¿Qué previsiones económicas se manejan para este año cuando haya finalizado la crisis que ha provocado el Covid-19? ¿Qué consecuencias económicas tendrá nuestro país? España y el resto del mundo se están enfrentando a una crisis sanitaria sin precedentes con la máxima incertidumbre en lo que a la economía se refiere. Las cifras que se barajan no parecen buenas pero, sin embargo, la esperanza de una recuperación tempana existe. Reactivar la economía de la mejor manera posible y sin riesgos es el principal objetivo de todos los sectores, ya sea el Banco Central Europeo o el más pequeño de nuestros ayuntamientos.

 

Debido al frenazo de la actividad que ha causado el Covid-19, algunos pronósticos apuntan a que la economía mundial se desplomará este año entre un 6,4% y un 9,7% del producto interior bruto (PIB) global. La mayoría de los gobiernos de todo el mundo han respondido a los impactos de la pandemia, implementando medidas como la relajación fiscal y monetaria, el aumento del gasto en salud y el apoyo directo para cubrir las pérdidas, algo a lo que no ha sido ajena España.

De hecho nuestro país se enfrenta a uno de sus momentos económicos más complicados de los últimos 100 años, pues la Deuda Pública se ha disparado y supera al record alcanzado en el año 1909. La Covid-19 pasará, y está pasando factura a toda la actividad económica, al empleo, a la mencionada deuda y al déficit. El Fondo Monetario Internacional (FMI) asegura que podríamos vivir una situación igual, o incluso peor, a la crisis del 2008 con unas previsiones de descenso de un 8%, debido, en gran parte, a la dependencia del sector turismo. Asimismo España tendrá problemas en reducir la cifra de desempleo que en 2021 se situará en un 17,5%. Por su parte, el Banco de España estipula que la reducción del PIB en 2020 será entre el 6,6% y el 13,6%, aunque la recuperación podría llegar relativamente pronto en 2021 con un 70% u 80% de lo perdido en 2020.

Ante el impacto económico y social de la Covid-19, el Gobierno de España aprobó, los pasados días 12 y 17 de marzo, dos paquetes de medidas económicas urgentes con la intención de proteger de forma inmediata, y en lo más básico, a familias, trabajadores, autónomos y empresas para minimizar dicho impacto en la economía e intentar facilitar una rápida recuperación una vez superada la emergencia sanitaria. El primero de ellos suponía la movilización de más de 18.000 millones de euros para reforzar el sector sanitario, proteger el bienestar de las familias y apoyar con liquidez a las empresas, en particular del sector turístico y las pymes. El segundo recogía medidas dirigidas a dar apoyo a las familias, a trabajadores y autónomos que vieran disminuidos sus ingresos, y apoyar a las empresas con liquidez y flexibilidad para preservar el empleo, y reforzar la lucha contra la enfermedad, movilizando hasta 200.000 millones de euros de créditos, con unas garantías públicas de hasta 100.000 millones.

Pero en estos momentos nos encontramos en el centro del huracán, en plena fase de desescalada, y con tantos frentes abiertos que es difícil predecir cómo actuarán tanto el Gobierno de España como la Unión Europea, de quien dependeremos en gran medida.

De momento el Gobierno ha planteado una hoja de ruta para la reconstrucción económica y social en la que se incluyen los Ertes, las líneas ICO y la incrementación de la financiación económica con el Fondo Covid-19. Asimismo, encima de la mesa están propuestas como la renta mínima vital, la creación y subidas de impuestos y políticas de flexibilización económica.

 

