Fue en 1935 cuando aparece la primera lata de bebida comercial. Diseñada por la cervecería Krueger de Nueva Jersey, la Finest Beer era la primera cerveza comercializada en una lata cerrada a presión. El lanzamiento fue un éxito total. En apenas un año ya se habían vendido cerca de 200 millones de latas, tanto de tapa plana que se abrían con un abrelatas como de cuello con una chapa similar al de las botellas de vidrio.

Durante finales de la década de los años 30 y la del 40, se realizaron miles de modelos experimentales para lograr convertir el diseño en algo muy parecido a lo que conocemos en la actualidad. De la mano de Pepsi-Cola se comenzaron a ver los primeros refrescos en 1948 en los comercios, lo que hizo que otras compañías más pequeñas se interesaran por este segmento de negocio.

Fue en los años 60 cuando Ernie Fraze diseñó un sistema de apertura que revolucionaría el mercado ya que no precisaba de ningún otro elemento externo para ser abierta. Su sistema permitía abrir la lata con un sujetador que cortaba una zona marcada de la tapa superior sólo tirando del gancho hacía arriba. La llegada del mecanismo Stay-Tab en los años 80 marca el desarrollo definitivo en materia industrial de la lata de cerveza y refrescos.