Entre todas ellas suman una potencia de más de un megavatio

La práctica totalidad de los edificios municipales de Boadilla del Monte tendrá placas fotovoltaicas en 2025, cuando concluyan los trabajos de instalación que se están ahora licitando para varios centros educativos públicos (CEIP Ágora, Federico García Lorca, Teresa Berganza, CEIPSO Príncipe D. Felipe y EI Romanillos) y el Centro de Formación.

Todas estas actuaciones tienen un coste de licitación de 707.000 euros y se sumarán a las que actualmente se están ejecutando en varias instalaciones deportivas municipales, que suponen la actuación más importante de las que se han llevado a cabo en el municipio.

En el CD Ángel Nieto, que ya contaba con paneles, se está ampliando la instalación para cubrir la demanda de autoconsumo durante todo el día. Se instalará una potencia de 150 kWn, con un coste de 211.337,39 euros. Lo mismo sucede en el CD Condesa de Chinchón, en el que, con el mismo fin, también se está ampliando la cobertura de placas fotovoltaicas, con una potencia de 200 kWn; esta actuación ha contado con un presupuesto de 248.062,10 euros. Por último, en la piscina cubierta municipal se ha optado por resolver el problema de instalación de los paneles en el tejado, debido a la forma abovedada que este presenta, instalándolos en las marquesinas para vehículos que se están colocando en el aparcamiento. Las placas aportarán una potencia de 90 kWn y el coste de la instalación será de 194.732,21 euros.

Desde 2020, el Ayuntamiento está acometiendo un plan de instalación de energía solar en los edificios municipales, actuaciones que se están ejecutando desde el año 2022. Las primeras, ya finalizadas, se realizaron en el Auditorio-Casa de la Juventud (70 kWn y 73.606,83 euros de inversión); Centro de Empresas (51 kWn y una inversión de 54.588,79 euros); Pabellón Rey Felipe VI, con una potencia de 100 kWn y un coste de 102.761,40 euros, y Sede Administrativa-centro de mayores María de Vera (60 kWn y 70.000 euros de coste).

Con estas medidas, el Ayuntamiento de Boadilla del Monte persigue controlar el gasto y fomentar un modelo energético más sostenible, como el que ofrecen las placas fotovoltaicas, además de, en un futuro no muy lejano, tratar de producir más energía de la que consume.