Medidas tomadas en Castilla-La Mancha.- Pero, ¿qué pasa en nuestra región, que es lo que más directamente nos afecta? Lógicamente el Gobierno de Castilla-La Mancha no ha estado de brazos cruzados y ha tomado diversas medidas. Una de las más importantes tenía lugar el pasado 1 de mayo, cuando el Gobierno regional y los agentes sociales acordaron un Plan de Medidas Extraordinarias para la recuperación económica dotado con más de 231,6 millones de euros. Un acuerdo histórico entre la Junta, la patronal regional CECAM y los sindicatos de CCOO y UGT que contiene actuaciones de estímulo a la actividad empresarial dirigido especialmente a pymes y autónomos y medidas de protección de los trabajadores. Asimismo el Gobierno de Castilla-La Mancha dio a conocer una propuesta para la inversión y la innovación de las empresas de la región por valor de 27,5 millones de euros para impulsar un total de 819 proyectos que suponen la creación y consolidación de más de 7.800 empleos. También se ha aprobado un Plan Extraordinario dotado de 14 millones de euros para cubrir las necesidades esenciales de la población más vulnerable, un cheque Covid-19 destinado a ayudar económicamente a la contratación a los trabajadores afectados por la crisis sanitara o un decreto de ayudas directas para hostelería, restauración y comercio dotado de 3,1 millones de euros, para que, con una cuantía de 400 euros por beneficiario, puedan adquirir material de protección sanitario para su vuelta a la actividad.

Por su parte, la Diputación Provincial de Ciudad Real ha puesto a disposición de los ayuntamientos de la provincia 56 millones de euros, tanto para atender sus necesidades de tesorería como para actuaciones concretas de lucha contra el virus, así como la reactivación económica a través de planes de obras. Estas ayudas han servido a su vez para que los distintos ayuntamientos puedan realizar diferentes medidas de ayuda económica y social para pymes y autónomos y personas vulnerables, así como las rebajas y exenciones de tributos municipales. Asimismo, el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, ha tendido la mano a la oposición para trabajar juntos con la creación de una Comisión para la recuperación socioeconómica de la provincia de Ciudad Real tras el Covid-19 y ayudar a esas empresas, pequeños comercios y vecinos y vecinas en general que peor lo están pasando.

 

El punto de vista empresarial.- Bien. Hasta aquí nos hemos referido a la situación desde un punto de vista global y cómo han reaccionado nuestras administraciones, pero debemos bajar a pie de calle y ver cómo la ven los afectados directamente. Por ejemplo los empresarios. “La situación económica es complicada teniendo en cuenta que se tuvo que parar la economía de cien a cero en prácticamente un día”, señala Carlos Marín, presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir). “Bien es cierto”, continúa Marín, “que al comienzo de esta crisis sectores esenciales como el transporte o la alimentación han seguido en funcionamiento, pero con una actividad muy por debajo de lo que se hacía habitualmente. Frenar la economía en unos días, sin saber quién podía trabajar y quién no, sin conocer con certeza las medidas de seguridad en las empresas, creó una gran incertidumbre de lo que iba a ocurrir”.  De todos es conocido que las empresas de servicios como restaurantes, bares u hoteles se vieron muy afectadas, con una Semana Santa que se perdió mientras la campaña de verano está en el aire. También es llamativo el sector del textil, con un grave problema con la ropa de nueva temporada primavera-verano y una campaña de rebajas también en incertidumbre, nos sigue comentando el presidente de Fecir, que apunta a su vez que los mismos Ertes, un auténtico balón de oxígeno para las pequeñas empresas, tuvieron sus inconvenientes pues, al principio, no se sabía muy bien como acogerse a ellos hasta que, al final se aclaró todo un poco, con la suerte de que se prolongasen gracias a un acuerdo entre Gobierno, patronal y sindicatos hasta el 30 de junio.

Marín señala igualmente que entre un 30% y un 40% de los pequeños negocios de la provincia de Ciudad Real se van a ver muy afectados. Asimismo cree que ha habido mucha improvisación por parte del Gobierno Nacional, algo distinto a lo que ha ocurrido con el Gobierno Regional y Provincial, donde se ha llegado a un acuerdo con los ayuntamientos para que se hagan cargo de muchos impuestos y tasas para ayudar a la pyme, la micropyme y el autónomo, “un acuerdo en Castilla-La Mancha que era el que tenía que haberse firmado a nivel nacional”.

Algunas de las medidas propuestas por Fecir para ayudar a salir de esta crisis son la exención y bajada de impuestos para que no tengan que pagar las empresas que no están en funcionamiento, pero también, que cuando llegue la recuperación se dé más flexibilidad a la contratación de esos Ertes para que se alarguen en el tiempo y los empresarios puedan ir incorporando a sus trabajadores en función del trabajo que haya en la empresa. “El Erte lo que pretende es mantener ese puesto de trabajo y que en el momento en que la actividad comience a funcionar ir incorporando a sus trabajadores”. Porque lo que está claro es que una empresa sobrevive porque sus ingresos son mayores que sus costos”, afirma Carlos Marín.

