El Museo del Vino de Valdepeñas ya exhibe en su patio central el primer prototipo de mula mecánica. Un invento creado en 1947 por dos valdepeñeros tras la Guerra Civil, ante la carencia de animales destinados a la labor agrícola.
Los descendientes de Manuel Villalba y su ayudante Luis Sánchez, mecánicos e inventores de este utensilio, han sido los encargados de donar esta primera versión de mula mecánica ‘Villsan’, creada en 1947, para que se preserve en el Museo del Vino de la localidad. El alcalde de Valdepeñas y presidente de la Fundación Museo del Vino, Jesús Martín, ha manifestado que “estamos haciendo un acto de justicia con la memoria, sino hubiéramos llegado a tiempo, si la familia, que son muchos, de los que fueron autores de lo que aquí nos ha traído, sino se hubieran puesto de acuerdo habrían cercenado a las generaciones futuras el conocimiento del ingenio que ha dado esencia a Valdepeñas, que son hombres como ellos”.
Martín ha lamentado que este prototipo no saliera adelante en la época, por lo que hubiera supuesto para la agricultura, debido a la falta de financiación y nulo apoyo institucional, que además se complicó aún más con la falta de materiales en la posguerra. El invento se empezó a fabricar después, ya sin patente, por Inglaterra e Italia.
La mula mecánica original ha pasado por un proceso de restauración, recuperando sus colores originales, lo que la convierte en una máquina única en España. El heredero de las dos familias, Eugenio Sánchez, ha explicado que “teníamos el deseo de recuperar el prototipo de mula mecánica y darle una segunda vida, cediéndola a este museo para que sea expuesta, sirviendo de pequeño homenaje para sus inventores y para que Valdepeñas recupere una página de su historia, que hasta ahora tenía oculta”.
‘Villsan’, nombre con el que se patentó inicialmente este primer prototipo de mula mecánica, ha sido objeto de investigación por parte de la Asociación para la Investigación y el Desarrollo Cultural de Valdepeñas ‘Orisos’, que ha hondado en este invento creado por dos emprendedores valdepeñeros que soñaron con hacer más fáciles las labores del campo a los pequeños agricultores de la posguerra, que no se podían permitir la adquisición de los tractores ingleses o americanos, de un coste desorbitado para sus economías.