Elena Rodríguez Tato / Directora de equipo Begara Luxury Real Estate

Tan importante como distribuir la cocina correctamente es organizar los interiores de armarios de forma racional. La cocina moderna es sinónimo de una planificación eficiente de los elementos que se guardan en ella, tanto objetos de menaje, como productos de alimentación o de limpieza. Al decidirse por el tipo de módulos altos y bajos, cajones y armarios dispensarios, es aconsejable meditar a qué se destina cada uno de ellos y complementarlos con unos interiores mimados al detalle. El sentido común dicta poner los objetos de uso más frecuente en los estantes que queden más a la vista y al alcance de la mano; los más pesados, en los armarios inferiores, y los utensilios que se usan sólo de forma esporádica, en los más alejados.

Armarios altos.- Las unidades superiores que se concentran sobre la zona de aguas suelen cumplir una doble función: la de escurridor y la de contenedor para almacenar. Si cuentan con una o dos rejillas resultan de gran utilidad para aquella vajilla y cristalería de uso diario, simplificándose así el traslado de un lugar a otro y el secado de las mismas. Si se trata de estanterías, la primera función desaparece, pero cuenta con las mismas ventajas de ahorro de desplazamiento. En la zona de cocción, los armarios altos se concentran junto a la campana y almacenan alimentos de uso frecuente (especias, productos básicos como la harina, la sal o el azúcar).

Cuando la campana es telescópica o integrada (se oculta en un armario), permite colocar los ingredientes más utilizados en la preparación de alimentos en el espacio alrededor del tubo de extracción, justo sobre los fogones.

Organizando módulos.- Las estanterías ajustables son la solución más cómoda y fácil, aunque en ocasiones presentan dificultades funcionales, como puede ser tener que arrodillarse para coger objetos de las baldas más bajas o ponerse de puntillas para alcanzar los de las más altas. Y además, el hándicap de tener que mover los objetos de un lado a otro cuando el deseado está al fondo del todo.

Interiores pensados al detalle.- Los cajones son el emplazamiento perfecto para la cubertería, las “herramientas” de cocina (palas, pinzas…) y las de servir alimentos (cucharón, palas de postre…). El amplio abanico de contenedores ajustables facilita el mantenimiento, si se organiza de forma racional. En los últimos años se han impuesto los grandes cajones para extraerlos. Sus ventajas son significativas: permiten la visión completa de su contenido y no es necesario agacharse completamente. Si los cuberteros precisan poca altura (15-20 cm), los de 40-60 cm son perfectos para almacenar sartenes, objetos grandes y botellas. Las rejillas para extraerlos realizan la misma función, pero abandonan la estética de la estantería clásica.

Plateros ajustables.- Destacan las gavetas de plástico que se ajustan al tamaño de los platos y los pivotes separadores cilíndricos que, colocados sobre una base con agujeros, evitan que se muevan.

Alimentos y productos de limpieza.- En el almacenaje de alimentos se imponen las columnas extraíbles; se usa todo el espacio interior, sacando partido a una estructura equipada con numerosas estanterías, generalmente de rejilla de aluminio, ajustables en altura.