Convento (con hospital, iglesia, huerto y cementerio); escuela normal de maestros y de maestras, escuela aneja de prácticas, centro de milicianos, escuela de párvulos con cantina escolar, escuela graduada de niñas, colegio de Educación General Básica (EGB), conservatorio de música y centro de educación infantil y primaria. Todo esto ha sido, en el transcurso de casi cuatro siglos, el espacio que hoy alberga el centro de Educación Infantil y Primaria Pérez Molina de Ciudad Real, conocido popularmente como la escuela de La Cantina, que este año ha celebrado su primer centenario (1924-2024).


Una historia comenzada con algunos avatares, en lo constructivo; dificultades, en lo económico, pero repleta de logros, méritos y superación en lo académico. En la actualidad, 276 niños de 3 a 11 años de edad y 29 profesionales de la docencia ocupan sus aulas, dispuestos a comerse el mundo, educativamente hablando, y a ser los protagonistas de la historia que está por venir. Como reza su lema ‘Cien años enseñando, un siglo aprendiendo’ con un prometedor presente y futuro.


Echando la vista cien años atrás, en 1912, Miguel Pérez Molina promueve como alcalde la creación de escuelas públicas en la ciudad, entre ellas una escuela de párvulos con cantina gratuita para poder alimentar a los niños. Su sucesor en Alcaldía, José Cruz Prado, continúa éste y otros expedientes (el del colegio Cruz Prado y otro más en La Poblachuela) que son inaugurados finalmente el 6 de enero de 1924. Cuatro maestras comenzarán la actividad en el centro que nos ocupa.


Durante la guerra civil, los milicianos hacen uso de la escuela y los niños son acogidos temporalmente en la Academia General de Enseñanza, propiedad de Pérez Molina. Tras la contienda, el centro se convierte en Escuela Graduada de Niñas con Cantina Escolar, cuya directora es Rosa Giráldez, en el cargo hasta 1971. De 1939 a 1970, la religión acapara las enseñanzas: rezos al principio y fin del día, misa, ejercicios espirituales…, pasando por directrices del Frente de Juventudes, costura, ropero escolar, exposiciones y recogida de alimentos en un ambiente de orden y disciplina.

Izq.: Doña Elisa de la Torre y autoridades en 1932 (Vida Manchega). Centro: doña Rosa Giráldez y niñas en 1941 (foto de Patro García Velez). Dcha.: Don Miguel Pérez Molina


Con la Ley General de Educación de 1970 se establece la coeducación y la EGB, aumentando el número de docentes. En esta etapa, María Martín Chocano asume la dirección. En los años 80 se construyen e inauguran los dos edificios actuales (el A en la calle Ramón y Cajal de 4 plantas y sótano, y el B, en Hernán Pérez del Pulgar, de cuatro alturas), y se abre el comedor escolar. La matrícula llega a 727 niños, con 16 unidades de EGB y 4 de preescolar, siendo uno de los más demandados de la capital. Será en esta década cuando el centro albergue el conservatorio Marcos Redondo, dejando un piano como testigo de aquellos años. En los 90, con la LOGSE, se escolarizan los niños de 3 años y desaparece la EGB, siendo directora Carmen Arévalo. En 1993 y durante 22 años, el comedor será gestionado por Lucía Sánchez, Aurora Alique y Rosa del Hoyo, constituidas en la empresa LAR.


En el nuevo milenio, el director Carlos Carrasco hace frente a novedosas demandas como la nueva gestión de los colegios a cargo de la Junta de Comunidades, la jornada única, Aula Althia, Proyecto Escuela 2.0, incorporación de un maestro de PT y uno de AL compartido, orientador, trabajadora social, Aula Matinal… En 2005, la matrícula es de 412 alumnos y 26 maestros. En 2015, bajo la dirección de Manuela Flores, se trabaja en la resolución de la caída de la natalidad, la llegada de niños de otros países y las dificultades económicas familiares. En 2019, el actual director y maestro de Educación Física, Pedro Moncalvillo, continúa el trabajo de Flores y, entre otros proyectos, forma el primer equipo de fútbol mixto con varios éxitos en campeonatos provinciales, empiezan la experiencia de realizar un huerto escolar, comienzan el Plan Carmenta y celebran actividades solidarias como la de las 700 camisetas contra la leucemia.

Izq.: Visita del obispo en 1959 (Foto: Pilar y Carmen Cinca), Centro: Un grupo de niños en el centro en los años 90 (Foto: Hilario L. Muñoz). Dcha.: Recreación de un aula antigua en el centenario del centro en 2024.


Moncalvillo afrontó una de las peores etapas del centro debido a la pandemia por el Covid-19 en 2020, por lo que supuso de sobreesfuerzo profesional y personal del equipo directivo, con restricciones higiénico-sanitarias y puesta a punto a marchas forzadas en materia de digitalización, “estoy muy orgulloso de mis compañeros de claustro, el jueves se declaró el estado de alarma y el domingo ya teníamos una web con tareas para los alumnos”, nos cuenta.


Al coronavirus se sumó el reto de la atención educativa de los niños con TEA (Trastorno Espectro Autista) dotando al centro de un equipo profesional, y la convivencia en las aulas de niños de diferentes nacionalidades, “es un colegio con una gran diversidad de alumnos, algunos sin conocimiento del idioma castellano, pero se les enseña con todos los recursos necesarios”.


El continuado descenso de la ratio escolar puede convertir al Pérez Molina en un colegio de una sola línea, advierte Moncalvillo que, lejos de caer en el pesimismo, considera que las aulas vacías se podrían transformar en espacios tecnológicos o para la puesta en marcha de una radio, “ya contamos con material informático suficiente gracias a la Junta y el Ministerio”, explica el responsable. No obstante, Moncalvillo es consciente de que siempre hay necesidades en un colegio, en su caso un ascensor, pero reconoce que nunca antes se ha invertido tanto en Educación como ahora por lo que para él la prioridad es una educación pública de calidad para todos.

Izq.: claustro de profesores en 2012/13. Dcha.: Actividad contra la leucemia en 2019


La unión de la comunidad educativa del Pérez Molina ha permitido celebrar este año un centenario a lo grande, comenzando con una enorme chocolatada, así como un desfile de Carnaval junto a otros centros, una gran exposición fotográfica o la recreación de un aula antigua, cedida por la Asociación Amigos del Museo de Porzuna, y visitada por cientos de ciudadrealeños. Enhorabuena.


Texto: Vicente Palomares García y Oliva Carretero
Fotos: cedidas por el centro y otras fuentes
*(La historia completa del centro puede leerse en Palomares García, Vicente. “Las escuelas del Hogar Provincial Santo Tomás de Villanueva, Pérez Molina, Cruz Prado y Ferroviario”. Primer centenario de las escuelas públicas, 1924-2024. BAM. Diputación de Ciudad Real. 2024)