Irene Valverde García / Entrenadora y responsable de prensa del Fénix Basket Club

Las lesiones en el mundo del baloncesto son frecuentes, ya que es un deporte de contacto y gran impacto, en función de la zona del cuerpo podemos encontrar distintos tipos de lesiones.

En el tobillo o en el pie se producen tras un mal apoyo, ejerciendo peso de manera mal distribuida generando así una mala posición de la articulación. Sobre todo, se dan en los cambios de dirección y saltos continuos, como un rebote.

La lesión de rodilla es quizás la más frecuente en este deporte, como por ejemplo la lesión del ligamento cruzado anterior, del menisco o del ligamento colateral medial. Estas se dan por el alto impacto y la cantidad de saltos a lo largo del ejercicio, es por ello, que remarcamos la importancia de fortalecer el tren inferior y que así la musculatura esté en un buen estado para evitar el daño y la sobrecarga.

Los dedos y la mano son bastante habituales también, puesto que se ha de coger la pelota con fuerza, cuando no lo hacemos así, la musculatura no se encuentra tensa, y se producen tendinitis o incluso fracturas de dedos en los pases, botes o tiros.

Por último, las lesiones de columna o de espalda, son muchos los jugadores que terminan con este tipo de dolencia debido a su postura. Los impactos o los movimientos bruscos favorecen este tipo de lesión, para poder prevenirla es necesario tener una buena postura de juego y además fortalecer los dorsales, trapecios y zona lumbar.

Para poder prevenir todo el cuadro de lesiones, es necesario practicar un calentamiento adecuado, que implique ejercicios de activación muscular y preparación para la actividad física que se va a desarrollar. Además, podemos añadir un buen calzado, cómodo y apropiado, rodilleras, bucales y hasta muñequeras.

Una vez se produce la lesión, habrá que seguir las indicaciones médicas y del cuerpo técnico de fisioterapeutas, para así poder volver más fuertes a la competición. No podemos esperar volver al mismo nivel ni ritmo, habrá que trabajar con paciencia, y sobre todo protegiendo la zona afectada. Así, el entrenador o entrenadora, deberá implicarse con los ejercicios del jugador que viene de la lesión, para poder ofrecer la mejor de las recuperaciones, el deporte. Durante la lesión, es importante no abandonar al equipo, puesto que la competición sigue, como los entrenamientos y la temporada en sí, es importante ser parte del equipo aunque muchas veces no podamos aportar valor físico en juego; al igual que es importante que el resto del equipo sea consciente de la lesión del compañero o compañera y estén a su lado a lo largo del proceso de recuperación.

Se acercan las navidades, y con ella las ilusiones de los jugadores, y qué mejor opción que meter en la Carta a los Reyes Magos unas buenas botas de baloncesto y una buena equipación para estar siempre preparados y poder darlo todo en el desarrollo del deporte.

Desde Fenix Basket Club deseamos unas Felices Fiestas, un periodo navideño lleno de amor, cariño e ilusión, y sobre todo, mucho baloncesto para volver con más fuerza en enero y bajar los turrones practicando el deporte que nos gusta.