Un nuevo restaurante acaba de abrir sus puertas en la urbanización Montepríncipe, La Montefiore, donde el arte del Bel Canto se mezcla con una deliciosa cocina tradicional española. Sito en la avenida Montepríncipe s/n, este nuevo local gastronómico se ha diseñado como un espacio singular en el que el comensal se encuentre a gusto, como si estuviera en casa a la vez que disfruta del entorno, de la comida y de esas cenas musicales tan especiales que se desarrollan los fines de semana.

En La Montefiore ofrecen un menú diario que va rotando a lo largo de la semana pasando, los fines de semana a elegir a la carta. Recomendamos como entrantes su deliciosa ensaladilla, un plato con productos sencillos pero extraordinario. Las habitas salteadas con jamón y foie o los fiochetti rellenos de gorgonzola y pera con champiñones a la crema, son otros de los platos que nos harán disfrutar.

En lo que se refiere a pescados, la brocheta de rape y langostinos con verduras a la parrilla o la merluza en salsa verde con gulas y almejas, son algunos de los platos que preparan con gran maestría desde cocina. Para los amantes de la carne, se les hará la boca agua con el solomillo de añojo a la parrilla con foie de oca y patatas panaderas, aunque la pularda rellena con trufas, ciruelas, pasas y manzanas al cava con cebolletas francesas tampoco les dejará indiferentes, entre la gran variedad de platos a elegir.

Los postres, todos caseros, destacamos para los más atrevidos un sorbete de pistacho con vodka aunque los más golosos siempre pueden optar por la tradicional tarta de chocolate negro y almendras, tarta de queso al azafrán o una deliciosa tarta Tatín con nata templada, entre otros.

Para maridar esta espectacular comida no hay nada mejor que los vinos tradicionales. En La Montefiore cuentan con caldos con Denominación de Origen: Riojas, Riberas de Duero, vinos de Madrid, de Castilla-La Mancha…

Pero además de su cocina, la estrella del restaurante es el amor por la Ópera y la Zarzuela. Las cenas de los sábados se vuelven más especiales si cabe, porque disfrutar de un “Nessum Dorma”, de un “O sole mío” o de una pieza de nuestra Zarzuela interpretada por un cantante de lírico profesional mientras cenas, eso es sencillamente, espectacular.