Ino Crespo / Asesora de imagen

Quiero volumen! Me pide mi clienta, que no es la única. ¡Son tantas! Me doy cuenta de que, hace tiempo que sé que la mayoría, en ese deseo, quieren una solución de varita mágica que las lleve a esa melena que visualizan en su mente, a esa imagen de cabellera fluida, que ocupa espacio alrededor de su cara, un cabello que se torna protagonista en torno al rostro y le da la imagen de sí misma que le gustaría.

Y empieza la búsqueda y el cúmulo de frustraciones. Hay un trasiego constante entre un montón de conceptos creados sobre la búsqueda de ese ansiado volumen, que no se corresponden con la realidad, que terminan calando en la desesperanza y la convicción de que su pelo no tiene solución. Por eso, me mueve a hablar de ello en este artículo.

Conceptos como: El cabello capeado da volumen. El moldeador da volumen. Este champú da volumen. Todos ellos mueven a la esperanza de quienes buscan desesperadamente una imagen de cabello voluminoso.

Me gustaría empezar por analizar la realidad de qué volúmenes, se pueden conseguir en función de los materiales que tenemos, creo que la forma más cercana y real es considerar al cabello como lo que es. Saber que el cabello es materia y, como tal, se comporta físicamente. Y los profesionales peluqueros, que lo trabajamos, hemos de conocerlo bien, y así saber sus limitaciones, y, por supuesto, también sus posibilidades. Con ello sabremos qué técnicas son las adecuadas y cuáles no para conseguir el volumen que ese cabello nos puede dar; y, sobre todo, saber aprovechar sus posibilidades para tener un resultado bonito sin dañar el cabello y sacar todo su potencial de pelo bonito.

A mis client@s les pongo un ejemplo bastante gráfico, creo yo, para que visualicen el concepto de cabello como materia, les pido que imaginen una pieza de tela de seda y otra de lana, e intenten construir un vestido y un abrigo. Hacer un vestido lencero sería fácil con la seda, lo que no sería fácil es hacer un abrigo. ¿Verdad? Pues de igual manera no podremos conseguir una melena gruesa (lana) con un cabello finito (seda).

Por ello, capear una cabellera con poca materia, es decir cabello finito, es equivocado, ya que supone quitar masa al conjunto de una melena que no posee materia suficiente. También resulta erróneo tomar los moldeados como la panacea del volumen, si no se enfoca adecuadamente. Así como productos que prometen lo que no pueden cumplir. Lo verdaderamente eficaz consiste en aproximar la realidad del cabello al estilo de la persona que lo lleva, acercando posiciones en una estética que la ayude a sentirse guap@.

Espero haber sido lo suficientemente gráfica, la extensión del artículo no me da para más. Si tenéis alguna pregunta al respecto no dudes en ponerte en contacto conmigo, en el mail de la revista Ayer&hoy o en el mío ino@inopeluquerias.com.