“Por otro lado la banca tiene que jugar un papel esencial en esta situación facilitando liquidez a las empresas basándose en su historia y su capacidad para levantarse de otras crisis, como la de 2008, y no basándose solamente en criterios pura y estrictamente analíticos. En este sentido podemos decir que muchas empresas han pasado la fatídica crisis de 2008 y sabemos lo que hay que hacer y estamos tomando medidas porque aprendimos en esa crisis lo que teníamos que hacer”, remata el presidente de Fecir.

Y por supuesto habrá que reinventarse. El teletrabajo, por ejemplo, algo que un principio no confiábamos mucho en él. Pero tampoco se puede sobrevalorar esta forma de trabajar, ya que, como señala Marín, “no se puede conducir un camión por teletrabajo o no se puede atender un comercio, pero sí que se pueden modernizar”.  La digitalización que se viene anunciando desde hace mucho tiempo, las pequeñas tiendas se modernizarán, pequeños negocios se han dado cuenta que pueden seguir trabajando con servicio a domicilio, incluso con pequeñas modificaciones como contar con una página web para atender pedidos digitalmente.

 

El punto de vista de los sindicatos.- Desde los sindicatos, concretamente desde Comisiones Obreras (CCOO) de Ciudad Real, se ve esta situación como algo que “nunca habíamos vivido”, por lo tanto, “al Gobierno Central le ha pasado lo mismo que a todos y cada uno de los ciudadanos de este país, es decir, no sabíamos a qué nos enfrentábamos y las medidas que se van tomando, sean más o menos acertadas, muchas de ellas sobre la marcha y a veces rectificadas, siempre se pueden mejorar”.

El secretario general de CCOO de Ciudad Real, Juan Manuel Muñoz, señala que como sindicato su preocupación es sobre todo el empleo, y por ello cree “que el Gobierno Central fue rápido a la hora de montar una mesa de diálogo social tripartito con los diferentes agentes sociales para salir de una situación de crisis como esta”. A partir de ahí, se han ido tomando medidas que han evitado el desplome del empleo en nuestro país y que se pierdan puestos de trabajo como es el caso de los Ertes, una medida que según destaca “es muy acertada”, a la espera de lo que pueda ocurrir en un futuro para que no se pierdan empleos. “Estamos hablando de casi 5.000 Ertes que han afectado a casi 20.000 trabajadores y trabajadores en la provincia”.

Desde el sindicato no se ha dejado de trabajar en todo momento haciendo propuestas para presionar al Gobierno e intentar convencer a los empresarios para que entiendan la situación, “una situación que hay que llevar con unidad de acción para ser capaces de salir lo más airosos posibles”, señala Muñoz. Asimismo, la realidad es que habrá pérdida de puestos de trabajo en un principio, por lo que, “tendremos que intentar que los gobiernos empiecen a tomar medidas de ayudas directas a los trabajadores que se queden en esa situación precaria para los que, después de los Ertes, no puedan trabajar porque no hayan podido mantener su empleo”.

Desde CCOO también señalan “que no se puede volver a las políticas de la crisis de 2008 porque será duradera y prolongada en el tiempo”. Para ello se necesita la ayuda de todos y por parte de la Administración “habrá que hacer políticas de inversión y en ningún caso de autoritarismo”. Si se hace bien y no faltan recursos para seguir consumiendo “saldremos enseguida que el virus sea controlado”. Tenemos que cambiar el “chip” todos, tanto en la forma de trabajar, como el teletrabajo o con las nuevas tecnologías que de alguna manera este virus está acelerando antes de lo que teníamos previsto por imposición. “Estamos de acuerdo en que las empresas tienen que recibir inyección económica de dinero público, pero en ningún caso eso puede ser para seguir con el mismo modelo que teníamos antes de relaciones laborales sobre pilares de precariedad, bajos salarios y de temporalidad”.

