No me entra en la cabeza, Lorencito, que sea verdad eso de que nunca hayas visto una película en blanco y negro, y, sobre todo, que te empeñes en afirmar que no tienes interés en ver ninguna que no sea en color.
– Quizás la haya visto, en la televisión, pero lo que ahora quiero decir, mi anticuado (Dios me libre de decir viejo y pasado de moda) maestro, es que el cine en blanco y negro lo veo tan alejado de nuestros días que nada puede interesar a las nuevas generaciones. Y de hecho, hace ya bastantes años, se colorearon películas antiguas con el fin de captar a los más jóvenes y fue un total fracaso. ¿O no es así?
– Te contestaré empezando por el final. Esas películas coloreadas se quedaron en algo que ni era carne ni pescado y, desde mi punto de vista, fueron una auténtica chapuza tecnológica, pero sobre todo no creo que fuese la mejor forma de interesar en el cine clásico a personas que habían nacido cuando el color estaba impuesto no sólo en las películas que se filmaban sino en las que se pasaban por la televisión.
En cuanto a que si has visto alguna en blanco y negro en televisión, ten por seguro que esa posibilidad ya no se va a repetir, pues excepto canales específicos, como TCM, las cadenas generalistas las han borrado de un plumazo, salvo en algunas excepciones, como el programa de cine clásico de la 2, que de vez en cuando programa alguna. Pero tranquilo, que te va a ser difícil tropezarte con alguna aunque la busques bien con lupa. Y por supuesto en el cine, ni siquiera una de cada mil, se hace hoy día en blanco y negro.
– Lógico. Si es que lo que no sea en color huele a viejuno, a rancio, al año maricastaña, y su excelencia perdone estas expresiones, pues bien sé que usía ignora todo el cine posterior a 1965, salvo honradas excepciones que confirman la regla.
– Bien mozuelo, tal vez tengas razón en señalar mi desprecio hacia el cine posterior a los años 60, al igual que yo señalo el tuyo hacia el cine anterior a esas fechas. Pero no quiero salirme del asunto que nos atañe y deseo volver al meollo de la cuestión, el porqué de ese desprecio hacia el cine clásico, sobre todo si es en blanco y negro, no sólo por los potenciales espectadores (no todos jóvenes, pues hay muchas personas mayores que rechazan todo lo que no sea en color) sino sobre todo, y esto es sangrante, por parte de los “ejecutivos agresivos” que manipulan las programaciones de las televisiones. Porque hay ejemplos claros de vetar todo lo que venga en blanco y negro.
– No creo que se vete. Y si se hace por algo será.
– Se veta. Y sin ánimo de ofender creo que se hace por pura ignorancia, lo que lleva, además, a que películas, que estoy seguro que gustarían a muchos espectadores, se queden en el baúl de los recuerdos mientras verdaderos bodrios llenan horas y horas de televisión simplemente porque son en color.
– Me parece que exagera. No creo que quienes programan no sepan lo que hacen.
– Vayan por delante un par de ejemplos. El primero se refiere al canal de televisión 13 cuyos directivos han decidido que las películas en blanco y negro, que se pasaban por el programa Classics, que presentaba Jose Luís Garci ,“no dan suficiente audiencia” por lo que han decidido que, para que el programa siga, solo quieren películas en color, algo curioso, cuando admiten que “El tren”, en blanco y negro, fue la más vista del programa con excepción de Lo que el viento se llevó. Lógicamente Garci se ha negado y, por tanto, han cancelado el programa.
El segundo ejemplo afecta precisamente a esta cadena, a nuestra CMM TV y a La 2 en su cine de la mañana. Las tres emiten todos los días una película del Oeste, (La 2 a veces intercala alguna de aventuras y La 13 muchos días dos del oeste seguidas) pero ninguna de estas películas es en blanco y negro.
¿Me quieren decir, los sesudos directivos de estas cadenas (dos de ellas “mantenidas” con dinero público) que un amante del cine del oeste, que son principalmente quienes ven estos programas, no disfrutaría con La diligencia, El forastero, Fort Apache, Murieron con las botas puestas, Río Grande, El pistolero, Sólo ante el peligro, Cazador de forajidos, El tren de las 3,10 para Yuma (año 1957), o El hombre que mató a Liverty Valance? No se lo creen ni aunque esnifen medio kilo de coca cada tarde.
-Bueno, no a todo el mundo le gusta el cine del oeste. Hay también comedias, cine de policías, películas de amor…
-Exacto Lorencito, y por eso están vedadas al espectador obras como El gran dictador, Historias de Filadelfia, Ciudadano Kane, El halcón maltés, Niebla en el pasado, Laura, Perdición, Ladrón de bicicletas, Muerte de un ciclista, Bienvenido, Míster Marshall, Rebeca, El verdugo, Psicosis… y miles y miles de obras de arte “escamoteadas” por brillantes analfabetos que ocupan bien remunerados puestos directivos.
-Bien, vale, tomo nota.
– Mira Lorencito, tómala en serio, y que sepan esos “que mandan” que por mucho color que nos impongan en la tele no van a tapar ese día a día en blanco y negro que sus nefastas políticas (de todo tipo) nos están haciendo vivir a todos.