Unos minutos de incertidumbre por los copos caídos el sábado 27 de noviembre por la tarde hicieron temer los peores presagios, pero en seguida los componentes de la Real y Muy Ilustre Hermandad de la Oración en el Huerto de los Olivos de Ciudad Real cambiaron el rostro y se prepararon para hacer una estación de penitencia extraordinaria con motivo del 75 aniversario de la llegada a la capital ciudadrealeña del misterio, tallado por el imaginero conquense Luis Marco Pérez.

El resultado y la respuesta no pudieron ser más positivos, ha manifestado el capataz de la Hermandad, Esteban Ruiz Moral. Con todas las emociones a flor de piel, los costaleros sacaron el paso de la parroquia de San Pedro decididos a mostrar oficio, que lo tienen y mucho, a sabiendas de que todas las miradas estarían puestas en la Hermandad, por ser la primera cofradía en salir después de un tiempo horribilis y también como antesala y ensayo de una Semana Santa 2022 que los cofrades tanto desean poder celebrar.

“Ha sido muy emocionante todo, no llovió finalmente, pudimos recrearnos y, lo mejor de todo, hemos grabado en nuestro corazón pequeños detalles de gentes que, con respeto y devoción, nos han dado la enhorabuena, nos han felicitado, nos han preguntado, nos han contado sus historias; también fue muy bonito los saludos en el camarín de la patrona con ese acompañamiento de violín, o el recibimiento de la Virgen del Carmen a los pies de la puerta de la iglesia con las hermanas de rodillas en el coro, o la apertura de la puerta número dos de Santiago con las monjas de la Cruz…”, nos cuenta Ruiz Moral.

El capataz de la Oración en el Huerto es consciente de que con esta extraordinaria se ha abierto el camino hacia el trabajo que tendrá que comenzar después de navidades para los cofrades, con los ensayos de costaleros –con cuadrillas quizá mermadas-, hacia una nueva Semana Santa, donde haya pandemia y se conviva con el Covid-19. No obstante, reconoce que no ha sido nada fácil, “una extraordinaria no se prepara en un mes, máxime después de casi dos años sin poder salir, ha sido bastante duro pero, donde sobre todo ha primado la seguridad y salud de todos los costaleros, con certificado de vacunación, test de antígenos unas horas antes de la salida…”.

Para concluir, la entrada en el guardapasos de la Oración en el Huerto fue en silencio, se eliminó la marcha prevista guardando respeto y oración, con el consiliario de la Hermandad.