 

¿Y qué opina el ciudadano? – Hasta aquí hemos mostrado el punto de vista de las administraciones o las fuerzas económicas, tanto empresariales como sindicales. Pero, ¿qué opina el ciudadano de a pie? Como es habitual Ayer&hoy ha salido a la calle, tanto para realizar la tradicional encuesta de nuestro Termómetro, como para preguntar al ciudadano anónimo si considera que las medidas adoptadas por las diferentes administraciones públicas son suficientes para salir airosos de esta crisis y, si no es así, que más habría que hacer para reactivar la economía de nuestro país. Lógicamente entre los encuestados hay división de opiniones (dependiendo, suponemos, tanto de la ideología política como del grado en el que hayan sido afectados por la pandemia) con respecto a las medidas de ayuda adoptadas. Unos creen que son insuficientes, o que llegan tarde, o, simplemente, que no llegan. Otros, en cambio, piensan que se ha actuado bien desde las distintas administraciones, y ponen como ejemplo el caso de medidas como los Ertes o las ayudas a los autónomos y empresas.

Por otro lado, en cuanto a qué otras medidas habría que seguir adoptando una vez la crisis sanitaria se vaya quedando atrás, la mayoría opinan que hay que ayudar a las empresas y autónomos para que la actividad económica remonte y para que no se pierdan, o afecte lo mínimo, puestos de trabajo y, con ello, el consumo se vea afectado lo menos posible. Y citan como por ejemplo medidas que deben ponerse en marcha, la reducción o exención de impuestos y tasas hasta que la situación mejore, ayudas económicas directas (y a fondo perdido) para empresas, la reducción de la cuota de autónomos o la ampliación de los Ertes para que las empresas no se vean “ahogadas”. Asimismo, fomentar el turismo nacional con ayudas para el consumo.

En definitiva, estamos inmersos en una situación compleja, donde serán determinantes las medidas que se adopten desde las diferentes administraciones, empezando por la central y terminando por la local. Toda ayuda es poca en momentos como estos, pero con la colaboración de todos, olvidando enfrentamientos y caminando todos sin resentimientos en la misma dirección, no hay duda de que saldremos de esta situación más pronto que tarde.

 

Francisco Carrión, gerente del grupo Tresa Automoción

“Lo que se pide es incentivar el consumo cercano”

La mayoría de sectores económicos se han visto muy afectados por esta crisis sanitaria con su actividad parada durante más de dos meses. Entre ellos queremos destacar el sector de la automoción, uno de los más importantes de la economía del país, que ha visto mermadas sus ventas de forma que han llegado a ser prácticamente nulas. Francisco Carrión, gerente del grupo Tresa Automoción en Ciudad Real, señala que para salir de esta situación, y a partir de este mismo momento, “se necesitan planes que incentiven la demanda, que en primer lugar nos ayudarán a mover el sector, y, en segundo lugar, nos van a ayudar a ser más responsables con el medio ambiente, puesto que los vehículos actuales son mucho más respetuosos y generan menos contaminación que los vehículos más antiguos”.

En cuanto a la economía en general afirma que “está claro que una buena medida es dotar con liquidez a las empresas, pero esa liquidez hay que pagarla”, por lo que, “se tienen que poner en marcha medidas para reactivar la economía y que nos permitan a todos devolver esas ayudas. Para eso, es necesario la bajada y exenciones de impuestos y medidas que ayuden a seguir manteniendo el empleo que es lo que todos los empresarios queremos”. En definitiva lo que se pide es incentivar el consumo, y, sobre todo, ayudar a las empresas para invertir y contratar, con el aliciente de que todas esas personas apuesten por el consumo cercano, comprando en los comercios y empresas locales que están haciendo un esfuerzo enorme para pasar esta situación lo mejor posible.

 

Margarita Romero Robles, presidenta de la Asociación Comercial de Ciudad Real

“Tenemos que generar confianza en nuestros clientes”

El comercio de Ciudad Real vive una situación angustiosa, y más aún cuando se supo que la provincia pasaría una semana más tarde que la mayoría del país a la fase 1. Eso hizo que los pequeños comercios de la ciudad se vieran más agobiados, ya que la semana de antes ya habían preparado sus establecimientos con la limpieza, higiene y medidas de seguridad para su apertura, con el correspondiente desembolso que habían realizado para que los clientes tuvieran la confianza y la tranquilidad a la hora de entrar en nuestros establecimientos. Una vez que se ha pasado a la nueva fase todo es una incertidumbre, pero lo importante es que el pequeño comercio ya está en marcha.

