Jose Luis Álvarez junto al actor Sancho Gracia

Jose Luis Álvarez junto al actor Sancho Gracia

Era el año 1928 cuando Hilario Álvarez, tras sufrir un accidente y tener que abandonar su trabajo en el campo, abre la taberna “Casa Álvarez” en los soportales de la Plaza de España en la localidad de Valdepeñas. Allí, además de él, comienzan en el oficio de la hostelería sus hijos José, Hilario, Antonio, Ignacio y Gabriel. En el año 1943 y tras el fallecimiento de Hilario cuatro años antes, en 1939, sus hijos, a excepción de José que volvió a desempeñar el trabajo de zapatero que ejercía anteriormente, deciden trasladar la taberna unos metros más arriba, en su ubicación actual, y siempre aconsejados por la madre, Doña Alejandra, que también atendía el negocio. Por aquella época era habitual despachar jarrillas de “cuatro onzas” y “media libra” de vino, vermut o mistela, bebidas típicas en aquellos tiempos de posguerra.

Con el paso de los años, Hilario, Antonio e Ignacio se desvinculan del negocio familiar, quedando Gabriel Álvarez, el más pequeño de todos y que había comenzado a trabajar con su padre cuando tan solo contaba con doce años de edad, a cargo del negocio. La gran afición que Gabriel tenia por el fútbol, hizo que en el año 1950 tomara la decisión de cambiar el nombre de “Casa Álvarez” por “Bar Penalty”, siguiendo el consejo de un futbolista de Valdepeñas de aquella época, Oriolés, ya que eran muchos los aficionados que acudían al bar, hasta el punto de que los domingos se ponía una pizarra en la que se escribían los resultados de los partidos mientras los clientes degustaban un buen chato de vino tinto o blanco. Años después, y como dato curioso, el propietario de una nueva taberna en la Plaza de España consulto con Gabriel Álvarez que nombre podría ponerle a su taberna. Gabriel sin pensárselo le comento que lo más lógico es que le llamara “El Gol”. Así fue, lo que dio lugar a que se hiciera popular el dicho “De El Penalty al Gol”.

Muchas son las anécdotas que se podrían contar sobre el “Penalty”, y muchísimos los personajes que han degustado sus excelentes vinos y tapas, pero sin duda, el más especial seria el desaparecido Silverio “El Limpiabotas”. Toda una vida alrededor de este bar y que cada madrugada encendía la estufa de carbón a cambio de un plato de comida caliente diario y todo el vino que se bebía. Tan grandes fueron los lazos de unión entre clientes, camareros y propietario con Silverio que cuando murió, pobre como había vivido siempre, hicieron una colecta para hacerse cargo de los gastos del entierro y de la lápida, cuyo epitafio reza: “Tus amigos del Penalty no te olvidan”. La grandeza

Bar Penalty, año 1947

Un jovencísimo Gabriel Álvarez sirviendo a sus clientes dentro de la barra en el año 1947.

de este bar radica precisamente en eso, tratando por igual tanto a los que más tienen como a los más necesitados, contando siempre con el beneplácito popular.

Durante los años 60, se produce un cambio de hábitos en el “Penalty” y demás bares y tabernas de Valdepeñas con la “liberación” de las mujeres, viéndolas pasar al bar, algo que era insólito años atrás. Las jarrillas de vino o mistela, la manzanilla de hierbas o jarabe y las copas de aguardiente seco dieron paso al chato de vino mezclado con gaseosa y sifón al mismo tiempo que comienzan a venderse con asiduidad otras bebidas que no se conocían por aquellos tiempos.

Es de destacar, y mucho, la gran hermandad que siempre ha caracterizado a todos los empleados que tiene y ha tenido este bar. Como ejemplo, a finales de los años 60, se repartió entre todos los empleados el dinero obtenido con la venta de un flamante Citroën 2CV con el que fue premiado en un sorteo del “Disco Sorpresa Fundador”.

Varias han sido las remodelaciones que ha sufrido este bar desde su apertura, con la barra a la derecha de la puerta de entrada y un pequeño espacio para el cliente que ocupaba la cuarta parte de lo que es el bar en la actualidad. Con los años Gabriel Álvarez fue adquiriendo varios locales que rodeaban su bar. La primera ampliación tuvo lugar tras la adquisición de la taberna “Morita” y posteriormente otras dos más, ampliando considerablemente el local hasta sus dimensiones actuales.

En el año 1980 comienza ayudando en el bar José Luis Álvarez, hijo de Gabriel Álvarez y nieto del fundador Hilario Álvarez, donde aprende el oficio de manos de su padre y su tío José para incorporarse definitivamente en el año 1981 tras abandonar los estudios. José Luis Álvarez es actualmente el gerente de “Bar Penalty”, la ter

Entrega Citroen 2CV Disco Sorpresa Fundador

Entrega del Citroën 2CV premiado en el Disco Sorpresa Fundador, en el año 1968

cera generación de uno de los bares más significativos, donde la gran amistad entre sus clientes, su espléndida cocina y el buen vino lo hace un referente del casco histórico de Valdepeñas. Importantes hombres del mundo de la cultura como Pepe Hierro (Premio Cervantes), Pablo García Baena (Premio Príncipe de Asturias), Luis García Montero (Premio Nacional de Literatura) o actores como Sancho Gracia, han pasado por este establecimiento tan singular.

Atrás quedaron los tiempos de la gran afición al fútbol, el poner los domingos en la pizarra los resultados de los partidos, las jarrillas de “cuatro onzas” y “media libra”, los vasos de manzanilla de hierbas y jarabe… pero lo que nunca quedará atrás será la humildad con la que esta gran familia del “Penalty” ha hecho que miles y miles de personas que han pasado y pasan por allí sean parte de esta historia viva de la hostelería local.

Texto: Ayer&hoy. Fotos: Bar Penalty