Juan de la Cierva fue el inventor del autogiro, un precursor del helicóptero.

El Autogiro Cierva C.4 fue el primer autogiro que consiguió volar con éxito, tras los diseños previos fallidos C.1, C.2 y C.3. En enero de 1923, la aeronave voló realizando un “salto” de 183 m.