Y ahora, la pregunta es, ¿cuáles son las necesidades del pequeño comercio? Pues toda ayuda es poca, pero sobre todo la ayuda por parte de la Administración local con campañas de publicidad para concienciar a la ciudanía de que el pequeño comercio es fundamental, ya que no solamente son los puestos de los autónomos, sino que abrir las puertas de nuestros establecimientos generan puestos de trabajo. El pequeño comercio cuenta con un factor muy importante, el trato personalizado y el asesoramiento que se le da a los clientes, y, a su vez, la alegría y la luz que dan a nuestras calles. En Ciudad Real estamos pendientes de que se admita y apruebe un presupuesto de ayuda para las pequeñas empresas, eso nos serviría para inversión, ya sea para pagar alquileres o pagar el desembolso que se ha hecho de productos. ¿Qué más podríamos pedir? Pues evidentemente la bajada y exención de impuestos y tasas, ya que, llevamos unos meses que la inmensa mayoría de negocios no han generado ningún ingreso.

Por otro lado, está claro que hay muchos sectores que se van a ver más afectados que otros. Por ejemplo, el que abarca moda y complementos está en un momento complicado porque va por temporadas y la mercancía, con las nuevas colecciones de primavera-verano, ya la tenían comprada antes, y, para colmo, el Covid-19 ha hecho cancelar muchos eventos como bodas, bautizos y comuniones que arrastran mucha demanda de varios sectores como hostelería, moda, fotografía, peluquerías, etc.

Aun así, tenemos que generar confianza en nuestros clientes para que vengan a nuestros establecimientos con toda tranquilidad. Al final, creo que tenemos que ser siempre los mejores en todo, tendremos que reinventarnos y que nuestros clientes se sientan cómodos y seguros. Por eso, desde la Asociación Comercial de Ciudad Real queremos hacer ese llamamiento para que el cliente apueste y venga a su tienda de barrio con toda confianza.

 

Pedro Maroto, presidente del IMPEFE y edil de Promoción Económica

“Esperamos empezar con los pagos de las ayudas cuanto antes, una vez se decidan las bases”

El Ayuntamiento de Ciudad Real aprobó destinar un fondo de un millón de euros a autónomos y empresas como ayudas directas que paliasen los devastadores efectos que el confinamiento por la covid-19 y, por tanto, el cierre durante meses, ha tenido en muchos negocios, principalmente bares y comercio, de nuestra ciudad. Para ello se ha constituido la Mesa de Reactivación Social y Económica de Ciudad Real, con agentes sociales y entidades empresariales participantes. El presidente del IMPEFE y edil de Promoción Económica, Pedro Maroto, cuenta a Ayer&hoy algunos de los pormenores.

Pregunta.- ¿Cuáles son las principales líneas de las bases de las Ayudas del Fondo de Reactivación Económica de Ciudad Real, dotado con 1.000.092 euros?

Respuesta.- En las reuniones de la Mesa de Reactivación Social y Económica de Ciudad Real estamos definiendo en estos días las bases porque queremos que estén consensuadas con todos sus componentes. Nosotros, como Ayuntamiento hemos hecho un sistema de puntuación y baremación que hemos mandado a los agentes sociales y es lo que estamos sopesando. Desde el Consistorio hemos pretendido hacer un sistema sencillo, rápido, ágil y eficaz.

P.- ¿Tenéis entonces una fecha de publicación de esas bases?

R.- En principio, la idea es que el miércoles 3 de junio, que es cuando se celebra la próxima reunión de la Mesa, que se queden definidas, no queremos extendernos más para que puedan llegar ya las ayudas. Ahí queremos concluir el proceso, no queremos dilatarlo más.

P.- ¿Cuántas solicitudes habéis recibido hasta ahora en esa fase previa de inscripción?

