En este ejercicio han participado voluntarios de las agrupaciones de Valdepeñas, Villanueva de los Infantes y Miguelturra.
Unos 38 voluntarios de las agrupaciones de Protección Civil de Valdepeñas, Villanueva de los Infantes y Miguelturra han participado en la tarde de ayer en un simulacro de explosión con derrumbamiento en una planta embotelladora de vino, que se ha llevado a cabo en las instalaciones de la antigua bodega Luis Megía, ubicada en la calle Salida de la Membrilla.
En el operativo han participado también 19 voluntarios ajenos a Protección Civil que han hecho el papel de víctimas de diferente consideración, con el objetivo de “poner a prueba los recursos materiales y humanos y la respuesta ante este tipo de situaciones”, según explicaba la Concejala de Seguridad Ciudadana y Tráfico, Ana Rosa Ruiz, que apuntó que “además de ser un ejercicio de entrenamiento para las agrupaciones también sirve como método didáctico: les permite ir más allá de la teoría, calcular los tiempos de respuesta y la coordinación entre agrupaciones”.
Además de numeroso público que ha contemplado desde unas gradas como se desarrollaba la intervención, también ha asistido el director provincial de Hacienda y Administraciones Públicas, Francisco Pérez, que destacaba el papel de los voluntarios y su altruismo dentro de la sociedad manifestando que “desde la Junta de Comunidades tenemos claro que los voluntarios es un arma insustituible a la hora de atajar una emergencia y a la hora de ayudar a la población”.
Por su parte, el Jefe de Protección Civil Valdepeñas, Javier Maroto, explicaba que el simulacro ha contado con traslados hospitalarios, búsqueda de personas, desescombro, extinción de incendios y utilización de diferentes técnicas que los voluntarios han llevado de la teoría a la práctica a través de esta prueba.