Blanca Esteban Luna / Seguridad Alimentaria (Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten)

Cuando te acaban de diagnosticar alguna patología provocada por el gluten como la enfermedad celíaca o la sensibilidad al gluten y te dicen que para recuperarte y encontrarte bien vas a tener que evitar el gluten, inicialmente puedes pensar que es muy fácil y que se resume en eliminar los cereales que contienen gluten y sus derivados. Sin embargo, la realidad no es tan sencilla, ya que cuando indagamos un poco más descubrimos que multitud de productos procesados que nunca hubiéramos imaginado, pueden contener gluten.

Por lo que el primer paso que tendremos que dar será informarnos bien sobre la dieta sin gluten, tener claro en qué alimentos se encuentra el gluten y qué debemos buscar en una etiqueta para saber si el producto es seguro. Esta información nos la puede proporcionar la Asociación de Celíacos de la zona, en nuestro caso organizamos todas las semanas charlas informativas y gratuitas para recién diagnosticados en las que resolveremos todas las dudas.

No obstante, para que te hagas una idea, te hacemos un resumen a continuación:

1.- ¿Dónde se encuentra el gluten?- El gluten se encuentra en cuatro cereales que son: el trigo, la cebada, el centeno, la avena* y sus derivados (harinas, almidones, sémolas y todos los productos que se elaboran con ellos: panes, galletas, pasta, bollos, tartas…).

2.- ¿Qué alimentos nunca tienen gluten? – El resto de los alimentos naturales no contienen gluten y los puedes consumir con toda seguridad: arroz, maíz, tubérculos, legumbres, frutas, verduras, frutos secos crudos, leche, carne, pescados, mariscos, huevos…

3.- ¿En qué alimentos procesados está permitido que los fabricantes añadan gluten?- El problema lo encontramos sobre todo en los productos procesados como salsas, embutidos, helados, postres, aperitivos, golosinas, condimentos, sazonadores, o especias molidas… En los que dependiendo del fabricante y de los procesos de elaboración, habrá marcas que elaboren el producto utilizando ingredientes sin gluten y en otros casos con gluten, es decir que va a depender de los ingredientes que elija cada fabricante y de cómo tenga diseñados sus procesos de elaboración. Habrá casos en los que el producto no lleve gluten como ingrediente, pero debido a los procesos de elaboración, se produzca una contaminación cruzada con ingredientes que contienen gluten y por lo tanto deje de ser apto para una persona que debe seguir dieta sin gluten.

4.- ¿Y en que me debo fijar en una etiqueta para saber si un producto contiene gluten? – Según la legislación actual, a nivel europeo tenemos el Reglamento UE Nº828/2014 por el que, si un fabricante incluye la leyenda “sin gluten” en el etiquetado de un producto, debe garantizar que no supera los 20 mg de gluten/kg de producto. Por lo tanto, si vemos que un producto viene ya etiquetado “sin gluten” nos podemos fiar. El problema es que, en los productos de consumo ordinario, incluir la leyenda “sin gluten” no es obligatorio, es algo opcional y hay fabricantes que la incluyen y otros que no.

Además, al ser el gluten un alérgeno de declaración obligatoria (Reglamento (UE) Nº 1169/2011), cuando un fabricante lo añade de forma intencionada en un producto,  es obligatorio que lo resalte en el etiquetado. Sin embargo, cuando se trata de trazas, su declaración es voluntaria. Por lo tanto, si estamos consultando la etiqueta de un producto que es susceptible de contener gluten y no lleva la leyenda “sin gluten” este podría contener gluten y si no tenemos más información, lo mejor será evitarlo. Para facilitar la elección de productos, en la Asociación elaboramos todos los años un listado de marcas cuyos fabricantes nos certifican que sus productos son sin gluten según la legislación vigente.

Por otro lado, no debemos buscar “sin gluten” en aquellos alimentos que de forma natural no lo contienen como por ejemplo la leche, el azúcar blanco, el aceite, los frutos secos crudos… Este tipo de productos no deben incluir la mención “sin gluten” para no generar confusión.

Nuestra recomendación es volver a comprar en los mercados, alimentos frescos lo menos procesados posibles, y hacer todas las preparaciones que podamos en casa. El hecho de que encontremos en los supermercados todo tipo de productos “ultraprocesados etiquetados sin gluten” no quiere decir que basemos en ellos la dieta, si no consumirlos de forma esporádica.

 

(*) Desde hace un tiempo, se comercializan en España productos especiales sin gluten elaborados con avena que ha sido específicamente elaborada y preparada para evitar la contaminación por trigo, centeno, cebada o sus variedades híbridas. Dichos productos deben estar etiquetados «sin gluten » y no pueden sobrepasar los 20 mg/kg de alimento.