R.- Pues hasta ahora (la entrevista se realizó el pasado 28 de mayo) se han inscrito 550 entre empresas y autónomos. Lo cierto es que desde el Ayuntamiento esperábamos algunas solicitudes más, creemos que esta ayuda representa una cantidad importante, pudiéndose definir como un fondo en consonancia o por encima de la media de las ayudas dadas en otras ciudades del país. Va dirigido principalmente a la hostelería y tiendas en general de ropa y comercio que no sean alimentación.

P.- La idea es que la mayor parte de los solicitantes se puedan beneficiar de estas ayudas, ¿no?

R.- Sí, son ayudas de tipo directo, perfectamente compatibles con cualquier otro tipo de ayuda que convoque la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, por ejemplo.

P.- ¿Cuál va a ser la cuantía mínima y la máxima en el reparto de esas ayudas?

R.- Ese es uno de los aspectos que están aún por determinar, tanto la cuantía como el sistema de puntuación dependiendo del número de trabajadores de las empresas beneficiarias.

P.- Entonces, en la próxima reunión se decidirán ya las bases…

R.- El miércoles 3 de junio queremos rematar todo para no tener que dilatarlo más. Lanzaríamos las bases para su publicación, y a las empresas que se han inscrito les informaríamos por email y teléfono.

P.- ¿Cuándo se recibirán las ayudas?

R.- El proceso está ahora en el área de Intervención, la Junta de Comunidades tiene que aprobar la modificación de crédito que se hizo en pleno el pasado 14 de mayo y, una vez que lo remita, daríamos un plazo que estamos sopesando sea de 15 días y en ese tiempo baremar y acto seguido dar el pago de esas ayudas.

P.- Hablaba de que ve escaso el número de inscritos solicitantes de las ayudas…

R.- Viendo la evolución, esperamos recibir mil solicitudes, teníamos una estimación de 1.500 pero yo creo que no vamos a llegar.

P.- En principio, ¿estas son las ayudas directas previstas, no se ampliarían en ningún caso o posteriormente?

R.- Sí, eso es. Lo que sí vamos a hacer es implementarlas con cursos online y formación que estaba prevista de forma presencial pero que ahora tendrá que cambiar. Depende de las indicaciones del Gobierno sobre cómo se deben acometer las reuniones y formas de trabajo tanto en la Administración como el ciudadano.

P.- Aparte del fondo, los programas del IMPEFE siguen en marcha…

R.- Estamos en el proyecto Urbact, de economía circular y medioambiental con el que estamos muy comprometidos y en el que tenemos muchas esperanzas puestas no solo para el progreso de la ciudad sino como nicho de trabajo.

P.- ¿Potenciará el IMPEFE aún más el comercio online?

R.- Sí, por supuesto, con la buena acogida que ha tenido el listado que hizo el Impefe de los teléfonos y contactos de los comercios de Ciudad Real, creemos que va a haber un punto de inflexión, en algunos casos eran reacios al comercio online, pero creo que ha servido de ayuda para que lo tengan como elemento de venta principal.

P.- Y la app que se creó, ¿sigue funcionando?

R.- Sí, pero hemos tenido algún problema con ella que esperamos que su creador lo solucione en breve para que el sector la acoja con más ilusión.

 

José Crespo García, presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Ciudad Real y de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castilla-La Mancha

“La ilusión de presente y futuro no la hemos perdido”

Pregunta.- El sector hostelero vive momentos difíciles, ¿cómo lo están valorando y qué expectativas hay a corto-medio plazo?

R.- Dentro de las malas noticias, y de no saber muy bien cómo salir de esta situación, el sector hostelero cuenta con las ganas, la necesidad y la voluntad de hacerlo lo mejor posible cumpliendo con la normativa que se nos implante a nivel sanitario para poder conseguir la confianza de nuestros clientes y, a su vez, deseando que el Covid-19 vaya a menos para que la gente salga y disfrute de una vida como la hacía antes en la medida de lo posible. Esa es nuestra esperanza, aun con la desesperación que atraviesa este sector, la ilusión de presente y futuro no la hemos perdido.

P.- ¿Qué medidas cree que se deberán tomar para seguir adelante? ¿Habrá que adaptar los locales para poder funcionar de una manera normalizada?

