Aprovechar adecuadamente nuestro jardín no solo es una opción, es más una obligación para hacer frente a unas necesidades particulares de los moradores de la casa que necesitan optimizar el espacio de terraza o jardín para conseguir mayor disfrute. Aquí entrarán en juego diferentes elementos que mejorarán el espacio entre ellos. El más utilizado comúnmente son las Pérgolas o los Porches, que no solo serán elementos decorativos, sino que tendrán una funcionalidad bien definida y una situación clave cuyo objetivo será el aprovechamiento del sol de una forma correcta.
El significado de una pérgola se basa en la estructura arquitectónica ligada, que puede ser de diferentes materiales como hormigón o aluminio o de madera construida a base de pilares, columnas que soportan las vigas, cuya funcionalidad principal es la guía del usuario sobre un espacio determinado y protección de paso frente a una zona ajardinada.
Secundariamente, y por el tipo de entramado que constituye su estructura, es óptima para las plantas enredaderas que proporciona refugio y sombra a lo largo del camino.
En cuanto al porche es una estructura sólida con cubierta completa en donde, como mínimo, una de sus caras aparece un cerramiento ciego, (fachadas o hastial de la vivienda) y puede estar construido por diferentes materiales. La funcionalidad es de protegernos contra el sol y los elementos atmosféricos.
Para construir nuestro porche, o ubicarlo adecuadamente, deberíamos tener en cuenta lo siguiente: determinar la ortografía del terreno, si es plano o hay algún montículo, conocer el clima en general de la zona (para determinar por dónde entra y sale el sol y qué direcciones lleva el viento), replantear los puntos de riego, saber el uso de nuestro jardín (si solo es para reuniones familiares o de fiesta, si queremos un jardín minimalista o más tradicional con plantas y árboles).
Definir las zonas de estar. Zona de sol, junto a la piscina, en una zona de césped o junto a un estanque o zona de contemplar el jardín. Zona de sombra: es un espacio más de descanso, o de la comida, es recomendable situarlo más cerca de la vivienda, por la facilidad de acceso y por el elemento de apoyo que algo nos enfriará.
Los porches podemos designarlos como totalmente cerrados o aperturas laterales. Gracias a los avances tecnológicos y a la oferta del mercado existen diferentes tipos de pérgolas y porches en cuanto a materiales: de aluminio o de cualquier material metálico, de madera, de bambú, de cañizo, con cobertura de lona o plástico, de hormigón prefabricado u obra, y más modernos con tecnología mecanizada para proporcionar habilidades bioclimáticas.
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