: Turismo Astronómico de Interior
La provincia de Ciudad Real revela uno de sus tesoros menos conocidos: sus cielos estrellados. Del 16 al 21 de junio, la localidad de Fuencaliente acogió un curso especializado de la Fundación Starlight destinado a formar nuevos monitores que actuarán como embajadores del astroturismo, transmitiendo al público general la importancia y el atractivo de la observación astronómica.
Esta combinación de conocimiento teórico y experiencia práctica garantiza que los nuevos monitores cuenten con las herramientas necesarias para transmitir tanto el rigor científico como la pasión por la astronomía a los futuros visitantes de los cielos manchegos.
Esta iniciativa cobra especial relevancia tras la declaración del Valle de Alcudia y Sierra Madrona como Destino Turístico Starlight en noviembre de 2019 o la de Cabañeros en 2023. Aunque la provincia ya cuenta con profesionales destacados formados en 2021 -como Esther Serrano, que desarrolla visitas divulgativas en el Valle de Alcudia, o Mónica Fernández Hontanilla, gestora del Centro Singular de Turismo Astronómico de Alcoba de los Montes en Cabañeros-, la Fundación consideraba necesario ampliar el equipo para potenciar esta modalidad turística.
El turismo astronómico está experimentando un auge sin precedentes y Castilla-La Mancha, y particularmente Ciudad Real, están apostando decididamente por el astroturismo como herramienta que refuerza los valores ambientales y la concienciación ciudadana. En esta línea, se han habilitado varios miradores Starlight en la provincia, equipados con indicadores y planisferios que facilitan la orientación durante las observaciones nocturnas, consolidando a la región como referente nacional en turismo astronómico: el observatorio Starlight de Fuencaliente, el observatorio de El Hoyo, y otros espacios integrados en la red de miradores astronómicos como los de Cabezarrubias del Puerto y Almodóvar del Campo.
Estos nuevos enclaves se suman a una infraestructura creciente que convierte el interior peninsular en un verdadero santuario para la contemplación del cosmos, ofreciendo a los turistas experiencias inolvidables bajo cielos de calidad excepcional.
El turismo astronómico representa una oportunidad única para el desarrollo económico sostenible del interior. Al tratarse de actividades nocturnas, fomenta las pernoctaciones y el consumo local, mientras atrae a un perfil de visitante especialmente respetuoso con el entorno y comprometido con la conservación.
Este tipo de turismo genera un impacto positivo en múltiples niveles: dinamiza la economía local, promueve la concienciación ambiental y ofrece a los visitantes una experiencia transformadora que conecta con lo más profundo del ser humano: nuestra fascinación por el cosmos.
La apuesta por la calidad de nuestros cielos nocturnos no es solo una inversión en turismo, sino una contribución al patrimonio natural que compartimos y que debemos legar a las generaciones futuras.
Texto y fotos: Blanca de Burgos Santos, guía de turismo y monitora Starlight
Texto: O.C.R.; Ayer&hoy. Fotos: Pixabay