Teresa Perales es la deportista española más laureada en unos Juegos Paralímpicos, con la friolera de 28 medallas conseguidas. igualando en el número de triunfos al nadador Michael Phelps. Pertenece al Club de Natación de Pozuelo de Alarcón en Madrid, del que afirma se siente muy orgullosa por haber abierto una puerta a los deportes adaptados. Una excepcional persona y gran deportista que cuenta los días que quedan para disputar las próximas olimpiadas para seguir sumando victorias y superar al nadador estadounidense.

“Siempre hay que tener sueños que cumplir porque eso es lo que te motiva cada día”

Pregunta.- Deportista española más premiada en unos Juegos Paralímpicos con un total de 28 medallas ganadas, ¿qué se siente?
Respuesta.-
Me siento muy feliz por haber cumplido el objetivo que me marcaba, que no era nada fácil y, sobre todo, porque en realidad no es solamente por la medalla, es el hecho de seguir intentándolo y de que, a pesar de tener 48 años de edad, sigo todavía ahí arriba, en lo más alto.


P.- Desde que pierdes la movilidad a la edad de 19 años, aprendes natación adaptada y al año empiezas ya a competir. ¿Quién te recomienda este deporte y cómo avanzaste tan rápido para estar en un año ya compitiendo?
R.-
En un principio quería hacer atletismo, pero comprarse una silla de atletismo era carísimo y como en el verano había estado flotando en el agua con un chaleco salvavidas y me gustó la sensación de libertad del agua, aprendí a nadar de manera adaptada de una forma bastante espontánea, copiando a los demás.


Además, tuve la suerte de caer con un buen entrenador que me dijo que era un diamante en bruto que había que pulir, me lo creí, tonta de mí, porque se lo decía a todo el mundo, y mira, pues hasta aquí (risas).


P.- Estás preparando un evento deportivo con nadadores con y sin discapacidad que sean medallistas, ¿en qué consiste?
R.-
No exactamente que sean medallistas, todos tienen que haber estado en París en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos y tienen que estar dentro del top 30, más o menos, a nivel mundial. Serán nadadores internacionales y españoles y la competición consistirá en cuatro olímpicos y cuatro paraolímpicos o cuatro olímpicas y cuatro paraolímpicas, todos compitiendo a la vez, revueltos y sólo habrá un único o una única campeona en la competición.


P.- ¿Por qué te has lanzado a hacer esta competición?
R.-
Porque es algo que llevaba pensando hace muchos, muchos años y es verdad que organizar algo así, requiere mucho equipo, ser muy valiente para tirarse a la piscina en este tipo de organización de eventos y luego hace falta un buen patrocinio para poderlo sacar adelante. Parece que la cosa está funcionando y si Dios quiere, este año que viene, en 2025, organizamos la competición.


P.- Fuiste abanderada de la delegación española en 2012 en los Juegos celebrados en Londres ¿cómo te sentiste cuando te eligieron?
R.-
Que iba ya con una medalla puesta porque era abanderada y además con otra medalla más porque estaba mi hijo que por primera vez me veía en unos Juegos, tenía sólo dos añitos. Fue un momento muy especial ir portando la bandera de mi país, desfilando en el estadio, porque allí todavía era dentro del estadio, no como en París que fue fuera. Iba como una loca buscando dónde estaba la bandera de Japón, porque sabía que debajo estaban mi marido y mi hijo y yo lanzando besos como una loca hacia la bandera de Japón, pero era porque estaban ellos (risas).

Teresa Perales ha conseguido una peleada medalla de bronce en la final de los 50 m espalda S2. La Defense Arena. Juegos Paralímpicos París 2024. © Gorka Leiza / CPE.


P.- ¿Qué se puede hacer para apoyar y dar más visibilidad a la dependencia?
R.-
Lo primero, estar muy cerca de la dependencia. Una de las cosas que a mí me motivó mucho a participar y a tener responsabilidad pública en atención a las personas en situación de dependencia, era visibilizar y hacer que todos dejaran de pensar exclusivamente en la política, que pensaran más a quién iba dirigida esa política, en las personas que iban a beneficiarse dependiendo de cómo de fuerte consiguiéramos que fuera la implantación y la normativa de la Ley. Eso es lo que nos tiene que motivar en todo momento, que esa Ley no sea algo estanco, tiene que ser flexible, para que la normativa se haga cada vez más fuerte con el objetivo de llegar al mayor número de personas.


P.- Has obtenido numerosas distinciones y reconocimientos, pero ¿cuál ha sido el más especial para ti?
R.-
Es muy comprometida esta pregunta, porque siempre al final, si digo una, vas a quedar mal con las demás, pero bueno, creo que nadie se enfada si digo que el Premio Princesa de Asturias. Es el premio mayor por excelencia y, sobre todo, eso sí que está claro, el que más repercusión ha tenido de todos los galardones que he recibido.


P.- ¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu profesión como nadadora?
R.-
Lo que más me gusta es el momento de libertad que tengo dentro del agua, esa autonomía personal; y lo que menos, el agua fría, la odio a muerte, lo paso fatal, me quedo agarrotadísima, ese momento es el más difícil de salvar todos los días.


P.- ¿Recuerdas la primera medalla que ganaste, la sensación que tuviste?
R.-
¡Sí, sí! La primera medalla que tuve fue en Badajoz en un Campeonato de España. Mi familia es extremeña y tuve allí a muchísima parte de ella, tanto, que todo el mundo se preguntaba quién era yo y que por qué había tanta gente aplaudiéndome. Me sentí tremendamente feliz, campeona y percibí como que por primera vez tenía una puerta abierta.


La discapacidad la tenía todavía bastante reciente y descubrí que la natación adaptada era algo que me empezaba a cautivar mucho, era intentar ser cada día mejor en algo que siempre había descartado, que era nadar y que de pronto se convertía en mi vida.


P.- ¿Cuántos años tenías en ese momento?
R.-
Tenía 19 años cuando me quedé en silla y 21 cuando fui al Campeonato de España.


P.- ¿Sueños por cumplir?
R.-
¡Sí, ganar a Michael Phelps! De momento lo he igualado. Veintiocho medallas están muy bien, pero veintinueve o treinta están mejor. No es que sea inconformista porque sí, pero me gusta tener planes. Mi abuela, que era muy inteligente y buenísima decía: “hija mía, qué bonito es tener algo que hacer cada vez que te levantas”. Y es verdad, siempre hay que tener sueños que cumplir porque eso es lo que te motiva cada día. Quiero pensar que me quedan muchos sueños todavía por cumplir.


P.- Entonces, ¿te veremos en las próximas olimpiadas?
R.-
1.304 días quedan para los próximos juegos (risas).

Texto: Kathy Montero Fotos: K.M., cedidas