Son varios los modelos de avión que se disputan ser los más rápidos del mundo, algunos diseñados en la década de los 70. Sin embargo, hasta el momento el que, al parecer, ha logrado ponerse en cabeza ha sido el NASA X-43, un avión experimental no tripulado impulsado por un motor scramjet diseñado para volar a velocidades superiores a Mach 10. Forma parte de la serie de aeronaves experimentales estadounidenses denominadas aviones X. Los primeros datos obtenidos por el vehículo experimental de alimentación scramjet demostraron que su revolucionario motor funcionó con éxito a casi Mach 9,8 o 7,000 millas por hora (11.265,4 km/h), mientras volaba a 110.000 pies (33.000 metros). El vuelo que respondió a la máxima “a mayor riesgo mayor recompensa”, tuvo lugar en el espacio aéreo restringido de un área sobre el océano Pacífico, al noroeste de Los Ángeles. Este vuelo fue el último y el más rápido de un total de 3 pruebas de vuelo no tripulado. El propósito de este programa es la exploración de una forma alternativa de alimentación en los cohetes de los vehículos espaciales. Este vuelo es la piedra angular y el paso fundamental hacia el futuro, abriendo posibilidades de producir propulsores que envíen al espacio cargas grandes y críticas de modo fiable.