R.- Todo es una incertidumbre, estamos hablando de un sector muy consolidado, muy necesario, muy diverso y muy válido por el valor socioeconómico que representamos. Habrá que reinventarse y tomar las medidas necesarias, pero lo que no podemos dejar de ser es lo que somos, es decir, nuestro sector es un sector de socialización, y de acuerdo que habrá que tomar muchas más precauciones que antes como tener un distanciamiento y cumplir con lo que sanidad nos aconseje y ordene. Es más, y lo he dicho en otras ocasiones, nuestros APPCC (Sistema de autocontrol en seguridad alimentaria) son muy seguros para cualquier tipo de bacteria o virus. Ahora bien, ¿hay algo añadido en este virus en particular? Parece ser que tampoco hay información o que sea diferente a virus o bacterias anteriores. Aun así, el sector hostelero estará ahí para acatar lo que se nos exija a nivel sanitario contra este virus.

P.- Bodas, bautizos, comuniones o grandes eventos se han visto muy afectados ¿cree que se ha perdido totalmente la celebración de algún tipo de estos eventos para este año?

R.- No lo veo perdido totalmente, pero es cierto que no será recuperable al 100 por 100 de las previsiones que teníamos. Hay eventos que no se pueden cambiar, otros sin embargo se han aplazado y, tal vez, a partir de la fase 2 se puedan ver las cosas de otra manera. Ya se ha abierto un poco el abanico, por ejemplo, con la celebración de algún evento al aire libre para unas 400 personas. En definitiva, habrá que ver cómo va evolucionando todo porque el criterio va en función de la situación del Covid-19, es muy cambiante y hay cierta improvisación también por parte de las autoridades gubernamentales. Aun así, yo entiendo que sí habrá celebraciones de eventos este año a partir, quizás, del mes de agosto o para el último trimestre del año, aunque los números no serán buenos a final de año.

P.- ¿Cree que las medidas adoptadas por el Gobierno Central han sido y son adecuadas o deberían ser más o diferentes?

R.- Como empresario y como representante de la asociación provincial de hostelería y de la federación regional de hostelería, tengo que decir que sanitariamente no puedo opinar porque obviamente no somos expertos en esa materia. En cambio, sí tenemos experiencia en materia socioeconómica de una empresa, y hay que decir que no se está haciendo para las empresas todo lo que exige esta situación, por lo cual, no estamos al cien por cien contentos. Estamos empezando a tener ciertas alegrías por parte de administraciones locales, provinciales o regionales, pero no tanto así a nivel nacional. En este sentido, pensamos que el Gobierno Nacional no está actuando bien con la eventualidad en la toma de decisiones y el poco tiempo de maniobra que a veces hay para decidir qué se puede hacer con una decisión tomada por el propio Gobierno. Ahora bien, a nivel sanitario acataremos lo que se nos exija porque no podemos opinar si está bien pensado o no, pero a nivel económico, socioeconómico o empresarial, no nos estamos sintiendo bien respaldados por un gobierno fuerte.

P.- ¿Creen que la crisis será temporal, o en cambio será duradera como la vivida en 2008?

R.- En un principio nunca llegamos a pensar que esta crisis sanitaria derivaría a un gran problema de crisis económica. Según pasa el tiempo, y las circunstancias que van aconteciendo, vamos notando que es algo desconocido y nos puede colocar en un antes y un después en nuestro formato económico, ya no sólo en el sector hostelero, sino a nivel empresarial de muchos sectores que hará que cambien algunos modelos de negocio. El teletrabajo o las nuevas tecnologías tendrán, y ya están teniendo, más protagonismo. Ahora bien, no quisiéramos tener que cambiar el modelo económico de este país, por ejemplo, mucho se habla de vivir de un subsidio, y eso es algo temporal que se termina, si alguien piensa que podemos vivir así podemos estar bastante equivocados. En definitiva, como empresario y como representante del sector hostelero provincial y regional, estamos dispuestos a luchar y a tomar las medidas sanitarias que se nos exijan, innovaremos lo que tengamos que innovar y nos adaptaremos a la nueva situación, solo hace falta que nos dejen.

Texto y fotos: Ayer&hoy, archivo y Pixabay