Ángel Raúl Ruiz Pulpón (director del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio Universidad de Castilla-La Mancha)

Nos encontramos inmersos en los exámenes de la EvAU en el distrito universitario de Castilla-La Mancha. Se trata de una prueba esencial para el futuro inmediato del alumnado, que deberá elegir estudios y lugar donde cursarlos. Esta decisión no puede desligarse de las actuales circunstancias especiales ocasionadas por la pandemia y de los nuevos retos a los que la sociedad deberá hacer frente en el futuro más inmediato. En este contexto, estudiar en la Universidad de Castilla-La Mancha puede ser una buena elección por varios motivos: el primero, por ser una institución joven y en continuo crecimiento, moderna y competitiva, con una gran oferta educativa, cultural y un creciente potencial investigador; el segundo, por su proximidad, con la considerable reducción de costes que acarrea y la cercanía del domicilio familiar; y el tercero, por la adecuación de su amplia oferta académica a los desafíos de la sociedad actual, con un claro compromiso de servicio a la región de Castilla-La Mancha.

El compromiso con la sociedad castellano-manchega pasa, entre otros, por la construcción de una verdadera identidad territorial en torno a nuestra región. Resulta inequívoco que una correcta valorización e interpretación de los importantes recursos naturales y culturales que posee nuestra región pueden impulsar su proceso de desarrollo territorial. No en vano, sólo la provincia de Ciudad Real cuenta con dos Parques Nacionales (Cabañeros y Tablas de Daimiel); dos Parques Naturales (Lagunas de Ruidera y Valle de Alcudia); y otros sitios de singular interés como la Reserva Mundial de la Biosfera de la Mancha Húmeda, el Parque Minero de Almadén, reconocido por UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, conjuntos históricos artísticos como el de Almagro, y una de las principales zonas volcánicas del interior peninsular en torno al Campo de Calatrava.

En ese sentido, la Universidad de Castilla-La Mancha propone, desde el curso pasado, un nuevo Grado en Geografía, Desarrollo Territorial y Sostenibilidad que forma personas comprometidas con el territorio donde habitan. Un profesional que describe y analiza las potencialidades y deficiencias de nuestros espacios naturales, nuestros pueblos, comarcas y regiones, planteando una formación desde las interrelaciones ambientales, económicas y sociales bajo el actual paradigma de la sostenibilidad. En la actualidad, la capacidad de adaptación a la globalización, el nivel de interdependencia entre las regiones, los retos demográficos y sociales, los riesgos ambientales, las consecuencias de la pandemia de la COVID-19, el cambio climático, la pérdida continua de geodiversidad y de biodiversidad y la degradación del patrimonio cultural y natural y del paisaje constituyen, en líneas generales, los desafíos esenciales y potenciales a los que debe enfrentarse nuestra región, según la Agenda Territorial de la Unión Europea 2020. En consecuencia, este Grado desarrolla un perfil profesional muy demandado actualmente por la sociedad, entre las que destaca la preparación de futuros técnicos en el uso de las Tecnologías de Información Geográfica para la representación espacial; expertos en sostenibilidad, como forma de abordar los problemas ambientales dentro de una visión global; especialistas en desarrollo territorial en respuesta al incremento de estrategias públicas, regionales y locales que abogan por la cohesión territorial, más necesaria si cabe, en una región como Castilla-La Mancha; agentes, gestores y guías sobre el patrimonio y el paisaje en su vertiente territorial; y por supuesto, la tradicional salida profesional vinculada como profesor/a. En definitiva, necesitamos personas con un compromiso claro y decidido por el futuro de nuestro territorio.