Carlos Peña Sánchez / Agente de Helvetia Seguros

Si al regresar al trabajo, sientes desmotivación, apatía, cansancio, falta de concentración o ansiedad, posiblemente estés sufriendo el famoso síndrome postvacacional, un trastorno que padecen muchas personas tras las vacaciones. Esa sensación de no poder adaptarte a la rutina diaria puede provocarte frustración, estrés e irritación, lo que puede terminar repercutiendo en tu rendimiento diario.

Para evitar llegar a ese estado, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos:

– Si es posible, programa tu regreso a casa un par de días antes de que finalicen tus vacaciones. Así, el cambio no será tan brusco y podrás prepararte física y mentalmente mejor para la vuelta al trabajo.
– En los últimos días de vacaciones, adapta poco a poco las horas de comidas y de irte a la cama con los horarios que sueles tener cuando estás trabajando.
– Tras la vuelta, intenta mantener algunas de las cosas que hacías durante las vacaciones. Por ejemplo, si cada día te dedicabas a caminar durante una hora por la playa, puedes seguir manteniendo esa rutina por la ciudad.
– Respeta las horas de sueño. Un buen descanso es fundamental para tener durante el día energía y vitalidad.
– Retoma de forma gradual las actividades de ocio que realizas en tu día a día.
– Mantén una dieta saludable y equilibrada. La alimentación no sólo influye en nuestra salud física, sino también en nuestro estado de ánimo. Alimentos como la leche, el queso, el huevo, el cacao o las nueces te pueden ayudar a combatir la desgana y apatía. Para el trastorno del sueño puedes tomar tomates, cerezas, arroz, plátanos o avena.
– Haz deporte. Practicar ejercicio físico te va ayudar a liberar energía y a relajarte.
– No te sobrecargues de trabajo al principio. Ve poco a poco y, si es posible, empieza por las tareas que son más agradables para ti.
– Volver a la rutina también tiene cosas positivas. Por ejemplo, supone volver a reencontrarte con amigos del trabajo, empezar nuevos proyectos ilusionantes, etc. Piensa en todo lo bueno.

El síndrome postvacacional no suele durar más de dos semanas. La mayoría de las personas que lo padecen sólo requieren de un poco más de tiempo para poder adaptarse a la rutina. Pero, a veces, el problema puede complicarse. Si ese es tu caso, no dudes en recurrir a un especialista para que te ayude a solucionarlo.