50 años de dinamismo, cercanía, progreso, y afán investigador y de conocimiento

Cantaba Carlos Gardel aquello de que 20 años no es nada en la vida de una persona. Si se trasladara a una institución como la que es objeto de este reportaje, la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas del campus de Ciudad Real y los 50 años recién cumplidos de los estudios de Químicas en Ciudad Real, se podría hablar de un centro joven. Joven y, sin embargo, con una trayectoria de excelencia, por su calidad docente, su talento innovador e investigador, y su capacidad de transferencia de tecnología a la altura de cualquier universidad española o extranjera. Para muestra, su impresionante portfolio: 70 laboratorios, cuatro edificios propios, tres centros de investigación en los que coparticipa; casi 300 profesionales entre docentes, investigadores y PAS; 10 millones de euros destinados a proyectos de investigación en el curso 2023-2024; siete programas formativos y una matrícula de 980 alumnos. “Esto es casi una ciudad, una ciudad muy dinámica que no para quieta”, subraya el decano de la Facultad, Manuel Rodrigo, con la satisfacción dibujada en su rostro.


Pero retrocedamos al pasado, concretamente a principios de los años 70. Ni Castilla-La Mancha ni Ciudad Real tenían universidad, pero la sociedad reclamaba estudios superiores. El Gobierno Civil y la Diputación crearon un patronato para fundar lo que sería el Colegio Mayor Universitario, dotado con carreras de ciencias y de letras, y adscrito a la Universidad Complutense de Madrid. Químicas era la primera opción en carreras científicas, “teníamos el mayor complejo industrial del interior de España en Puertollano, era una solicitud a gritos; Enfersa -hoy Fertiberia-, Alcudia, Calatrava, Paular, Enpetrol y Montoro -actual Repsol- necesitaban profesionales que lamentablemente no encontraban en la zona”, nos explica el decano.


En enero de 1974 comenzó el curso del Colegio Universitario rama de Químicas (de forma provisional en la escuela de agrónomos), impartiendo el primer ciclo de la licenciatura -tres años- en Ciudad Real y los dos años restantes, fuera. En 1979, la antigua Caja Rural de Ciudad Real y la Diputación construyen lo que actualmente es la Escuela Superior de Informática del campus ciudadrealeño, siendo ocupado por el Colegio Universitario.

Izq.: Solar junto a la Escuela de Idiomas para ubicar el Colegio Universitario (hoy ESI). Centro: Construcción del edificio de San Alberto Magno en los 90. Dcha.: Alfredo Pérez Rubalcaba, en la Facultad de Químicas del campus de Ciudad Real.

De colegio a Facultad.- En 1982 se publica la creación de la Universidad de Castilla-La Mancha, aunque sus comienzos, a efectos prácticos, no será hasta 1985, tiempo en el que se produce la “metamorfosis” de Colegio Universitario a Facultad de Ciencias Químicas. En dicha transición actuó de primer decano y comisario el profesor Enrique Díez Barra (1985-1988), que se ocupó de elaborar el primer plan de estudios de cinco años con dos especialidades en el segundo ciclo: Química Fundamental y Química Agroalimentaria, lo que devino en un aumento de plantilla y en la incorporación de los primeros catedráticos. A finales de su mandato también se creó el Departamento de Química, el primero del centro, dirigido por el profesor Ernesto Martínez Ataz, que fue rector de la UCLM.


A Díez le sucedieron otros cinco decanos en la historia del centro: José Antonio Murillo (1988-1991), Juan José Berzas (1991-1997), Antonio Fermín Antiñolo (1997-2009), Ángel Ríos (2009-2021) y Manuel Rodrigo (2021). Los primeros participaron activamente en la consolidación de la Facultad y su posicionamiento nacional, “empezamos a crecer, con una fuerte inversión en profesores y equipos de investigación de primer nivel, generando unos grupos muy competitivos en docencia, investigación y transferencia”, recuerda Rodrigo, también alumno del centro de 1988 a 1990.


Como Facultad conseguiría sede propia en el curso 1992-1993 en el edificio de San Alberto Magno, oficialmente inaugurado el 15 de marzo de 1993 por el entonces ministro de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba, antiguo profesor de Química Orgánica del Colegio Universitario.


La Ley de Reforma Universitaria acarreó algunos cambios de los planes de estudios, convirtiendo las especialidades de Química Agroalimentaria en el título de licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, la especialidad de Química Fundamental en licenciado en Química y la de Ingeniería Química en Ingeniero Químico. En la actualidad y tras la adaptación de los planes de estudios al Espacio Europeo en Educación Superior, a estos tres grados se unen sus respectivos másteres y doctorados completos, y un máster Erasmus Mundus, el único en toda la UCLM.


Sería en la etapa de Ángel Ríos cuando la Facultad imprimió sellos de calidad en tres programas formativos, adecuándose a Europa, trabajo que aún continúa Manuel Rodrigo para garantizar la calidad de todos los títulos, además de trabajar en la reestructuración del centro, “los profesionales que conformaban aquellos equipos de excelencia de finales de los 80 y 90 están próximos a la jubilación, por lo que tenemos que regenerarnos para poder ser competitivos en el futuro”, confiesa.
Ya en 2011, la Facultad de Ciencias Químicas recibió su nombre definitivo: Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas, disgregada en la actualidad por los edificios de San Alberto Magno, Margarita Salas, Enrique Costa Novella y Marie Curie.

Izq.: Manuel Rodrigo, decano actual. Centro: Primeros doctorandos junto con Luis Arroyo (1985-1993). Dcha.: De izquierda a derecha, José Antonio Murillo, Antonio Antiñolo y Ángel Ríos.


A lo largo de estos 50 años, han pasado unos diez mil alumnos por la Facultad. Son egresados, reconoce Rodrigo, con un título muy valorado en España y Europa, por la tremenda formación práctica que reciben y la inserción laboral casi inmediata. Alumnado que recibe un trato muy cercano, donde cada profesor conoce a todos los chicos de su curso con nombres y apellidos. La relación con las administraciones públicas y las empresas, además de su apertura a la sociedad con las jornadas de puertas abiertas a centros de Secundaria y FP, son otras de sus banderas identitarias.


Pero donde sobresale Químicas por encima de todo es en investigación y transferencia. Sólo este año, el 25% de los premios de investigación de C-LM han recaído en este centro. En el grado de Químicas existen grupos punteros que trabajan en nuevos fármacos para curar el cáncer, en el desarrollo de nuevos materiales, en control de la contaminación atmosférica…, mientras que en Ingeniería Química son referentes a nivel mundial en energía, producción industrial y medio ambiente; y en Tecnología de los Alimentos se creó una escuela de investigadores que hoy en día continúa a la búsqueda de la mejora de productos agroalimentarios en colaboración con empresas nacionales.


La Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas de Ciudad Real celebra su 50 aniversario con la mirada puesta en los próximos años, donde la sostenibilidad y la inteligencia artificial serán, lo son ya, dos grandes retos por analizar e implementar en las empresas y en la sociedad para poder progresar.


Enhorabuena a todos los artífices, de uno u otro modo, por situar a este centro como uno de los grandes motores de conocimiento de la provincia y de toda la región castellanomanchega.


Texto: Oliva Carretero Ruiz Fotos: Cedidas por la facultad