Mercedes al Tratado de los Pirineos de 1659, España cedió a Francia los treinta y tres pueblos de las comarcas catalanas del Vallespir, el Capcir, el Conflent, el Rosellón y la Alta Cerdaña que hoy forman, junto con la Fenolleda,
el departamento francés de los Pirineos Orientales. Estas comarcas habían pertenecido al Imperio Carolingio (Reino Franco) y posteriormente cedidas a la Corona de Aragón, hasta caer bajo el dominio hispanocastellano. Las fronteras actuales de Llivia se deben a la delineación fronteriza entre Francia y España; hay que resaltar que la
frontera de Llivia se concretó en el Tratado de 12 de noviembre de 1660.

Llivia quedó fuera de este tratado por tratarse de una villa, privilegio concedido por el Emperador Carlos V, por lo que continuó bajo dominio del Rey de España.

Durante la Guerra Civil se mantuvo fiel a la República hasta que el 11 de febrero de 1939, las autoridades del bando sublevado pidieron a las autoridades francesas permiso para ocupar la villa debido a que para acceder a ella hay que pisar suelo galo. Al entrar no encontraron resistencia. Su población en 2011 era de 1.665 habitantes, repartidos en un territorio de 12,83 km². Llivia pertenece al partido judicial de Puigcerdá. Las lenguas habladas en la localidad son el castellano, el catalán y en menor medida el francés.