En el número anterior nos quedamos en contar con otras características de los rodapiés. Veamos algunas de ellas.
Material. Pueden ser piezas cerámicas o de alguna piedra tipo granito, pero no es lo más normal, ni desde luego lo más económico. Lo más común es que sean de madera o de algún polímero con alta resistencia. El espesor que aconsejamos es de 19mm.
Altura. En rodapiés prefabricados existen multitud de alturas. Pero en general, las más elevadas se quedan cortas. Nuestro consejo para conocer la medida ideal es la siguiente: divide entre 20 la medida en centímetros de la altura de tu vivienda. Por ejemplo, para una casa de 280 cm de altura libre, un rodapié de 14 cm sería perfecto. No es una regla que siempre haya que cumplir pero te ayudará. Y si eres de los que nunca siguen reglas, pásate, pero siempre por encima.
Color RAL. Importantísimo, como a partir de ahora tu rodapié se fabricará a medida, podrás elegir el color exacto. En este punto te aconsejo que tenga el mismo color que las paredes, no es la primera vez que tropezamos con paredes blancas cálidas con rodapiés blancos fríos. Para no cometer este error tan común, lo mejor es convertir el color NCS de las paredes en su equivalente RAL para rodapié. (Aunque el blanco no es mala idea).
Forma. La forma del rodapié, también conocida como sección, puede convertirse en otro detalle importante. Existen, por ejemplo, rodapiés escalonados que según el estilo de la reforma, pueden poner el punto final al conjunto. Hemos visto incluso cómo en viviendas con aires clásicos desaparecen las molduras del techo mientras los rodapiés cobran el papel protagonista, elevándose y complejizándose.
Otra pregunta que nos hacemos es si es posible una casa sin rodapié. Por supuesto, es posible, es tan fácil como no colocarlo, pero hay que tener en cuenta que el encuentro entre el suelo y las paredes deben ser perfectos, una linea limpia, recta, bien ejecutada en ese punto no puede tener holguras, ni separaciones en la que se pueda acumular la suciedad, a no ser que se quiera una estética rústica o intencionadamente descuidada. Las paredes no deben ensuciarse con la limpieza diaria. El uso de fregonas o aspiradoras, estropean las partes bajas de las paredes si estas no están bien protegidas o no son de un material resistente o impermeable como Estucos o microcementos, perfectos para reformas ya que se aplican con facilidad sobre las paredes existentes, son revestimientos muy finos de unos 3 mm de espesor y muy rápida instalación. Morteros a la cal, enlucidos o similares, a pesar de tratarse de técnicas tradicionales se están recuperando. Panelados, revestir las paredes con madera natural protegerá el frente de la suciedad. Ladrillo visto o piedra, acabados muy resistentes o porcelánicos o materiales sintéticos, seguramente los más resistentes de la lista.
Para evitar el uso del rodapié, además de buscar materiales resistentes en las paredes, debemos elegir un suelo que tenga dilataciones mínimas. De esta manera podrá instalarse tocando la pared. Los mejores para no tener que colocar rodapié son: Los porcelánicos de hormigón, otros suelos continuos con juntas, de piedra, textiles o maderas.
La decisión de no utilizar rodapié en una casa responde, en gran medida, a razones estéticas.
En definitiva, el uso del rodapié casi siempre estará presente en las viviendas y harán que esa reforma en la que tanto te has volcado empieza a ganar en intenciones que la separen del resto.
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